La Bolsa de Sao Paulo cerró este martes casi estable (-0,06%), en 58.575 puntos, mientras el Senado brasileño celebraba el debate final antes de la votación que, si se cumplen los pronósticos, decidirá la destitución de la presidenta Dilma Rousseff el miércoles.

El parquet paulista había concluido la sesión del lunes con un alza del 1,55%, en 58.610 puntos, en una jornada marcada por la comparecencia de la mandataria en la cámara alta, donde se defendió durante 14 horas y pidió a los legisladores que votaran contra su impeachment.

Este martes, entre lágrimas, gritos y referencias a Dios, el Senado se adentró en el debate final antes de decidir el miércoles si destituye a la presidenta, un desenlace que todos ya dan por sentado en Brasil.

Cada vez más aislada políticamente, agobiada por la peor recesión económica desde los años 1930 y con su partido ametrallado por denuncias de corrupción, Rousseff fue suspendida de su cargo en mayo por acusaciones de maquillar las cuentas públicas.

Si todo sale tal como pronosticaron los sondeos, Michel Temer, presidente interino desde mayo, gobernará el país hasta completar el mandato al final de 2018.

La sesión del martesSegún el diario Folha de Sao Paulo, entre los senadores que hablaron con la prensa y ya anticiparon cómo votarán en el impeachment se contabilizaron 54 votos a favor de la destitución de Rousseff, 20 en contra y 7 indecisos.

Los debates del martes tampoco parecieron convencer a unos senadores que, en su mayoría, dicen tener ya una opinión formada y, según sondeos, mayoritariamente favorable a la destitución.

Este martes tomó la palabra la abogada de la acusación, Janaina Paschoal, quien consideró probados todos los cargos contra la mandataria y exigió al Senado su destitución.

"El fraude está comprobado" y "los senadores no pueden votar al margen de esa realidad", declaró Paschoal,