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Para los expertos, hacer carrera en educación en Argentina es un camino sin incentivos y no existen estándares para ejercer la función de liderazgo
28/09/2016 - 14:28hs

La Argentina tiene los directores de escuela de mayor edad en América latina. Tienen en promedio 47,5 años y sólo el 16% cumplió menos de cuarenta.

En tanto, en la región promedian los 44 años. Además, antes de ejercer el cargo, han estado unos 17 años dictando clase.

Los datos surgen de un estudio realizado por Claudia Romero y Gabriela Krichesky de la Universidad Di Tella. 

"Los directores son una pieza clave para la mejora de las escuelas y los aprendizajes porque intervienen en la generación del clima escolar, del ambiente de aprendizaje. Es un referente educativo de la comunidad", opinó Romero al respecto.

"Argentina está muy rezagada respecto de las políticas educativas sobre directores. No existen marcos o estándares para ejercer la función. No hay una política nacional para su formación y la carrera carece de incentivos", añadió.

Romero asegura que un director es un docente que acumuló antigüedad al frente del aula pero que no ha sido formado para dirigir una escuela.

El especialista en educación, Gustavo Iaies, agregó que dadas las actuales circunstancias, los directores no se ocupan suficientemente de tareas pedagógicas.

"Hace poco hablé con un director que me dijo que el principal problema lo tiene con el carnicero: que no le trae buena carne y a tiempo, o que está llena de grasa. No puede ser que ese sea su principal problema", se quejó el especialista.

"El director debería estar preocupado en los aprendizajes", agregó. Para él, los directores necesitan más poder de decisión: "Los ministerios deben darles pocas pautas y claras. Y todo el apoyo para que puedan poner límites dentro de su escuela. Si no, se afecta su autoridad".

"Un director es un líder que gobierna una escuela. Pero el liderazgo puede estar bien o mal ejercido", explicó Silvina Gvritz en su libro "Decálogo para la mejora escolar". Y afirmó que los efectos del liderazgo son mayores en las escuelas de contextos vulnerables.

Romero puso el acento en la carencia y la necesidad de instancias de formación para los directores.

"Mejorar la formación y las condiciones de nuestros directores es una política estratégica, que tiene alto impacto en los resultados de los alumnos, que tiene bajo costo y baja conflictividad, ya que los gremios, los propios directores y los docentes acuerdan sobre la importancia del rol directivo", dijo Romero a Clarín.

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