Ser millonario ya no es tan especial como antes. Solo en Estados Unidos hay unos seis millones de personas con activos superiores a u$s1 millón, según un estudio de la firma Boston Consulting Group (BCG).

En China hay 1,3 millones de millonarios. Y en Reino Unido, señala el banco Barclays, uno de cada 65 adultos - unas 715.000 personas- tiene activos de más de 1 millón de libras esterlinas (cerca de u$s1,3 millones).

El banco Credit Suisse estima que puede haber 33 millones de millonarios en todo el planeta. Es por eso que el club de los verdaderamente ricos ahora se titula como "pentamillonarios".

En esa categoría encajan el millón de personas que en Estados Unidos tienen activos personales de más de u$s5 millones disponibles para invertir. El estudio del BCG apunta que es la primera vez en la historia que se llega a ese número.

Son una categoría rápidamente creciente en muchas de las mayores economías del mundo. El informe asegura que cada año los pentamillonarios aumentan en un 5% solo en Estados Unidos.

Esa cantidad de dinero es la que algunos expertos estiman como la cifra necesaria en el país del Norte para vivir sin preocuparse en absoluto por las necesidades de supervivencia financiera.

"Hay asesores financieros que no se molestan en hablarte si no tienes al menos u$s5 millones", dijo Tom Wynn, directivo de Spectrem, firma de consultores especializada en personas de altos ingresos.

Aunque acepta que esa puede ser una cifra relativa, ya que el buen pasar de los sujetos que tienen este capital depende también de sus hábitos y patrones de consumo y ahorro.

En cualquier caso, que Estados Unidos haya llegado al millón de pentamillonarios refleja la aparición de una sustancial clase social de personas que pueden aspirar a vivir muy holgadamente de la renta, con una existencia muy distinta a la de la mayoría de la población con los apremios financieros normales.

En ese marco también, no hay duda que se crea un mercado cada vez más poderoso para los bienes de ultralujo.

"Cuando tienes este grupo grande de personas con esos recursos, va a hacer una diferencia en ciertos segmentos del mercado", le dijo Wynn a BBC Mundo.

No sorprende entonces, por ejemplo, que Rolls Royce pueda vender más de 4.000 de sus caros automóviles cada año, más que nunca antes en su larga historia empresarial.

Y que en las grandes ciudades de Europa, Asia y América del Norte aparezcan constantemente nuevos edificios de departamentos de lujo para atender a estas personas que "lo tienen todo".

Cambio socialLos estudios que cuantifican el número de pentamillonarios en Estados Unidos también sugieren que hay cambios sociales importantes en la composición de ese estrato social.

Un informe de Barrons, una publicación especializada, sostiene que entre los fabulosamente ricos ahora se encuentran más mujeres que antes.

Asimismo, antes estaban casi siempre en las metrópolis como Nueva York, pero hoy se los puede encontrar en un mayor número de ciudades en todo el país.

Mientras que en otros aspectos, son parecidos a generaciones anteriores. "Cuando le preguntamos a la gente cómo hicieron su dinero, nos contestan que a través del trabajo duro, la frugalidad, y tomar las decisiones correctas en el momento correcto", señaló Wynn. 

También con el auge de los pentamillonarios, está aumentando el número de personas que recibirán fortunas heredadas.

Barrons estima que en las próximas dos décadas una cifra cercana a los u$s1.000 millones anuales será traspasada a la siguiente generación mediante herencias familiares.

Y por lo mismo ha surgido una industria creciente de asesores especializados en atender las preocupaciones de los pentamillonarios en torno al efecto que puede tener entre sus hijos el convivir con tanta riqueza.

En cualquier caso, tampoco puede exagerarse el impacto final que tendrá la nueva clase de multimillonarios en un mundo cuya principal característica sigue siendo la pobreza.

Los 33 millones de millonarios del planeta no se notan tanto en una población mundial 224 veces más grande. Y el millón de pentamillonarios en Estados Unidos representan apenas una de cada 320 personas en esa nación.