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Inquietud entre quienes miran el "dólar de convertibilidad": ya marca $21,08 mientras las reservas no despegan
04/08/2016 - 11:20hs

Pasan los gobiernos, cambian los "modelos", se renuevan los ministros, pero "la" gran pregunta siempre queda.

Es el interrogante central de la economía argentina desde hace décadas, el que todo el tiempo tratan de responderse desde los industriales hasta los productores de soja; desde los banqueros hasta los pequeños ahorristas: ¿cuánto debería costar el dólar?

El período actual tampoco es la excepción, porque ya hay muchos analistas y hombres de negocios que empiezan a mirar con preocupación cierta tendencia al atraso cambiario y a la utilización del billete verde como ancla inflacionaria.

Lo cierto es que, en contra de lo que muchos pronosticaban para este momento del año, el dólar se muestra extrañamente calmo, aun cuando ya pasó el momento más fuerte de la liquidación de granos y a pesar de la "ayuda" del Banco Central al bajar las tasas de interés en pesos.

La divisa cotiza a $15,09 en el actual mercado único y libre de cambios, un nivel que es considerado "bajo" por los economistas. 

Algunos analistas explican la actual calma por el propio juego de la plaza: hay, al menos por ahora, una elevada oferta de divisas que supera a la demanda. Y, como dicen los manuales, el resultado es el de una baja del precio del billete estadounidense.

Estos dólares provienen de la liquidación de agroexportadores, también de provincias y empresas que emitieron deuda internacional, así como de algunas inversiones directas que están comenzando a llegar del exterior. 

Pero un mercado cambiario calmo no significa que los actores económicos no estén nerviosos, porque una cosa son las proyecciones sobre a cuánto estará el dólar y otra muy distinta es la opinión sobre a cuánto "debería" cotizar la divisa.Dólares para todos los gustos

En este eterno debate, es difícil llegar a un acuerdo, porque para cada persona que opine, habrá un "dólar ideal" distinto.

Siempre están quienes pugnen por un tipo de cambio más alto como forma de protección contra la importación, mientras otros rogarán por un billete verde "barato" para sostener el consumo y los viajes al exterior.

Y es allí cuando empiezan a tallar las diversas formas de estimar ese tipo de cambio ideal.

Los hay para todos los gustos, algunos con fundamentación teórica y otros con respaldo pragmático a lo largo de los años.

Los economistas de formación más ortodoxa consideran que el tipo de cambio está equilibrado cuando el saldo de la cuenta corriente es cero. Es decir, cuando el flujo de dólares que entra al país es igual al que sale.Otros eligen métodos bastante más "terrenales". Así, para muchos, la forma de estimar el tipo de cambio es el litro de nafta, ya que se considera que su valor estándproar medio es de un dólar. Hoy la tarifa de la calidad súper en las estaciones de servicio es de $17,08.

Otro clásico es el índice Big Mac (realizado por The Economist, cuyo referente es la famosa hamburguesa de Mc Donald´s) y los nuevos índices que comparan los precios de los productos más populares de Apple (iPhone y iPad).

Y, por qué no, sigue vigente siempre el billete del mercado paralelo, el blue, que alcanzó su pico de "popularidad" durante la vigencia del "cepo", pero que no desapareció.

Claro que en medio de todas estas alternativas, en la Argentina sigue rigiendo con fuerza un método por excelencia: el dólar de convertibilidad.

Por más que el legendario "uno a uno" de Domingo Cavallo haya pasado a mejor vida, hay un vestigio que la década de los '90 dejó en la cabeza de muchos argentinos: los pesos que circulan en el mercado deben estar respaldados por billetes verdes guardados en el Banco Central.

Es decir, la cuenta a realizar es la división de la base monetaria sobre las reservas internacionales del BCRA. De esa cuenta sale el "número mágico".

¿Cuánto debería costar hoy el dólar según ese método? Bastante por encima de la cotización actual.

Exactamente, $21,08, que es el resultante de dividir los $687.837 millones en circulación sobre los u$s32.681 millones de reservas, según las últimos datos publicados por la entidad monetaria correspondientes al 1° de agosto.

¿Sirve o no sirve?

Este cálculo tuvo su apogeo durante toda la vigencia del "cepo", porque había cierto consenso entre los economistas respecto de que el "blue" no era una medida confiable, dado que su condición de ilegal tendía a inflar la cotización.

Y, en un momento en el que se veía con preocupación cómo se esfumaban las reservas internacionales del Central, el número se corregía al alza con una frecuencia diaria.

Es un método no exento de polémica. La principal crítica teórica es que un país puede tener un bajo nivel de reservas pero, si su moneda es confiable y es demandada por el público local, entonces no tiene por qué concluirse que hay una sobrevaluación.

De hecho, en casi ningún país del mundo se recurre a esta cuenta para determinar si el tipo de cambio está equilibrado.

Entre los que cuestionan el "tipo de cambio de convertibilidad", uno de los argumentos es que las reservas totales informadas por el Banco Central "no son las reales", léase, no son todos billetes líquidos y disponibles los que figuran en el balance.

Para el economista y docente de la UBA, Matías Tombolini, el tipo de cambio de convertibilidad "es una cuenta teórica que no tiene relación con otras variables pero que indica a qué precio debería estar el dólar".

Y agrega: "Es para tener en cuenta como referencia y como alerta, pero entre otras tantas variables".

