En un gesto político de fuerza que busca mostrar un límite, el Gobierno recurrió ayer a la Gendarmería para desalojar la Autopista Buenos Aires-La Plata y anunció que denunciará a los piqueteros que destrozaron vehículos a piedrazos.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, usó su cuenta en Twitter para destacar el accionar de la Gendarmería, que desalojó la autopista con balas de goma, mientras recibía piedras y palos arrojados por los manifestantes. Desde ahí, adelantó que la cartera que maneja avanzará con las denuncias.

De esta manera, el ministerio de Seguridad busca dejar en claro cuál es el límite para las irrupciones en el espacio público y posicionarse frente al escenario de conflictividad social que algunos sectores agitan para fin de año. El objetivo político parece ser marcar un claro antecedente.

Más tarde, con la formalidad de un comunicado, el Ministerio dio su versión de los hechos. Aseguró que, "luego de la negativa" de los piqueteros "a despejar la zona, Gendarmería Nacional Argentina actuó, desalojando a los manifestantes y notificando de la situación a la Unidad Fiscal de Investigación".

"Los manifestantes arrojaron piedras y generaron robos, destrozos de bienes y ataques a los automovilistas allí presentes, quienes, a su vez, sufrieron roturas en los vidrios de sus autos. Es por ello que el Ministerio de Seguridad realizará una denuncia penal para identificar y sancionar a cada uno de los responsables", concluye el comunicado.

El corte de la autopista se produjo a la altura de Dock Sud, desde el mediodía y terminó a las 15, cuando la Gendarmería avanzó sobre los manifestantes y los expulsó de la calzada.

La autopista es jurisdicción federal, por lo que le corresponde al Ministerio de Seguridad dirigir el operativo de la Gendarmería y aplicar el denominado protocolo antipiquetes.

Según los testigos, la llegada de los uniformados a la autovía se produjo luego de que al menos dos vehículos, un utilitario y un micro, recibieran piedrazos que destrozaron sus vidrios. 

El desalojo se produjo luego de un breve diálogo entre el encargado del operativo y un representante de los manifestantes, pertenecientes a la CTD-Aníbal Verón. Si bien los piqueteros dijeron que se retirarían a las 15, minutos antes la Gendarmería avanzó y se produjo el desalojo. Los efectivos usaron balas de goma y fueron agredidos con piedras y palos.