Los bancos que pagan a jubilados y han enrolado la huella digital de la mayoría de sus clientes responderán hoy a la ANSES, a través de las asociaciones bancarias, si están dispuestas a empadronar a los jubilados del Banco Nación (BNA) y Provincia.

Sucede que los acuerdos de reparación histórica se cerrarán mediante la huella digital y ambos bancos públicos todavía no han comprado las terminales biométricas para registrar a sus jubilados, a pesar de que la obligación comenzó en junio de 2015.

Se estima que la mitad de los jubilados no está enrolado. La entidad que dirige Emilio Basavilbaso pidió hace dos semanas a los bancos que registraron a la otra mitad que ayuden a absorber a los que faltan. A cambio, les ofreció pagarles $20 por jubilado y acotar el registro al universo de quienes podrían participar de la reparación histórica.

El resto de las entidades responderá hoy al organismo que no cuenta con la estructura para enrolar a esa cantidad de jubilados. Pero las respuestas no serán determinantes, no se descarta que se tenga que ceder ante el Estado. De hecho, los funcionarios tienen confianza en que podrán contar con la ayuda del sistema financiero.

Según datos del mercado, el BNA atiende a cerca de 2 millones de jubilados y el Banco Provincia, a unos 600 mil.

Las entidades que podrían ayudar a ANSES son Supervielle (atiende a 900 mil jubilados), Piano (500 mil jubilados), Ciudad (120 mil jubilados), Macro, Columbia, Industrial, Banco de Santa Fe y Banco de Entre Ríos, las cuales ya han enrolado la huella digital de entre el 80 y 90% de sus jubilados.

La ANSES les ofreció informalmente pagar una comisión y enviar el listado de los jubilados que tienen chances de participar de la reparación histórica.

"No pasa por el beneficio económico sino por las chances de atender a la gente. Es un tema de estructura. Lo vemos con preocupación por ese lado porque las estructuras están abarrotadas de gente y es difícil atender a los jubilados de otros bancos", dijo un banquero a El Cronista.

Enrolar la huella implica tomar 4 u 8 huellas digitales, el DNI del jubilado y, una vez enrolado, pasar el dedo en un tótem biométrico. "El trabajo de enrolamiento lleva tiempo. La estructura que tenemos es para nuestra gente. Hay días que tenemos una carga de 2000 a 2500 pagos. A ese salón sumale la gente del Nación y Provincia para la que tenés que sacar gente para atender jubilados de otro banco. Por más que ANSES paga $20 de comisión, se arma un cuello de botella", coincidió otro banquero.

La obligación de enrolar la huella digital de los jubilados comenzó en la gestión de Diego Bossio ante el ANSeS. Los bancos corrieron para comprar los equipos y empadronar a los jubilados. Pero el Nación y el Provincia se quedaron atrás. La obligación vencía el 30 de junio, pero se pospuso para fin de año.

Según contaron fuentes del BNA, la entidad acordó con la red Link que le proveerá las máquinas para realizar las primeras pruebas piloto desde agosto para registrar a los jubilados del banco. Y se irán instalando las máquinas en el resto de las sucursales a lo largo del semestre.

Sumar sucursales bancarias a las UDAI de ANSES multiplicará los puntos de atención para que tanto el jubilado como su abogado puedan aceptar el acuerdo transaccional en una terminal biométrica, antes de ser homologado en la Justicia.