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El economista Luis Palma Cané analiza la exposición que realizó la presidenta de la Reserva Federal en el tradicional Simposio de Política Monetaria
26/08/2016 - 19:10hs

La Reserva Federal de Kansas organizó este fin de semana su tradicional "Simposio de Política Monetaria" el cual, anualmente, congrega a los principales banqueros y economistas del mundo.

En ese escenario, el mercado sigue atentamente las exposiciones de los concurrentes, en especial la que formula la presidente de la Reserva Federal (Fed) de los EE UU.

En esta oportunidad el speech de Janet Yellen era muy esperado en función de que podría dar alguna señal sobre cuándo y cómo sería la próxima suba de tasas. A este respecto, es conveniente recordar que, luego de casi una década sin aumentos, recién en diciembre pasado la Fed elevó la tasa de 0,25% a 0,50%.

Finalmente, esta mañana, Yellen realizó su presentación referida en esta ocasión al pasado, presente y futuro del conjunto de las herramientas monetarias disponibles para los formuladores de políticas.

Obviamente, lo más importante fue su referencia al estado actual de la economía estadounidense y la probable evolución de la suba de tasas. Respecto al primer tema, reafirmó su visión positiva:

•La actividad sigue en expansión, apoyada en un sólido crecimiento del consumo

•El crecimiento ha sido suficiente para fortalecer aún más el mercado laboral, el cual ha generado -durante el último trimestre- un promedio mensual del orden de los 200 mil nuevos empleos

•Si bien la inflación aún permanece por debajo del objetivo del 2%, se advierte que el fortalecimiento de la demanda de trabajo permitiría en el mediano plazo alcanzar dicha meta

Teniendo en cuenta este escenario, la Reserva Federal anticipa que nuevos incrementos en la tasa de referencia serán necesarios para "lograr y sostener" -tal como lo mandan sus estatutos- una economía con pleno empleo y estabilidad de precios. Más aún, la presidenta sostuvo que la probabilidad de un próximo ajuste "ha aumentado en los últimos meses".

Sin embargo, mantiene su tradicional posición en el sentido que la decisión se tomará en función de la evolución de los indicadores macroeconómicos (en especial los de empleo, inflación, crecimiento y productividad) , que el proceso será gradual y que no existe un sendero temporal predeterminado.

En síntesis, se mantiene la visión positiva de la economía y el enfoque de la tasa "dato dependiente". Lo que agregó en esta oportunidad es lo que estaba esperando el mercado; esto es: de mantenerse las condiciones internas y externas, la suba de tasas está próxima.

En consecuencia, todo indicaría que en septiembre -o quizás, después de las elecciones de noviembre- se produzca un primer ajuste, no mayor a 25 puntos básicos. Si este fuera el caso, la tasa de referencia alcanzaría para fin de año un nivel de 0,75% .

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