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Los analistas internacionales lo recomiendan cada vez más al observar el clima de mayor incertidumbre, como el Brexit y las tasas planchadas
19/07/2016 - 13:43hs

Una película italiana de la década del 70 llevaba el curioso nombre "Mientras haya guerra hay esperanza".

A juzgar por lo que se observa en el mundo financiero global, sólo basta cambiar la palabra guerra por incertidumbre para que este título les calce a la perfección a quienes vienen apostando al oro como alternativa.

Si bien durante bastante tiempo estuvo fuera de la órbita de los inversores, una serie de circunstancias lo han vuelto a poner entre las opciones más recomendadas.

Luego de alcanzar su máximo histórico en septiembre de 2011, cuando cotizó a u$s1.900 por onza, entró en un tobogán descendente hasta los u$s1.050, el 17 de diciembre pasado (-45%).

Curiosamente, ese mismo día el Banco Central le puso fin a más de cuatro años de cepo cambiario y rehabilitó le ventanilla destinada a la compraventa en el mercado financiero local.

A partir de ese entonces, y por espacio de dos meses, el dorado metal comenzó a subir en forma sostenida hasta mediados de febrero, cuando alcanzó los u$s1.250 por onza.

Luego entró en una meseta que se prolongó por cuatro meses, para luego trepar con fuerza en la última semana de junio (u$s1.320). Ya en los primeros días de julio aumentó unos veinte dólares más.

Así las cosas, logró marcar un repunte de casi 30%, desde aquellos mínimos de mediados del año pasado y obtuvo su mejor semestre en casi una década.

Tal envión aceleró la toma de posiciones en productos respaldados por lingotes. A tal punto que creció a su nivel más alto desde septiembre de 2013.

Esto, en línea con los pronósticos de varios bancos de inversión internacionales que auguran buenas perspectivas para el metal.

Una de las razones para justificar estas buenas perspectivas se vincula con los recurrentes temores ante un posible enfriamiento de la economía mundial.

Los analistas prevén una desaceleración de la economía china y observan que los datos que asoman en Estados Unidos muestran que su recuperación no está ocurriendo al ritmo deseado.

Como si estas dos cuestiones fuesen poca cosa, se han sumado los efectos adversos del Brexit. Todo este combo reeditó la condición del oro como activo refugio, en momentos en los que prima una elevada volatilidad en los mercados.

Más aun, en un contexto como el descripto, el margen de maniobra para que se produzca una suba de tasas de interés a nivel global (empujada por la FED) parece diluirse en el tiempo.

Para varios analistas, la salida del Reino Unido de la Unión Europea dará lugar a vientos adversos, que soplarán en contra de varias economías, acrecentando el riesgo y revalorizando los activos utilizados como refugio.El brillo de siempre

Este agitado clima financiero global hace que crezca el consenso entre los analistas internacionalesde que sobrevendrá un nuevo incremento en la cotización del oro.

Ya de por sí, varios de ellos señalan que si la Reserva Federal no eleva el costo del dinero (tasa de interés), esto de por sí hará disminuir las chances de que el dólar se fortalezca, lo que también va a favorecer el repunte del metal.

"Existe una correlación histórica entre la suba del billete verde y la baja del oro", afirma Luis Herrera, de CMC Markets.

A juzgar por lo que se viene observando, los mercados parecen estar anticipándose a este escenario.

Más aun, el notable repunte de estos últimos meses está llevando a más inversores a pensar que el metal continuará recorriendo su camino ascendente hasta superar los u$s1.500.

Esto, inducidos por las previsiones de firmas internacionales de peso como Goldman Sachs, que mantienen firmes sus pronósticos alcistas.

Sus analistas consideran que el Brexit ha condicionado la suba de tasas. A su vez, el hecho de que estas ni repunten debilita las posibilidades de una divisa estadounidense más fortalecida. Esta situación les hace anticipar un repunte del oro.

¿Cuánto puede escalar? Los economistas internacionales hacen referencia a dos factores clave:

1. La intensidad y duración de los temores que irrumpieron a partir de la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea. Entienden que esto fue una sorpresa para los mercados, una suerte de "cisne negro" cuyos efectos son aún difíciles de anticipar.

2. La revisión a la baja que pueda tener el crecimiento de la economía de Estados Unidos, ya que esto obligará a la FED a mantener sin cambios -y por un lapso mayor de tiempo- el costo del dinero (tasas).

"Este año el oro mostró su mayor repunte en casi cuatro décadas y aún tiene espacio para ir por más", explican los administradores de un fondo de inversión.

"Varias economías de países, que se ven muy debilitadas, y mercados tambaleantes impulsan la demanda", completan.

