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El Gobierno evalúa hacer concesiones en esos dos proyectos para evitar una medida de fuerza organizada por el triunvirato que maneja la CGT
24/09/2016 - 15:08hs

El Gobierno aún confía en que tiene tiempo y herramientas para frenar lo que podría ser la primera medida de fuerza de la CGT contra la administración de Mauricio Macri

El plan consiste en llevar a la mesa de negociación cambios en el proyecto de ley de Ganancias y en la reforma de las ley que regula los accidentes de tabajo (ART), dos de los reclamos prioritarios de la central obrera.

Además, la Casa Rosada dará detalles sobre la convocatoria que evalúa con gremios y empresarios para alcanzar un "acuerdo productivo". Esto ocurrirá el jueves, cuando la flamante conducción de la CGT se reúna con parte del Gobierno en el Ministerio de Trabajo.

Antes, la administración de Mauricio Macri negociará con los gobernadores, ya que cualquier cambio en las escalas de Ganancias tiene impacto sobre los fondos de la coparticipación

Eso sucederá el martes, en un encuentro que mantendrán los ministros de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, y del Interior, Rogelio Frigerio, con los mandatarios provinciales.

Dos días después, Héctor Daer, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña estarán frente a frente con Prat-Gay, Frigerio, Jorge Triaca (Trabajo), Francisco Cabrera (Producción) y Jorge Lemus (Salud). 

Aunque aún no trascendió qué cederá, sí habrá cambios en el proyecto del impuesto a las ganancias que impulsa el oficialismo en el Congreso y que habilita una reforma gradual en tres años. 

Los gremios quieren achicar los plazos; incluso, desde el movimiento obrero siempre le recuerdan al jefe del Estado la promesa de eliminar el gravamen que realizó durante la campaña.

El otro punto que podría tener modificaciones tiene que ver con las Aseguradoras de Riesgo de Trabajo. Los sindicatos buscan influir en una reforma que haga hincapié en la prevención de accidentes laborales y no en la reducción de la litigiosidad, como impulsa el Gobierno, indicó a La Nación.

La cuestión de fondo es si lo que llevará a la mesa de negociación el Gobierno alcanza para calmar los ánimos. Nadie en el Gobierno se atreve a asegurar el éxito.

Por eso desde el Gobierno intentan "desdramatizar" un eventual paro nacional. "Ellos [por los gremios] tienen que resolver sus cuestiones. No se termina el mundo por un paro", analizó otro integrante del equipo de Macri.

En la Casa Rosada siguen paso a paso los movimientos que hacen los sindicatos y advirtieron que "no hay ninguna fricción profunda" con la nueva conducción de la CGT.

La determinación que tomó ayer el Comité Central Confederal, que facultó al flamante consejo directivo de la central obrera a adoptar todas "las medidas de fuerza que sean necesarias cuando lo considere oportuno", es leída en el Gobierno como un gesto a favor del diálogo.

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