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Por el "monopolio Visa", tarjetas en Argentina son las más caras de América

Desde la CAME reclaman una baja en el costo de financiamiento. Además, piden evitar condiciones "leoninas" que impone la principal emisor
10/08/2016 - 10:18hs
Por el "monopolio Visa", tarjetas en Argentina son las más caras de América

Los comerciantes siguen su cruzada contra las tarjetas de crédito y elevan sus reclamos al Banco Central y a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).En particular, esta batalla se profundiza a raíz de la caída en ventas que los obliga a cuidar al máximo cada uno de los gastos. También, las comisiones pagadas.

El pedido que formulan pasa por dos aspectos centrales:

-Que se elimine la comisión del 1,5% que les cobran las entidades financieras en cada transacción con débito.

-Que se reduzcan a la mitad las correspondientes a las compras con tarjetas de crédito.

"La transferencia de dinero de los comercios a los bancos en concepto de comisiones por pagos con tarjetas es excesiva, no solo en sí misma, sino porque además se suma a las comisiones que ya cobran por el mantenimiento de cuentas y movimientos financieros", se quejan desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME)

Además, la entidad traza un comparativo con otros países: "En Perú se paga una comisión por venta con tarjetas de crédito del 1,5%, en Brasil 1,3% y en España e Italia menos del 1%".

De modo tal que "el 3% que se abona en Argentina resulta el doble de la comisión promedio del continente", reclaman desde CAME.

Los gastos por este concepto son:

-Para tarjetas de crédito, la comisión es del 3% + IVA

-Para las de débito, del 1,5% +I VA

A esas erogaciones se le deben sumar los $400 mensuales por el comodato de la terminal.

En el reclamo que fuera elevado al Banco Central, la CAME parte de la siguiente premisa: "Si las transferencias bancarias menores a $50.000 son obligatoriamente gratuitas", entonces la transferencia del importe de una venta realizada con débito también debería serlo

El reclamo de la entidad para que bajen las comisiones cobra mayor relevancia si se tiene en cuenta cómo es el desglose actual de las compras en los comercios:

-Un 45%, con tarjetas de crédito

-Un 35% se pacta en efectivo

-Un 20% se realiza con débito

En otras palabras, menos de $4 por cada $10 que reciben los establecimientos son pesos contantes y sonantes.

Por otro lado, crecen las quejas por la posición claramente dominante de Visa y las condiciones, "a veces leoninas", impuestas.

Desde la CAME afirman que el 70% de las ventas por tarjeta de crédito se realizan con Visa (Prisma S.A.) y que, además:

-La firma provee el 60% de las terminales electrónicas

-Tiene bajo su órbita el 60% del procesamiento de los pagos

-Controla casi $7 de cada $10 de las transacciones con tarjetas

-Domina el 60% de las compras con débito

Ante la contundencia de estos números afirman que resulta necesario que haya una mayor oferta y añaden que "en otros países cada banco emite sus propias tarjetas y así el abanico de propuestas es más competitivo". El alto costo de pertenecer"Dime de qué color es tu tarjeta y te diré cuánto le dejas de comisión al banco".

Esta frase no figura en ninguna de las campañas publicitarias que lanzan en forma frecuente las entidades junto con las emisoras pero refleja la otra cara de los beneficios que brindan los plásticos de alta gama.Si bien originalmente sólo existían tarjetas de alcance nacional o internacional, con el correr del tiempo fueron apareciendo alternativas superadoras, en función de los servicios que se han ido incorporando.

Así, a partir de las primeras versiones de los diferentes tipos de plásticos se fueron sumando otras variantes que, en la actualidad, pueden resumirse en las siguientes opciones (ver cuadro):

Según los datos aportados por las propias emisoras, el segmento que incluye a los plásticos con alcance nacional e internacional representa alrededor del 70% del total.

En tanto, las Gold totalizan el 20%, las Platinum un 8% y las de más alta gama el 2% restante.

En cuanto al consumo, el promedio mensual va desde los $1.250 (clásicas), pasando por los $4.200 (Platinum), hasta poco más de los $8.000 (Black o Signature).

La masificación de tarjetas de diferentes colores y versiones le fue quitando parte de ese glamour que tuvieron al momento de su lanzamiento.

No obstante, el hecho de contar con un "plástico top" en la cartera de la dama o en la billetera del caballero mantiene parte de su encanto original.

Los clientes que poseen estas tarjetas se caracterizan por altos niveles de ingresos y patrimonio personal. Poseen, además, la disponibilidad suficiente para ahorrar y realizar inversiones.

Suelen ser viajeros frecuentes, que valoran mucho la atención personalizada, al igual que los beneficios y servicios que les son ofrecidos en aeropuertos y en sus viajes al exterior.

Son usuarios exigentes y demandan un rápido tiempo de respuesta, en caso de requerimientos específicos dentro y fuera del país.

Buscan, al mismo tiempo, asesoramiento y soluciones personalizadas, ya sea para inquietudes vinculadas con su vida personal, profesional o a la hora de tener que decidir en qué invertir.

