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El titular de la central fabril le advirtió al Presidente en una carta sobre la "deslealtad comercial" de los productos procedentes del país asiático
30/08/2016 - 12:36hs

El presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Adrián Kaufmann, le pidió este lunes al Gobierno "replantear el vínculo" comercial con China ante una reprimarización de las exportaciones locales y la explosión de las importaciones de origen industrial en los últimos diez años.

Kaufmann reveló que le envió una carta al presidente Mauricio Macri y su gabinete para advertir que China no cumple con los requisitos para ser considerada una economía de mercado, por lo que hay que tener especial cuidado con los productos que provienen de allí a bajo precio.

El Comité Ejecutivo de la UIA tomó la decisión de advertir a Macri, quien el miércoles partirá a la cumbre del G20 en Beijing, en línea con lo realizado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil, en medio de una alicaída economía global.

Macri partirá a China para participar entre el 4 y el 5 de septiembre de la cumbre del G-20 junto a su ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger; allí se reunirá con el presidente de Rusia, Vladimir Putin y el chino Xi Jinping.

Kaufamann dijo este lunes en el "Seminario sobre el rol de China en la Industria Latinoamericana", en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, que "la industria argentina quiere y debe competir internacionalmente, pero en condiciones de igualdad y no en un contexto caracterizado por deslealtades comerciales".

El jefe de los industriales argentinos planea reunirse en la segunda semana de septiembre en la sede de la UIA en el centro porteño con el presidente de la CNI, Robson Braga de Andrade, para aunar criterios de presión hacia los Gobiernos locales, con el objetivo de una mayor firmeza ante los intereses chinos.

China es la segunda economía del mundo y representa el 15% del Producto Bruto Industrial del planeta, por lo que ejerce fuertes presiones hacia sus socios, clientes y proveedores, marcando claras asimetrías para con la Argentina y cualquier otro país que quiera profundizar su tejido industrial.

Por ello, Kaufmann solicitó a Macri que su Gobierno diseñe estrategias de inserción internacional inteligentes y que puedan sostenerse en el largo plazo.

"La relación de la Argentina y China se encuentra en una encrucijada porque que el vínculo que hoy marca el compás del intercambio comercial dibuja una panorama bastante desalentador", evaluó el presidente de la UIA.

La balanza comercial con el gigante asiático es deficitaria en función de los requerimientos chinos de bienes primarios de los cuales la Argentina es proveedora y la importación local de productos manufacturados desde ese país.

Desde que se sumó a la OMC en 2001, China no logró cumplir con lo requerimientos para ser considerada una economía de mercado por todos los países miembro, lo que significa que sus costos y precios son muchas veces más bajos que los de otros países con los que compite en determinados rubros productivos.

Socios sí, meros clientes no

Tras reconocer Kaufmann que China tiene un rol central en el tablero geopolítico mundial, interpeló a la sociedad latinoamericana a discutir cuál será el próximo estadío de esta relación, como encausarla y cuáles serán las estrategias nacionales y regionales.

Con la actual sinergia, postuló Kaufmann, es desfavorable para la Argentina dado que ya en 2011 la influencia del gigante asiático se hacía notar en Buenos Aires porque había pasado a ser el segundo mercado más importante.

La participación de China en el total de exportaciones argentinas creció del 3% en 1998 al 9,5% en 2015, lo que se correspondió casi directamente con la caída de ventas al Brasil que pasó del 30,1% al 18% y de EE.UU., de un 8% a un 6%.

Pero lo que más preocupa a la UIA pasa por lo que ocurrió con las importaciones: China pasó de representar el 4% en el 2000 al 20% en el 2015, lo que originó un significativo aumento del déficit de productos industriales, más de 32.000 millones de dólares en 2015.

"Sólo el déficit de manufactura de origen industrial alcanzó en 2015 los 11.435 millones de dólares con China. El 40% de las compras argentinas a ese país fueron productos con alto contenido tecnológico. Y el 99% fueron bienes industriales", precisó.

Eso -dijo el empresario- no es una abstracción numérica sino una "relación asimétrica" que repercute en la generación de empleo, en la proyección de carreras técnicas, en la inversión en tecnología y en la federalización productiva.

Por ello, Kaufmann le pidió al Gobierno que encare "un replanteo en el vínculo" para que se pueda reconstruir "de una manera más inteligente", que permita exportar mayor valor agregado.

La Argentina aumentó la exportación de materias primas y disminuyó la exportación de productos con valor agregado: en el 2007 el 50% de las ventas a China eran porotos de soja y en la actualidad lo es el 70%; y el envío de aceites de desplomó del 27% al 7%.

Eso configura una fuerte reprimarización de las exportaciones argentinas al gigante asiático.

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