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Las compañías apuntan a que no existan diferencias entre empleados que se desempeñan en sus instalaciones y los que trabajan remotamente
17/08/2016 - 12:10hs

Atrás quedaron los días en los que se debatían los temas laborales en una reunión en la oficina, y donde los colegas se encontraban sentados del otro lado del escritorio.

Hoy, para trabajar en equipo ya no es necesario estar ubicado en el mismo sitio y es posible incluso desarrollar proyectos codo a codo con alguien que no se conoce personalmente, o que se encuentra en un país lejano, del otro lado del globo.

Por lo que vemos, está tendencia se irá consolidando cada vez más. Según el estudio Citrix TechnologyLandscape 2020, para los próximos años se estima que los empleados trabajen el 20% del tiempo en la oficina y el 80% restante desde cualquier otro lado; ya sea en los edificios de clientes, espacios públicos, la propia casa, o incluso desde el transporte que toman a diario.

Esto muestra que las instalaciones de la organización ya no serán el lugar donde transcurra la mayor parte de la jornada laboral.

¿Por qué hablamos entonces de la "no-oficina"? Porque a través de la incorporación de tecnologías de movilidad empresarial, como virtualización de escritorios y aplicaciones y administración de dispositivos móviles hoy se busca que no haya diferencia entre un empleado que está en el edificio de la organización y otro que está fuera.

Todos ellos acceden a su información como si se encontraran de forma remota, y cuentan con las mismas facilidades sin importar el dispositivo que utilicen o el lugar en donde estén.

Las razones y los beneficios que conlleva este cambio son múltiples. Por un lado, permite aprovechar el potencial de los trabajadores sin importar donde residan, optimizar sus tiempos, darles más flexibilidad, y generar dinámicas más efectivas.

Por otro lado, al dejar de estar condicionados a un lugar, se abren nuevas posibilidades de negocio ya que la persona puede ubicarse en donde sea más productiva: en la calle con sus clientes, en un negocio donde pueda generar ventas cruzadas, o incluso haciendo relevamientos por zonas alejadas a la ciudad.

Si bien suena como un panorama muy atractivo, al momento de implementarlo, se deben tener en cuenta ciertas consideraciones. Por ejemplo, no se trata sólo de habilitar la posibilidad de que los usuarios elijan el dispositivo que prefieren, sino de darle también las herramientas para que puedan ser productivos trabajando desde el mismo.

Caso contrario, podrían generarse horas de inactividad por trabajar desde un dispositivo personal que no esté correctamente preparado para la dar respuesta a las actividades laborales.

Otro aspecto importante es la seguridad de la información. Al tener empleados trabajando fuera de los límites de la organización, la preocupación por la seguridad aumenta, y es común escuchar consultas como: ¿qué sucede si roban un dispositivo?, y, ¿qué pasa si me conecto en una red pública de un bar para acceder a documentos corporativos?

Sin dudas estos interrogantes son válidos, pero con las tecnologías de virtualización, es posible mantener segura la información, ya que se aloja en un data center y no en el mismo dispositivo, entonces si se sufre un robo o una pérdida, es muy sencillo dar de baja el acceso.

Por otro lado, si se trata de una red insegura, como los datos no viajan al dispositivo, sólo se podrá acceder a una imagen de ellos que no puede ser interpretada.

En conclusión, la era de la "no-oficina" ya está entre nosotros, e irá tomando cada vez más relevancia. Con la preparación adecuada, estamos seguros que todas las organizaciones podrán sacar el mejor provecho de esta situación, y veremos transformarse la dinámica laboral, mutando hacia un modelo más efectivo y con múltiples beneficios para empleados y empleadores.

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