Las entidades, conscientes de este nivel de exigencia y requerimientos, han venido ampliando su gama de prestaciones, entre las que se destacan:

1. Servicio Concierge Personal

2. Reserva de hoteles en línea

3. Seguros de accidente en viaje

4. Seguros de compra protegida

5. Programa Priority Pass

6. Protección contra Robo y Asalto en ATM

7. Garantía Extendida

"Sacar una tarjeta premium sin aprovechar los beneficios es uno de los gastos más tontos que podrías hacer", afirma el ejecutivo de cuentas de un banco extranjero líder en ese campo.

"La gran diferencia entre este tipo de tarjetas y las demás son las recompensas. Si se cuenta con un producto de este tipo y no se le está sacando rédito a sus beneficio, es dinero tirado a la basura", añade.

Claro está que para "pertenecer" es necesario hacer frente a una erogación que en términos anuales -sumando costo de renovación más comisión por mantenimiento mensual- puede rozar los $4.000 anuales.

En términos de moneda dura, si se quiere hacer una comparación internacional, escala a los u$s260.Una tarjeta de iguales características emitida por un banco de primera línea en Uruguay le cuesta al usuario entre u$s70 y u$s110 en términos anuales.

Es decir, menos de la mitad que en la Argentina. Siguiendo con los comparativos:

-En Brasil, oscila entre los u$s120 y los u$s240, según el banco.

-En Paraguay, de u$s190 a u$s250 anuales, incluyendo gastos de mantenimiento.

-En el caso de Chile, el costo ronda los u$s150 anuales.El atractivo de quedarse con el Citi

El interés de los bancos por captar clientes de este segmento se explica principalmente por aplicar el llamado "cross selling".

En otras palabras, por tenerlos más a mano para luego ofrecerles una amplia gama de productos de los que pueden disponer a raíz de su nivel de ingresos, situación patrimonial y tipos de consumo.

En líneas generales, los ejecutivos del sector señalan que:

-Este tipo de clientes representa hasta un 15% de su cartera total.

-Sin embargo, mueven hasta las tres cuartas partes del dinero financiado con tarjetas.

Además, su flujo de gastos suele ser más regular que el resto. Es decir que en aquellos momentos en los que crecen las restricciones presupuestarias para otros segmentos de la sociedad, este grupo se presenta como más inelástico a la hora de achicar gastos.

Para Marcelo Zárate, director general de zonabancos.com, las posibilidades de crecimiento en este nicho son enormes.

Esto, si se tiene en cuenta que la cuota de mercado potencial ronda el 15% de la población. De ese porcentaje, menos del 2% accede a esta clase de servicios.

Los volúmenes que movilizan los bancos a partir de las comisiones cobradas a los segmentos más altos, hizo que el negocio de las tarjetas de crédito en distintos países (Estados Unidos, por ejemplo) haya cambiado.

"Muy pronto los bancos ganarán más ingresos en concepto de cuotas y cargos anuales que lo que históricamente han recibido por intereses", afirma a The Wall Street Journal Robert Hammer, especialista de esta unidad de negocios y director de una firma de consultoría de tarjetas bancarias.

Esta referencia no es casual. Más bien, tiene que ver con el enorme interés que produjo en el mercado local la venta del segmento minorista del Citi en la Argentina.

No por nada, y ya en "semifinales", compiten palmo a palmo:

-Santander

-BBVA Francés

-Macro

-Galicia

Por estos días, han venido haciendo números finos sobre el precio a ofertar después del "due dilligence" en la que las cifras de la entidad estaban por debajo de las expectativas previamente fijadas.

La operación se timonea directamente desde Nueva York y el próximo paso es la selección de dos entidades.

Luego, en una ronda de competición entre ambas, el Citi buscará maximizar el precio a percibir, que podría llegar a los u$s250 millones, según confiaron fuentes a este medio.

Quien resulte ganador realizará un desembolso de esta magnitud por una sencilla razón: el atractivo que genera la captación de este tipo de clientes. ¿Qué se necesita para ser Premium?En líneas generales, los bancos exigen ingresos mínimos por encima de los $25.000 o, en todo caso, apuestas de inversión en la misma entidad que superen los $200.000.

Este tipo de plásticos usualmente es colocado en forma selectiva por dos razones: el ingreso y el historial crediticio. Este último punto es la principal causa que hace que muchas personas no puedan contar con un plástico de este tipo.

Para disgusto de quienes las pagan, las comisiones que cobran los bancos volverán a subir a partir de septiembre.

El incremento rondará el 20%. Un previsible amesetamiento del precio del dólar en el corto plazo hará que en moneda dura los cargos aumenten en igual proporción.

Esta suba será la primera que podrán realizar las entidades sin tener que ajustarse a los topes que solía imponer el Banco Central.

Al momento de concretarse, será la segunda vuelta de incrementos en lo que va de 2016, de modo tal que el repunte acumulado será del 45%.

De esta manera, el monto de renovación anual pasaría de los actuales u$s260 a superar los u$s300 anuales.

Ante el impacto que esta medida podría generar en los bolsillos de sus clientes, cada banco deberá incorporar una opción en su página web denominada "comparación de precios", a los efectos de que los usuarios puedan verificar los costos de otras entidades.

Esta opción puede ser de interés para muchos, aunque se corre el riesgo de encontrar productos muy parecidos, casi idénticos en la mayoría de los casos, pero con diferencias de precios que pueden sorprender a más de uno.

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