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El candidato del Partido Republicano pierde respaldo de figuras vinculadas a su partido y continúa haciendo declaraciones polémicas
04/08/2016 - 14:46hs

Donald Trump, el candidato del Partido Republicano a la Casa Blanca, consideraría seriamente renunciar a sus aspiraciones presidenciales.

Eso al punto que anunciaría su decisión tan pronto como la próxima semana.

Fiel a su polémico estilo, el candidato republicano había respondido duramente a los ataques que lanzó en la Convención Demócrata el padre de un soldado musulmán estadounidense muerto en Irak.

Es que la imagen de Trump cae en picada cada vez más. En ese sentido, ya hacía tiempo los miembros tradicionales del Partido Republicano, le habían dado la espald.

Después de desatada la polémica fue el actual Presidente Barack Obama quien sostuvo que Trump no sólo "no es apto para ser presidente" sino que instó al GOP (Grand Old Party) a quitarle su apoyo.

Estas duras palabras, que implican una mayor involucramiento del mandatario en los asuntos electorales y un ataque directo contra Trump, sólo se explicarían por el hecho de que la candidatura de Trump estaría en estado terminal.

A los cuestionamientos del senador y ex candidato presidencial John McCain, del líder de la Cámara de Representantes Paul Ryan, del gobernador de Ohio y ex precandidato John Kasich y del líder republicano del Senado Mitch McConnell, se suma la distancia que arrojó el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch, dueño de la cadena Fox News y del diario New York Post que esta semana publicó fotos antiguas de la esposa de Trump, Melania, posando desnuda junto a otra mujer.

Además el martes, la alta ejecutiva de Hewlett-Packard, Meg Whitman, una destacada recaudadora de fondos republicana, expresó su apoyo a Clinton y afirmó que "la demagogia de Donald Trump ha socavado el tejido de nuestro carácter nacional".

Ese mismo día el representante saliente de Nueva York Richard Hanna se convirtió en el primer congresista republicano en decir que votará por la demócrata Hillary Clinton en noviembre en lugar de Trump.

Lejos está el candidato republicano de tener un espíritu conciliador. Por el contrario, reabrió las tensiones en el partido al negarse a respaldar a Paul Ryan y a John McCain, en sus respetivas candidaturas para renovar sus votos en la Cámara de Representantes y en el Senado, respectivamente.

Para nadie es un misterio que Trump, elegido candidato por la militancia conservadora más descontenta, ha hecho trizas al Partido Republicano y lo ha convertido en un guiñapo de lo que fue la colectividad de Eisenhower, Reagan o de los Bush.

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