El 62% de los brasileños quiere nuevas elecciones para dirimir la crisis política que resultó en el interinato de Temer tras la suspensión de Rousseff, revelan números de un sondeo de Datafolha, que habían sido desechados por el diario Folha de Sao Paulo. 

El caso provocó gran polémica porque el diario más vendido e influyente de Brasil decidió el domingo pasado omitir la carga negativa de los números hacia Temer y revelar datos en forma parcial, además de que no fue publicado que un 37% consideró ilegal el juicio político que se le sigue a la mandataria, que califica el proceso como un "golpe" de Estado.

El sitio informativo The Intercepter, del periodista estadounidense Glen Greenwald, famoso por haber sido quien divulgó los secretos de inteligencia lanzados por el ex espía Edward Snowden y ganador del Premio Pulitzer, acusó a Folha de Sao Paulo de haber "hecho fraude" y "manipulado la encuesta".

Folha de Sao Paulo publicó en su portada del último domingo que la mitad de los brasileños quiere que siga gobernando Temer.

El diario explicó oficialmente hoy que el escenario de doble renuncia de Temer y Rousseff pretendido por el 62% de los entrevistados fue omitido a propósito, por criterio periodístico.

"El resultado de la cuestión sobre la doble renuncia de Dilma y Temer no nos pareció especialmente noticioso, porque prácticamente repite la tendencia de la encuesta anterior y por el cambio del actual escenario político, ya que esta posibilidad no es más tomada en cuenta", respondió el editor ejecutivo de Folha, Sergio Dávila, en la edición del diario de este jueves.

Por su parte, Alessandro Janoni, director de Encuestas de Datafolha, dijo que "no hubo errores y que tanto Folha como Datafolha actuaron con transparencia".

Inicialmente se informó que apenas el 3% querían nuevas elecciones en respuestas espontáneas, pero Datafolha preguntó sobre el asunto y la respuesta fue que el 62% quiere nuevos comicios.

La popularidad de Temer quedó en 14% y el dato más llamativo es que el 33% de los brasileño no sabe el nombre de quien está en el cargo en lugar de la suspendida Rousseff el 12 de mayo, cuando el Senado suspendió a la mandataria para juzgarla en el Senado por supuestos delitos contables.

Otro dato omitido por Datafolha y revelado tras el escándalo fue sobre la percepción de que el juicio político está siguiendo las reglas democráticas: el 49% dijo que sí, el 37% que no y el resto no supo contestar.

La hipótesis de nuevas elecciones es una de las líneas de trabajo de Rousseff para convencer a senadores de no destituirla para replantear el escenario político y evitar que Temer, que se declaró en rebeldía junto con su partido, el PMDB, se quede hasta el 31 de diciembre de 2018, según consignó Télam. 

La encuesta reveló que el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva ganaría en los escenarios de primera vuelta en 2018 pero que luego, en balotaje, sería vencido por otros aspirantes, como la ambientalista Marina Silva y otros dirigentes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) como Aécio Neves, el canciller interino José Serra y el gobernador paulista, Geraldo Alckmin.

La duda sobre la encuesta surgió porque salió publicado que apenas un 3% quería nuevas elecciones, una hipótesis que haría caer al gobierno de Temer, ya que no goza de intención de voto superior al 5%.

Es que en abril, Ibope había publicado que más del 60% querían nuevos comicios para saldar la crisis política.

La encuesta fue la primera desde abril, es decir, desde que la Cámara de Diputados abrió el juicio político contra Rousseff, y fue interpretada como una fuerte señal política frente a la votación que el plenario del Senado debe realizar sobre el juicio político contra Rousseff a partir del 22 de agosto, tras los Juegos Olímpicos de Rio 2016.

En su editorial sobre la crisis política, la posición de Folha de Sao Paulo fue reclamar la renuncia al cargo de Rousseff.

El sondeo de Datafolha incluyó también una evaluación de Temer con una comparación con el anterior vicepresidente a cargo del ejecutivo, Itamar Franco, quien reemplazó en 1992 al renunciante por corrupción Fernando Collor de Mello.

El sondeo indica que a los dos meses de haber reemplazado a Collor de Mello Franco tenía 34% de aprobación, contra 14% de Temer.