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Según asesores contables y abogados, los inversores prefieren exteriorizar sus bienes pero a nombre de sociedades en paraísos fiscales
30/07/2016 - 11:44hs

Con el nuevo blanqueo a horas de entrar en marcha, se consolida una tendencia que se viene dando desde que el proyecto empezó a caminar: se multiplicó la creación de sociedades offshore por parte de las personas físicas dispuestas a adherir al programa al que el Gobierno le apuesta todo para conseguir inversiones y reactivar la economía.

Si bien son cuentas en paraísos fiscales como Bahamas, Islas Caimán o Bermudas, se trata de lugar hoy “amigables con el control del sistema financiero internacional”. La apertura de sociedades offshore apunta a blindar a las personas físicas de pagos de impuestos y de posibles filtraciones. Los especialistas que estuvieron asesorando a clientes para abrirlas además apuntan a cuestiones de seguridad, aunque la razón de fondo es tributaria.

“Hubo un boom de apertura de este tipo de cuentas”, aseguró uno de los socios de una de las Big Four –los grandes estudios contables internacionales– sobre los movimientos previos al blanqueo. Se trata de un movimiento que empezó incluso cuando el plan estaba en pleno trámite parlamentario, y que se acentúa a medida que se acerca la entrada en vigor.

Para Felicitas Argüello, socia tributaria del estudio de Nicholson y Cano, hubo mucho movimiento en las cuentas en el exterior, lo que se debe a “un tema de desconfianza, más allá de los intentos de este gobierno. Se teme por cambios a futuro y hay desconfianza en el manejo económico”. Cambiemos, por ahora, sólo tiene cuatro años asegurados. “Con el anuncio del blanqueo hubo un movimiento pero no fue una estampida. Muchas empresas ya operan bajo este sistema”, apunta Adriana Piano, socia de San Martín, Suárez y Asociados (SMS).

En casos donde las cuentas estaban declaradas a título personal, sin embargo, optaron por volcarse a sociedades. La opción, sin embargo, también puede deberse a un intento de saltear impuestos internos en el país donde está radicada la cuenta, algo frecuente en los casos de los impuestos a la herencia en los Estados Unidos, por ejemplo. “Cuando las cuentas están en un país colaborador, sólo pagan Ganancias cuando se pagan dividendos”, detalló Piano a Perfil. En el caso de las cuentas que están en países que no participan del intercambio de información, se realiza un cálculo de presunción de renta que puede ser mayor.

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