Francia y Alemania quieren que la Comisión Europea (CE) legisle sobre las mensajerías en línea para que los operadores tengan las mismas obligaciones en todos los países y las autoridades puedan acceder a las comunicaciones entre terroristas, en particular ante el obstáculo de la codificación.

En una iniciativa común presentada en París, los ministros de Interior de Francia, Bernard Cazeneuve, y Alemania, Thomas de Maizière, subrayaron que “todos los operadores, sean proveedores de acceso a Internet o de comunicaciones electrónicas, deben estar sujetos a las mismas obligaciones en la cooperación judicial”.

Para eso, pidieron a la Comisión Europea que “estudie la posibilidad de un acto legislativo” que, en caso de materializarse permitiría imponer obligaciones a los operadores no cooperativos, para en particular “retirar contenidos ilícitos o descodificar mensajes, exclusivamente en el marco de investigaciones judiciales”.

Cazeneuve puntualizó que no se trata de cuestionar la codificación de comunicaciones de aplicaciones como Telegram o WhatsApp, que permite garantizar la seguridad de su contenido, pero que en caso de que haya un procedimiento judicial deben poder “ser identificadas y utilizadas como elementos de prueba” por los policías y magistrados.

A ese mismo respecto, su intención es “armonizar las prácticas de los diferentes Estados miembros” sobre las demandas a los operadores para retirar contenidos de propaganda terrorista.

Francia y Alemania quieren que se refuerce la Unidad Referente de Internet que desde hace un año está operativa en el seno de Europol, dirigida por un policía francés, y que ha permitido la supresión de 10.000 contenidos que incitaban al terrorismo o al odio.

También para contribuir a la seguridad en el espacio Schengen, los dos ministros indicaron que para garantizar la libre circulación hace falta, cuando la situación lo requiera, restablecer controles fronterizos y eso exige “un instrumento jurídico” que permita su restablecimiento con “modalidades más flexibles y mejor adaptadas a la amenaza terrorista”.

Para la futura agencia europea de agentes de fronteras y guardacostas, indicaron su intención de que de aquí a finales de año se organice un ejercicio de “simulación de crisis” en las fronteras exteriores para poner a prueba su eficacia y la rapidez en el despliegue.

París y Berlín prometieron que pondrán 170 y 225 agentes respectivamente para un contingente que debe componerse en total de 1.500 y que tendrá que poder desplegarse en cinco días en caso de crisis.

Sobre el registro europeo de pasajeros aéreos (PNR por sus siglas en inglés) los dos titulares de Interior dijeron trabajar para que los países de la UE lo pongan en marcha “lo más rápido posible”.

Cazeneuve avanzó que el dispositivo francés estará “plenamente operativo” de aquí a finales de año”.

En cuanto a las bases de datos de identidades de sospechosos y de personas buscadas, los ministros hicieron hincapié en que “es necesario que la UE cree un sistema europeo unificado para la gestión de las identidades”.

En esa misma línea, apostaron por “mejorar la interconexión de los sistemas internacionales de seguridad y de gestión de las fronteras”.

Todas estas propuestas franco-alemanas serán discutidas en la próxima cumbre europea que se celebrará en Bratislava el 16 de septiembre.