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Los datos de este mes muestran una marcada recuperación de la demanda, tanto de la de pesos como en dólares. Tarjetas de crédito y personales 
27/09/2016 - 14:06hs

Septiembre se perfila como el mejor mes para el crédito privado en lo que va del año. Cuando resta aún computar una semana, según datos del BCRA la expansión de los préstamos al sector privado ya se acerca a casi $28.000 millones, de los cuales $16.145 millones corresponden a financiaciones en pesos y $11.806 millones a las nominadas en dólares.

El crecimiento del crédito privado total se proyecta al 4% interanual destacándose nuevamente la performance de los préstamos en dólares que lo hacen a casi el 17% interanual (los nominados en pesos crecen un 2,4% interanual).

Sin duda no sólo será una buena noticia para la economía sino también para los deseos oficiales de que lo peor ya pasó, ya que la evolución del crédito privado es un buen anticipador de lo que puede venir en términos de nivel de actividad doméstica.

Vale señalar que lo acontecido con las financiaciones en pesos está vinculado principalmente con la demanda de las familias mientras que las nominadas en dólares con las necesidades de financiamientos de las empresas, no sólo exportadoras sino aquellas que pueden justificar fuentes de ingresos en dólares de modo de evitar el descalce de monedas.

Por el lado de los créditos en pesos lo mejor está pasando por las financiaciones vía tarjetas de crédito y los préstamos personales que aportan un incremento al stock total de casi $15.000 millones promedio. Estas líneas crediticias están creciendo a razón del 6% y 4,5% interanual respectivamente.

También los préstamos prendarios acompañan la tendencia con un aumento de cerca de $1.600 millones, crecen al 4% interanual.

Si bien las tasas de interés activas no se han ajustado significativamente, a la par de la caída de los rendimientos de las Lebac, y todavía, como por ejemplo, en el caso de los Personales superan el 42% anual (peor las tarjetas), la demanda privada da señales de recuperación.

Quizá las expectativas privadas de que los próximos meses serán mejores, como lo reflejan los sondeos de varias consultoras, expliquen los mayores pedidos. También juegan las menores expectativas inflacionarias que tarde o temprano deberán reflejarse en tasas activas más bajas acordes con una inflación estimada en la mitad del actual costo de financiación.

Otro dato a tener en cuenta es la performance de las financiaciones con tarjetas de crédito luego de dos meses amarretes. Las familias habrían especulado con el fin del "Ahora 12" y además usufructuaron la mayor capacidad de consumo luego de haber recuperado sus límites de crédito disponible tras el ajuste de los meses precedentes.

Como contrapeso, las líneas comerciales acusan retrocesos. Los adelantos en cuenta corriente caen unos $800 millones y los documentarios otros $480 millones (bajan 1% y 0,3% interanual respectivamente). Por su parte, los créditos hipotecarios reviven creciendo un 0,7% interanual, unos $340 millones.

Según Ambito, de continuar esta mejora el último bimestre debería mostrar señales de recuperación dada la impronta y la influencia del crédito sobre el nivel de actividad.

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