El gobierno de Mauricio Macri interpretó que las primeras horas de la Marcha de la Resistencia desnudaron poca adhesión al sector que lidera la ex presidenta Cristina Kirchner, a quien el macrismo le atribuye intenciones de instalar que "el Gobierno no podrá terminar su mandato". 

Entre otros, apuntan a  intendentes y organizaciones sociales kirchneristas como aquellos que alimentan la caída de Macri.

En ese sentido, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, denunció una supuesta intención del kirchnerismo de destituir al Presidente. "Por las actitudes, no lo han dicho así explícitamente pero claramente hay un sector de la dirigencia, minoritario por suerte, pone permanentemente palos en la rueda", dijo a una radio porteña.

Y agregó: "Hay algún dirigente que quiere que Macri no termine su mandato; a alguno que otro se le escapó decir que mejor que Macri se vaya con su Gobierno cuanto antes".

En tanto, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo señaló en su cuenta de Twitter que "hay sectores que buscan el conflicto permanente y absoluto en lugar de la cooperación. Las guerras no desarrollan pueblos sino que los destruyen". 

Al menos 30 organizaciones sociales y políticas se concentraron frente a la Casa Rosada en la marcha del cristinismo contra Macri bajo la consigna "Por el derecho a trabajar, resistir sin descansar, Cristina Conducción".

Fuentes cercanas al macrismo consideran que los allegados a la exmandataria fomentan estas marchas porque “se agravan sus problemas judiciales" de Cristina Kirchner.

Pero Macri no querría que su antecesora sea detenida, porque sería en este contexto un factor de conmoción política y porque considera que la ex presidenta desde el llano lo ayuda a polarizar el discurso y legitimar sus políticas.