"Imagoniñeras surge de observar a los niños y sus familias tanto en mi actividad pedagógica como fuera de ella", cuenta María José Fernández, la iniciadora de un proyecto que propone un ámbito de entretenimiento pensado por y para los chicos.
Y agrega que "una de las inquietudes profundas es ver en los rostros de los niños expresiones de adultos, menos sonrisas y habilidades para entregarse al juego".
Para ello, Imagoniñeras propone una serie de actividades a los chicos, para que puedan pasar un tiempo lindo y lleno de juegos mientras que sus papás están ocupados.
¿Cómo funciona?
"Los padres se contactan, coordinamos una entrevista, que tiene como objetivo el conocimiento mutuo del profesional y el perfil del o los niños, sus gustos e intereses", cuenta Fernández.
Entonces, se coordinan los detalles de organización.
A partir de allí, comienza la magia: el día establecido, aparecerá en escena el personaje que invita al niño/a a realizar un viaje (dentro del hogar) al mundo del juego, mientras su mamá y papá están fuera de casa.
Éste llegará con una valija repleta de momentos para atesorar, que luego en ese tercer tiempo cada integrante podrá volcar al núcleo familiar.
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