El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, ratificó en la tarde del lunes que la inflación durante 2017 se ubicará en un rango entre el 12 y el 17% anual.
El funcionario presentó la metodología del régimen de Metas de Inflación que comenzará a aplicarse en 2017.
Sturzenegger explicó esa modalidad en una conferencia de prensa que se realizó en el salón Bosch de la entidad monetaria y difundió también las proyecciones para 2018: calculó una inflación del 8 al 12% y puntualizó, además, que "para 2019 la tasa de inflación rondará el cinco por ciento".
"Es un sistema abierto y sencillo, no es complejo, asi es transparente y creible", dijo la autoridad monetaria y explicó: "Se anuncia una meta de inflación primero y el BCRA pone a su disposición instrumentos para cumplir ese objetivo primordial".
En este sentido, dijo, "la comunicación es fundamental y debe ser transparente. Rinde cuentas a la sociedad".
En tren de ser más claro en la explicación, Sturzenegger, se explayó: "No es una fórmula mecánica, es una lectura muy rica para analizar el proceso inflacionario, porque si la inflación sube, se hace una contención monetaria. Si la inflación baja, se afloja la política monetaria. No tiene una mayor complejidad a eso".
Dos veces al año, agrego entonces el funcionario, "hay que ir al Congreso para rendir cuentas, según dice la carta organica"
¿Cómo funciona un esquema de metas de inflación?
Según la explicación de Ecolatina, la autoridad monetaria anuncia la meta para el año siguiente y en base a ese dato aumenta (o disminuye) la tasa de interés cuando la inflación supera (o perfora) ese objetivo.
De esta manera, las tasas "elevadas reducen la demanda agregada y con ella el aumento de precios, al mismo tiempo que mantienen controlado el mercado cambiario", agregó esta consultora económica.
El titular del BCRA dijo la semana pasada en las Jornadas Monetarias y Bancarias que la "batalla contra la inflación no ha sido ganada" al sostener que una suba de precios del orden del 1% "todavía es elevada".
"El objetivo es tener una inflación baja que nutra el crecimiento. Por ello, consideramos que la batalla contra la inflación recién está empezando ahora y que lo que hicimos fue preparar el campo de batalla y esa batalla está por comenzar", resumió Sturzenegger.
También mencionó que desde el primer momento el "objetivo primordial" del Banco Central era lograr la estabilidad monetaria para "tener una inflación baja y previsible". Es decir, contar con una moneda confiable para los argentinos.
Cabe recordar que, desde abril, las expectativas de subas de precios mostraron un comportamiento descendente, convergiendo al1,5% a partir de septiembre.
Asimismo, Sturzenegger reconoció que debió sumarle unos 12 puntos porcentuales a la inflación núcleo desde que asumió "como parte del proceso de reacomodamiento" que debió afrontar el Gobierno frente al legado económico que dejó el kirchnerismo.
La duda del mercado es si se va a poder cumplir con estos objetivos, ya que el déficit fiscal estimado en el presupuesto para el 2017 presentado en el Congreso es más elevado que las estimaciones previas realizadas por el propio Gobierno.
Incluso, el mismo ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat Gay, dijo la semana pasada que un déficit fiscal proyectado de 4,2% del PBI "es muy alto", aunque agregó que sería "un error" ser "más agresivos" en reducirlo más rápidamente.
Otro dato a tener en cuenta: al inicio del mandato de Cambiemos se estimaba que esta referencia se iba a ubicar en el 3,3% anual.
Con un gasto estatal mayor y en el marco de las elecciones legislativas del 2017, el gran desafío que tendrá Sturzenegger el año próximo para ganar "su batalla" será que la inflación pueda seguir descendiendo. Todo un reto por delante.
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