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La particular construcción ubicada en el Centro de la Ciudad de Buenos Aires podrá visitarse el 29 de octubre durante la Noche de los Museos
27/09/2016 - 01:34hs

En el marco de celebración de los 50 años del edificio Casa Central de Banco Hipotecario, la legislatura porteña homenajeó la emblemática obra con una placa como reconocimiento a su valor cultural y arquitectónico.

El acto de descubrimiento de placa tuvo lugar el viernes 23 de septiembre y contó con la presencia de miembros de la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura, familiares de los autores de la obra y autoridades de Banco Hipotecario.

El edificio fue inaugurado el 15 de julio de 1966, en ese momento como sede del Banco de Londres. Convertido en uno de los referentes más importantes de la arquitectura moderna argentina fue declarado "Monumento Histórico Nacional" en el año 1999.

"Para Banco Hipotecario habitar este edificio, que forma parte del acervo cultural de los argentinos, es justamente darle vida a través de nuestros colaboradores, clientes y toda nuestra cadena de valor. Mantenerlo siempre joven y en movimiento tal como lo pensaron sus autores, es una forma de conservar vivo su legado" expresó Fernando Rubin, Gerente General de la entidad.

Por sus características únicas, el edificio despierta el interés de arquitectos, urbanistas, diseñadores y estudiantes de todos los puntos del país y el mundo. Su aniversario número 50 coincide con los festejos de los 130 años de vida de Banco Hipotecario, por eso el próximo 29 de octubre el edificio permanecerá durante la Noche de los Museos para que los ciudadanos tengan la posibilidad de conocerlo, disfrutarlo y ser dueños por una noche de este emblemático espacio.

El edificio está emplazado en el corazón de la "city porteña", el edificio se establece sobre las calles Reconquista y Bartolomé Mitre.

El proyecto ideado por los arquitectos Santiago Sánchez Elía, Federico Peralta Ramos y Alfredo Agostini en conjunto con Clorindo Testa, plantea áreas destinadas al uso del público general en dos niveles de bandejas sobre la planta baja, soportadas desde los núcleos de circulación centrales, constituidos por dos piezas de hormigón armado que soportan a su vez la cubierta emparrillada, en conjunto con los tabiques exteriores horadados.

Dispone de oficinas ubicadas en tres niveles superiores colgantes desde la cubierta, mediante tensores metálicos, generando plantas libres, áreas de trabajo flexibles y una espacialidad fluida, conceptos revolucionarios para la época. En tanto las áreas de servicio, equipamiento y cocheras se ubican en tres niveles soterrados.

Sobre el exterior la estructura exenta genera una doble piel que manifiesta, interiormente la trasparencia del vidrio repartido en la carpintería de aluminio.

Sobre la rítmica cubierta emparrillada de hormigón, una terraza exterior rodea el comedor, el auditorio y despachos gerenciales.

Durante su proyecto y construcción, el Banco fue el primer edificio en América Latina en contar con asesores por fuera del estudio de proyecto y las empresas proveedoras crearon piezas exclusivas, como las luminarias o el cielorraso, que luego fueron comercializadas en el mercado.