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No todos los superiores serán abiertos a poner en marcha la iniciativa de un empleado. Análisis previo, discurso adecuado y la paciencia serán la clave
11/08/2016 - 13:55hs

Todos los empleados tuvieron al menos alguna vez una gran idea sobre cómo mejorar la situación laboral en su empleo o potenciar los resultados de negocios.

Sin embargo, no todos los jefes están dispuestos a aceptar una iniciativa cuando proviene de un empleado o no es fruto de su propia creación.

Para que sea aceptada una idea, en principio es necesario tener su objetivo claro, su viabilidad demostrada, y presentarla de un modo atractivo. Luego es fundamental "vestirla" para que pueda materializarse.

Los expertos en recursos humanos explican que es difícil que los compañeros de trabajo y los superiores crean que la idea de un empleado va a funcionar si no sabe "venderla". De ahí la importancia de elaborar una estrategia que consiga que quién deba aceptarla, decida llevarla a cabo.

Por ello, la comunidad laboral Trabajando.com-Universia elaboró un conjunto de claves para favorecer ese camino a que la propuesta se haga realidad. 

1. Una vez elegido el destinatario adecuado, se debe transmitir el mensaje de forma clara y concisa; como si se tratase del "elevator pitch" que los emprendedores presentan a sus posibles inversores. Es conveniente practicar para elegir cuidadosamente cada palabra del discurso.

2. Toda idea es la solución a un problema o situación específica, por lo tanto, hay que demostrar porqué la propuesta es diferente, innovadora, y hará que la empresa se diferencie de la competencia.

3. Demostrar con datos su viabilidad de tal modo que queden claros sus beneficios para la actividad del departamento o compañía. En esta fase, también definir los recursos económicos y humanos necesarios para desarrollarla.

4. Definir los plazos y tareas a seguir. Recordar que siempre será mejor hablar de un periodo de tiempo más amplio que el que se ha contemplado cuando se preparó la estrategia de lanzamiento y ejecución.

5. Nunca plantear la solución que ofrece la idea atacando a alguien, o parecerá que no cuentas con argumentos o conocimientos sólidos para su defensa.

6. Tener siempre preparadas las respuestas a las posibles preguntas que podrían tirar por tierra la idea. Analizar los posibles efectos negativos que podría tener en caso de realizarse, para tener preparada de antemano una solución eficiente.

Lo más importante es creer en la idea y ser capaz de defenderla con argumentos concretos, que dejen en evidencia que no sólo es algo que te gustaría hacer, sino que también investigaste la industria, los pros y los contras de tu propuesta que harán de ella una excelente inversión de recursos para la empresa.

Como explica Javier Caparrós, director general de Trabajando.com España, "es necesario realizar un estudio previo al desarrollo de la idea o propuesta de negocio. Un análisis FODA te permitirá ver con claridad las fortalezas y debilidades de tu propuesta, además de ayudarte a detectar posibles obstáculos con los que te puedes encontrar, pudiendo así pensar en las soluciones para evitarlos".

Por último, no olvidar que la clave del éxito es la perseverancia y paciencia. Ser constante y trabajar para lograr el objetivo.

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