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Es por los acuerdos semestrales y la reapertura de paritarias. Vuelven a negociar empleados de comercio, construcción y los estatales 
04/09/2016 - 05:08hs

El segundo semestre viene complicado para el Gobierno.

En medio de los reclamos de reapertura de paritarias y las crecientes protestas, los funcionarios intentarán en los próximos días ponerle un freno a aquellos gremios que, tras acordar una suba en el primer semestre, ahora buscan cerrar el último tramo de sus negociaciones con pedidos anuales de más del 40%.

En primera fila están el sindicato de empleados de comercio, los obreros de la construcción y los estatales de UPCN, que representan a más de 1,5 millón de trabajadores.

El secretario general de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys), Armando Cavalieri, anticipó que a fines de mes planteará a las cámaras del sector una recomposición del 25% para el semestre septiembre-febrero.

"En el primer semestre de abril-septiembre firmamos por el 20% (más suma fija de $3.000) y ahora vamos a pedir el 25%", anticipó el sindicalista.

También firmaron convenios cortos los trabajadores de la industria frigorífica, el personal de estaciones de servicios, papel, cartón y químicos, juegos de azar, plásticos, encargados de edificio, y los gráficos bonaerenses. Los choferes de colectivo firmaron un 29% por 9 meses.

En el Ejecutivo, sin embargo, miran con preocupación la discusión salarial del segundo semestre. La decisión de segmentar la negociación de las actividades con mayor número de empleados le evitó a los funcionarios diferir los aumentos en el tiempo en medio de la escalada de los precios. El problema es que ahora temen que se convierta en un boomerang, con más reclamos y conflictos.

Atentos a los movimientos gremiales, en los despachos oficiales se preparan para "intervenir". El objetivo del macrismo es que la recomposición de los acuerdos semestrales ronde el promedio alcanzado en paritarias, que osciló en torno al 35%.

"Va a intervenir mucho el Gobierno, hay gremios que están pidiendo reabrir la paritaria y tampoco van a dejar que eso se vaya por las nubes", confió a este medio un directivo de la Cámara de Comercio.

Uno de los mayores temores en la Rosada es que los últimos incrementos del año incentiven a otras organizaciones a reabrir sus paritarias.

Ese fue una de las consignas que este viernes resonó en la Plaza de Mayo, donde cerró la Marcha Federal con una convocatoria masiva.

"Queremos un salario para todo el mes, que reabran las paritarias ya", dijo el titular de la CTA kirchnerista, Hugo Yasky ante una multitud de manifestantes.

La medida iniciada el miércoles por la noche por las dos CTA y algunos gremios de la CGT, entre ellos bancarios y camioneros, contó con una fuerte presencia de los docentes de la provincia de Buenos Aires.

Desde julio los maestros reclaman un plus para llevar el aumento anual al 50%. En tanto, los cinco gremios aeronáuticos también desafían los parámetros oficiales con un pedido similar.

Pese la presión sindical, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, volvió a ratificar este viernes su rechazo a la reapertura de la discusión salarial.

La señal de endurecimiento llegó luego de mantener la primera reunión con la cúpula de la CGT unificada, que le planteó su "preocupación" por el empleo, la caída de la actividad y la inflación, y advirtió que el próximo 23 la central va a "hacer una evaluación" de la convocatoria a eventuales medidas.

Días atrás, el titular de Economía, Alfonso Prat Gay, había justificado también las medidas de ajuste.

"Muchos de los que han perdido el trabajo conocen que este era el único camino", sostuvo, y a continuación señaló que "la inflación dejó de ser un tema", por lo que rechazó la posibilidad de reabrir la discusión salarial.

Los sindicatos que se alistan para cerrar sus paritarias semestrales, en cambio, tienen una expectativa diferente.

En su defensa argumentan que el IPC de la Ciudad proyecta una inflación anual del 47%; el IPC Congreso, del 45,3%; y el índice de San Luis, 42,9%. Son más de 10 puntos de la pauta que ahora prevé instalar el oficialismo.

El otro dato oficial que cita el gremialismo es el que ventiló a fines de junio Prat Gay desde Estados Unidos, cuando reconoció una inflación anual del 42% a contra mano del resto del gabinete.

"Yo no los entiendo vas al Ministerio de Trabajo y te dicen una cosa y si hablás con otro funcionario te dicen otra", se quejaron en el gremio de Comercio liderado por Armando Cavallieri.

Dos fotosLa reunión del Gobierno con la CGT no fue en cualquier momento, sino que coincidió con una las marchas sindicales más importantes que enfrentó hasta ahora el oficialismo.

Por ello, la foto protocolar tuvo un timing perfecto: sirvió a los funcionarios para mostrarse comprensivos ante las quejas sindicales por la pérdida de poder adquisitivo y los despidos.

Triaca calificó de "profundo y maduro" el diálogo mantenido con el triunvirato cegetista.

En el mismo sentido, el coordinador del Gabinete, Mario Quintana, aseguró que "se tocó el tema de las importaciones y el temor de que afecte el empleo, pero nosotros dijimos claramente que vamos a cuidar y no vamos a soltarle la mano al sector productivo".

Mientras tanto, en las calles se observó un clima de malestar y protesta. Una de las columnas que encabezó la Marcha Federal llevaba como bandera el viernes la "reapertura de paritarias".

La movilización bloqueó este viernes por la mañana los cinco puentes de acceso a la Ciudad y concentró contingentes desde el NOA, NEA, Cuyo, Patagonia este y Patagonia oeste.

La amplia convocatoria llevó en los últimos días a que se sumaran el Sindicato de Choferes de Camiones y el de los Trabajadores del Peaje, conducidos por los hijos de Moyano, Pablo y Hugo.

Hacia dentro de la central son varios los que hacen un balance crítico de las medidas económicas.

"Te entiendo que en cuatro meses no caminen en la dirección, pero ya van ocho", le dijo un sindicalista días atrás a un funcionario de Triaca.

Del esperado encuentro lo único que se pudo llevar el sindicalismo fue la promesa del Gobierno de "analizar en conjunto" el proyecto de modificación de las escalas del Impuesto a las Ganancias que el Ejecutivo enviará al Parlamento para recién discutir en 2017, y una posible cita con el Presidente, aunque sin precisar fecha.

"Manifestaron su preocupación, pero hemos acordado armar grupos de trabajo" conformados por ambas partes para tratar de dar respuesta a las distintas problemáticas, señaló Quintana.

Además, aseveró: "Creemos que es un momento de dificultades, pero estamos yendo de una transición a un escenario mejor".

Sin tener el control de la calle, como reconocen dentro de Cambiemos, mantener aceitados los lazos con el sindicalismo peronista se convirtió en una cuestión clave para el Gobierno.

Durante el primer semestre la "prudencia sindical" no evitó que la CGT denunciara la pérdida de hasta 10 puntos del salario frente a la inflación, pero la mantuvo alejada en gran parte de las protestas.

Con todo, la segunda fase de las paritarias semestrales incomoda al oficialismo.

Si los sindicatos logran subas cercanas o superiores al 40%, como pretenden en más de un caso, eso le daría más argumentos a aquellos sectores como los maestros y los telefónicos, que exigen la reapertura salarial.

Esta semana el Sindicato de los Trabajadores del Azúcar del Ingenio San Martín del Tabacal cerró un alza de 41,3% después de un conflicto que incluyó 75 días de huelga y la represión de las fuerzas policiales salteñas.

En tanto, el Sindicato del Neumático, ahora dirigido por la izquierda, intentó acercarse al máximo al aceptar un 37% en dos tramos más una suma fija de 4.500 pesos.