En lo que va de 2016 en promedio los combustibles líquidos aumentaron 31% en la Argentina, como consecuencia de la devaluación que aplicó el Gobierno en diciembre.

Se trató de una medida consensuada entre el Ministerio de Energía y Minería que dirige Juan José Aranguren y las principales petroleras que operan en la plaza.

Estos incrementos en el surtidor hicieron que el país se ubique "entre los que tiene la nafta súper más cara de la región alcanzando los u$s1,15 por litro, junto a Uruguay y Chile, importadores de petróleo", indica un informe elaborado por la Confederación de Empresarios de Combustibles y Afines de la República Argentina (CECHA).

En el caso del gasoil común, el más requerido del mercado, las estaciones de servicio de Capital Federal también reflejan valores más altos junto a Uruguay.

Cuesta 1,04 en y 1,22 dólares respectivamente contra u$s0,68 que marca la media en la Sudamérica.

Si se calculara en relación a las pizarras del interior, la brecha sería aún mayor, aclara el documento estadístico de CECHA. Por caso, en el Noreste se encuentran los productos más onerosos, a pesar de que no existe el GNC por ausencia de gasoductos.

En julio, Ecuador y Bolivia se posicionan como las plazas más económicas, cerca de Venezuela y Colombia, que también frenan las escaladas al público en esta variedad de diésel de gran importancia para los costos de la economía.

"Comparando con etapas anteriores, en Argentina el litro de nafta súper se despachaba a u$s1 aproximado a finales de la década del '90; en 2007 se vendía a u$s0,62 mostrando la baja y el congelamiento de precios que sufrieron los combustibles durante la década 2000-2010", revela el informe publicado por Sutidores.com.