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Durante los primeros siete meses, el saldo fue de u$s754 millones. Esto, ayudado por una caída en el valor del crudo, que fue superior a la de los granos
25/08/2016 - 00:18hs

En julio, el comercio exterior argentino cayó un 14%, explicado por una contracción tanto de las exportaciones (casi 11%) como de las importaciones (-17%). 

El mes pasado, la mayor baja de las compras al mundo significó un superávit de la balanza comercial de u$s270 millones, lo que implicó una importante mejora frente al rojo de u$s100 millones del mismo período de 2015. 

Así, en julio se siguió consolidando el saldo positivo entre exportaciones e importaciones. En términos acumulados, en los primeros siete meses del año el superávit es de u$s754 millones, cifra que contrasta con el déficit de casi u$s590 millones de igual lapso del período anterior. 

Sin embargo, desde la consultora Abeceb advirtieron que esta mejora obedeció, en gran medida, a una mejora en los términos de intercambio para la Argentina. Es decir, los valores de las mercaderías que exporta e importa.

"El ahorro en importaciones por la caída en el precio del crudo más que compensó la caída en las exportaciones por los menores precios de la soja y los principales cereales", indicaron desde la consultora. 

Según Abeceb, si se hubiesen registrado las mismas cotizaciones que durante igual lapso de 2015, entonces la Argentina no sólo no hubiese tenido superávit sino que hubiese registrado un déficit de casi u$s1.050 millones entre enero y julio. 

Radiografía de la balanza

En julio, las exportaciones alcanzaron los u$s4.960 millones, con una caída generalizada de todos los rubros a excepción de los productos primarios, que crecieron un 9%.

En dicho segmento se destacaron los mayores envíos de cereales, hortalizas y legumbres y minerales metalíferos. Mientras tanto las exportaciones de poroto de soja disminuyeron un 7% en el mes.

En cuanto a las manufacturas agropecuarias, el retroceso ascendió al 20%, con una fuerte contracción de los envíos de los derivados de la soja (aceite y harina), a pesar de un crecimiento del 2% en los precios.

"Esto se puede explicar por un mayor uso interno de ambos insumos, para alimentación animal y biodiesel, además del fin la liquidación de los stocks retenidos", señalaron desde Abeceb. 

Respecto de las exportaciones industriales, las mismas registraron una caída de casi 12%, lo cual representa una "desaceleración respecto a las variaciones de los meses anteriores", según la consultora.

Los analistas destacaron que en esto "inciden las bajas bases de comparación (tras 25 meses de caídas consecutivas)".

Sin embargo, hay una buena noticia, que es clave para el Gobierno: esta menor contracción obedece a una desaceleración en la caída de los indicadores de actividad brasileños, lo que darían cuenta de que la economía vecina (principal demandante de nuestras manufacturas industriales) en cierta forma ha “tocado fondo”, aunque claramente sigue en recesión.     

En cuanto a las importaciones, las mismas registraron una caída del 17% durante julio.

"Lo más llamativo en el mes fue el comportamiento de las cantidades importadas, que retrocedieron por primera vez en el año (-6,3%), en el marco de una menor demanda interna por la recesión económica local", señalaron desde Abeceb. 

Si bien la caída es transversal a todos los segmentos, en julio se destacaron las menores compras de bienes intermedios (-23%) y piezas y accesorios de bienes de capital (-29%).