Hablando en lenguaje bolsillo, Paul Crone, analista internacional y fundador de Citrine Capital Management, anticipa que "la onza llegará a los u$s1.400 en el corto plazo".

Este experto señala que el repunte se dará por la conjunción de tres factores: Brexit, tasas bajas y una alicaída economía china.

Por cierto, no es el único optimista con respecto al camino que transitará el metal.

En lo que va del año, un gigante como SPDR Gold Shares sumó inversiones por casi u$s9.500 millones, siendo este el mayor monto colocado entre todos los fondos que cotizan en la bolsa neoyorkina.

"Los argumentos en favor del metal se han visto reforzados tras el Brexit, que perjudicará a las monedas y favorecerá al lingote", afirmael experto internacional Marc Faber.

"La salida del Reino Unido de la UE lleva a que los bancos centrales tengan que emitir más. Esto, a su vez, produce un debilitamiento de las monedas", apunta, al tiempo que consigna que es un buen momento para entrar.

"El metal tiene frente a sí un muy buen panorama, producto de la mayor inestabilidad política y financiera global", coincide en afirmar el administrador de un fondo común. Otro gurú que coincide con esta visión es nada menos que George Soros.

Para el magnate, el Brexit beneficiará el recorrido alcista de varios activos. Entre ellos el oro que, por cierto, ocupa un lugar destacado en sus inversiones, vía Barrick Gold o el fondo SPDR Gold Trust.

Otro jugador importante en el mercado global, como la firma Julius Baer, anticipa que el metal "se elevará hasta los u$s1.400" a corto plazo.

Desde el HSBC coinciden en señalar esta cifra. Incluso sus economistas le otorgan un mayor potencial alcista, en caso de que se disparen las preocupaciones sobre Europa y Estados Unidos, ahora en un proceso electoral con final incierto. ¿Cómo operar en el país?

Una vez que en la Argentina se puso fin al cepo cambiario, los bancos que tradicionalmente operaban con este activo reiniciaron la actividad, ofreciendo lingotes y monedas, de diferentes pesos y acuñación.

La inversión inicial es del orden de los $650. Pueden acrecentarse las posiciones hasta un máximo es de $5 millones mensuales, según lo establece la circular que por el momento regula el circuito cambiario en el país.

El Banco Ciudad -que ha logrado mantenerse en el mercado sin interrupciones (ya que funde sus propios lingotes)-, ofrece piezas de 1, 5, 10, 50, 100, 250 y 1.000 gramos.

Desde la entidad informan que las mismas son de elaboración nacional y que tienen un índice de pureza de 999 milésimas.

Como opción, ofrece un Servicio de Guarda de Lingotes (Oroguar), que opera exclusivamente para los adquiridos en el momento.

Finalmente, con la compra del lingote, el particular obtiene un crédito instantáneo y garantizado.

Otro de los que participa activamente en esta plaza es el Banco Supervielle, que históricamente se ha caracterizado por ser el líder del mercado de oro certificado en el país.

Ofrece barras de 5, 10, 20, 50, 100 y 250 gramos, como también de una onza.

En cuanto a las monedas, entre las más requeridas figuran el Kruger sudafricano y el Maple canadiense.

Banco Piano ofrece barras que internacionalmente son denominadas "GoodDelivery" (de buena entrega) o también llamadas de máxima pureza (999,9).

Representa un valor intangible reconocido mediante el cual, tanto el ensayo como el peso grabado en la barra, son inobjetables y fidedignos.

De este modo, resultan aceptados en cualquier parte del mundo por bancos centrales, comerciales y demás entidades.

Una característica de este producto es el certificado de autenticidad con la numeración impresa en la barra, particularidad que le otorga una muy importante liquidez nacional e internacional.

Banco Piano también comercializa una variada gama de lingotes de diferentes pesos, tanto en gramos como en onzas.

Otra opción para sumarse a esta plaza dorada pasa por el mercado de futuros.

"Los futuros de oro deben ser considerados como un instrumento de reserva de valor y de diversificación de cartera", destaca el economista Javier Marcus.

Para Mariano Otálora, especialista en finanzas personales, esta opción permite invertir en el metal con la mente puesta en cómo evolucionará en un plazo determinado.

La novedad de esta herramienta radica, según el analista, en que se puede invertir tanto al alza como a la baja.

El valor mínimo de un contrato es una onza (31,10 gramos), según la cotización del momento.

Para comprarlo no se necesita desembolsar la totalidad del valor, ya que éste operan con márgenes de precios.

Actualmente el mínimo por cada onza es el equivalente en pesos a u$s60.

Como dice un operador de la city, "el oro nunca te defrauda, a los sumo hay que esperarlo".

Dado el contexto global actual y las recomendaciones que están formulando varios bancos internacionales, hasta es probable que haya que esperarlo poco.

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