Según su colega Federico Muñoz, este indicador "tenía algún sentido cuando estábamos en un esquema de tipo de cambio fijo o manejado por el gobierno y sólo era sostenible con el cepo"

A pesar de estos reparos, todos los economistas reconocen que la Argentina tiene sus peculiaridades económicas, marcadas por años de cultura dolarizada y el temor a los ajustes por vía devaluatoria.

Lo cual lleva a muchos inversores a creer que, por más que desde el punto de vista teórico pueda no tener sustento -al no regir un sistema de convertibilidad- este número debe mirarse con atención, porque mucha gente cree en él como referencia.

Entonces, ¿qué tan acertados están esos $21,08 que arroja el tipo de cambio de convertibilidad?

Para Muñoz, "el dólar debería estar más alto" que los $15 actuales, pero el Gobierno "hace lo que se puede en las estas situaciones, donde hay pocas herramientas disponibles (sólo liquidez y tasas interés) y su objetivo central está destinado a bajar la inflación".

La polémica en usar o no a este indicador reside en que en la cifra que se informa de reservas, están incluidos "títulos" y pases teóricos que no son billetes reales y disponibles en lo inmediato como para cubrir los pesos que circulan.

Es decir, hay incluidos swap con otros países, títulos públicos, pases, oro, los depósitos en moneda extranjera de privados y bancos en el BCRA y otras variables.

En la composición de las tenencias de la entidad monetaria todavía se encuentran los u$s11.000 millones de China acordados el año pasado durante el kirchnerismo, y hasta días atrás estaban incluídos los u$s5.000 millones de pases entre siete bancos extranjeros que realizó este Gobierno apenas asumió. Dos ítems que la administración de Macri pretende cancelar.

De hecho, a fines de julio el BCRA pagó anticipadamente las operaciones de esos pases, y acordó nuevas operaciones con dos entidades internacionales por u$s1.000 millones. Es decir, redujo u$s4.000 millones de esa deuda y logró una tasa más favorable.

Así, las reservas netas actuales son calculadas en menos u$s10.000 millones, un dato que igual es alentador si se considera que en diciembre pasado, antes del fin del mandato de Cristina Kirchner, llegaron a ser negativas.

Lo positivo ahora es que el contexto es más favorable por el inminente comienzo del blanqueo, las emisiones de deuda y las inversiones que lleguen en los próximos meses. 

¿Es suficiente? 

Más allá del número que muchos economistas consideran como el "real", desde hace varios meses las reservas informadas por el Banco Central se mantienen en torno a los u$s33.000 millones. 

Durante el kirchnerismo se criticaba duramente que estén en el piso "psicológico" de los u$s30.000 millones, una cifra que prácticamente era similar a la actual.

Un dato que marca esta similitud es que las arcas del BCRA informaban hace unos 12 meses atrás la misma cifra que en el presente: alrededor de u$s33.800 millones, pero en un contexto de pleno cepo cambiario, sin emisiones de deuda externa, con atraso cambiario notorio y ausencia de capitales externos.

¿No enciende una luz de alerta que el Gobierno actual registre el mismo nivel de divisas que el año pasado? Según los analistas consultados por iProfesional, en la gestión de Sturzenegger, a diferencia de la anterior, las reservas son mucho más "sanas" o sinceras.

"Por ahora son pocas las reservas, pero hay más que antes porque el BCRA está saneando las cuentas y pagó deudas que tenía con otros bancos centrales por unos u$s2.000 millones. Son cifras más reales", dice a iProfesional un ex funcionario del BCRA, que pidió mantener su nombre en reserva.

Y grafica: "Lo importante es la dinámica que ahora existe. Antes estaba muy atrasado el tipo de cambio y se necesitaba vender divisas. Hoy, en contraposición, entran dólares. De hecho, hace unos días tuvo que salir a comprar billetes para que no se caiga el precio del dólar".

En este aspecto también coincide Tombolini, que afirma que "sería ideal que el nivel de reservas sea más elevado pero, a diferencia del gobierno anterior, ahora todos pueden comprar los dólares que quieren y vender los que desean. Es un mercado libre".

Por ende, su teoría sostiene que las reservas son las que corresponden con el precio de equilibrio que ofrece el mercado actual y que dependen de un valor más real del activo.

"El mercado convalida esto y no pide todos los dólares que se pueden comprar. Si fuese así, el tipo de cambio 'volaría' y subiría notablemente su precio. Esto, evidentemente, no sucede", resume el economista.

En esta línea, Tombolini asegura que las reservas que debe tener un país dependen de la demanda de divisas de cada sociedad y de la seguridad económica que cada gobierno ofrezca a sus ciudadanos.

Como crítica a Sturzenegger, se puede decir que se arrastran algunas prácticas del kirchnerismo, cuando se informaban movimientos en las reservas sin explicación de los mismos.

Por ejemplo, el último martes de julio se comunicó que aumentaron ese día u$s599 millones respecto al día hábil anterior, sin conocerse los motivos de este incremento.

Varios economistas creen que, hoy por hoy, la cifra de las reservas no es tan determinante en un mercado "sincerado", ya que el precio del billete verde es regulado más por la propia plaza.

Aunque, claro, es necesario que todo Banco Central tenga "un poder de fuego" en caso que le sea necesario intervenir.