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El fantasma de un Lehman Brothers europeo ya tiene nombre y apellido, luego de que sus acciones se desplomaran 90%
29/09/2016 - 10:15hs

El fantasma de un "Lehman Brothers europeo" ya tiene nombre y apellido, luego de que sus acciones se desplomaran 90%.

Es verdad que Alemania fue la potencia que mejor resistió la crisis financiera del 2008. Pero también es cierto que lejos estuvo de salir indemne de ese cataclismo financiero global.

Más aun, sus efectos persisten hasta estos días. 

Tal es así que su "principal joya", el Deutsche Bank (DB), enfrenta una situación tan complicada que se agigantan los temores sobre su posible quiebra.

De ocurrir, el mundo financiero quedará en presencia –una vez más- de otro tsunami global de consecuencias impredecibles.

Por lo pronto, varios analistas internacionales comparan su situación con la de Lehman Brothers, ya que encuentran coincidencias en algunas cifras y en la tendencia bajista.

El mercado sigue muy de cerca lo que pueda suceder con esta entidad, luego de que la probabilidad de que entre en default se incrementara un 150% en las últimas semanas.   

Por cierto, los temores sobre su desenlace no quedaron encapsulados en Alemania, sino que se propagaron a lo largo y ancho del planeta

-Organismos internacionales, como el FMI, vienen elevando sus críticas, acompañadas de duras calificaciones

-Otras, como la FDIC (corporación Federal del Seguro de Depósitos estadounidense) directamente lo catalogan como el banco más riesgoso del mundo.

Tienen sus razones para considerarlo de ese modo: su índice de solvencia (que mide la capacidad de hacer frente a potenciales pérdidas globales) es uno de los peores, muy alejado del de bancos de gran tamaño e importancia. 

Hay otro indicador que mete miedo entre los inversores: la relación entre el capital y los activos sujetos a riesgo es muy inferior al que tenían las entidades estadounidenses antes de la crisis de 2008. 

Además, la "joya alemana" muestra un elevado nivel de deuda y serias dificultades para cumplir con sus obligaciones, en caso de que surjan complicaciones en el escenario global.

Este combo de factores (solvencia, endeudamiento, entre otros) hizo sonar todas las alarmas.

Por lo pronto, dio lugar a una rebaja en la calificación de su deuda convertible que, a la vez, derivó en anuncios de más recortes de gastos tras los malos resultados semestrales. 

Hablando en plata:

- Sólo en el 2015 perdió cerca de 7.000 millones de euros. 

- En 2016 tuvo un tormentoso arranque en el mercado bursátil, reflejado en un desplome del 40% en apenas un mes y medio.

- El nivel de exposición de derivados que arroja a setiembre de 2016 es escandaloso: asciende a 64 billones de euros (el PBI alemán es de 4 billones de euros).

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, tuvo que salir al ruedo a respaldar a la entidad, aunque sus palabras no lograron disipar los miedos en el mercado, que temen por la aparición de un "Lehman Brothers europeo". 

En el seno del Deutsche saben que su subsistencia está gravemente amenazada, razón por la cual se viene trabajando contrarreloj para reconvertir su estrategia de negocios.

Por lo pronto, ese plan de salvataje incluye el abandono de las operaciones en una decena de países y una dramática reducción de empleados

Cómo perder el 90% del capital

A la par de los esfuerzos por sacarlo a flote, el desplome se profundiza en el mercado bursátil.

Tal es así que se ha pasado a integrar la lista de los diez bancos europeos que más han caído desde sus máximos durante la última década.

Esta lista -en la que ninguno quisiese estar- incluye compañías de distintas nacionalidades que ya han sido rescatadas o están muy cerca de que eso suceda.

En este sentido, crecen las especulaciones sobre un posible rescate por parte del Estado alemán como forma de frenar el "tsunami financiero" que podría generarse con la quiebra.

Solo este año, la acción del Deutsche Bank bajó cerca del 60%. 

Pero hay más. Desde mayo de 2007 (antes del estallido de las crisis de las subprime) se precipitó nada menos que un 90%. 

No son muchas las entidades que evidencian un desplome de semejante magnitud.

De los €59.000 millones que llegó a valer ya se esfumaron nada menos que €45.000 millones (casi un 80%).

En el mercado bursátil alemán (DAX), el precio de la acción cayó a la mitad en ocho meses, como puede observarse en el cuadro: 

A ello se suma otro factor, y es el escandaloso nivel de exposición de derivados que arroja a setiembre de 2016, la exorbitante suma de 64 billones de euros que supera con creces a los 4 billones de euros en que esta valuado el PBI alemán.

Por si todo lo enunciado fuese poco, hay otra cuestión que –dada su gravedad- puede ser aquella que defina el rumbo final del DB.

Ahora el banco vale apenas €14.500 millones, prácticamente el mismo monto que le reclama el Departamento de Justicia de Estados Unidos a raíz del rol que desempeñara en el negocio de las hipotecas basura en 2008.

En los círculos cercanos al banco, esta multa es interpretada lisa y llanamente como una venganza de EE.UU contra Alemania luego de la sanción impuesta a Apple en el Viejo Continente. 

No obstante, no es la primera vez que la entidad debe desembolsar una cantidad millonaria por este motivo. Desde 2008 ha pagado unos 9.000 millones de dólares.

El monto impuesto por las autoridades estadounidenses ha llevado pánico a los inversores, que sospechan de la capacidad del banco alemán para poderla afrontarla.

Ante esta situación, casi terminal, algunos analistas –como los del Citigroup- ven como ineludible una nueva ampliación de capital, a pesar de las reiteradas negativas de la entidad a optar por esta vía.

Es verdad que hay altas chances de que el monto final que deba desembolsar luego de las presentaciones legales se reduzca bastante. 

Pero también es cierto que mete miedo en el mercado el hecho de que sea el propio gobierno alemán el que se haya puesto al frente de la discusión para reducir esa penalidad.

Para analistas e inversores, los problemas que afectan al Deutsche vienen generando consecuencias negativas que afectan a una gran cantidad de firmas. 

Esto se refleja en la pérdida de más de €34.000 millones en las cotizaciones de las principales entidades bancarias europeas en unas pocas ruedas. 

Desde España, Nuria Álvarez, de Renta 4, enfatiza que las noticias que llegan sobre el Deutsche están "perjudicando a todo el sector ya que aumentan la percepción del riesgo".

En su visión, en el mercado crecen las dudas sobre quién finalmente asumirá las pérdidas, lo que a su vez complica la situación del resto de los bancos.

Por lo pronto, nunca antes -desde 2009 a la fecha- hubo tanta cantidad de recomendaciones de "sell" (vender) por parte de analistas, tal como se observa hoy en día para las acciones del DB.

En cuanto a la valuación de su capital, consideran que debería rondar los €18.000 millones, por encima del nivel actual. Esto también contribuye a que sea catalogado por el FMI como el banco con más "riesgo sistémico" a nivel global.

Con sus advertencias, el organismo ha puesto de manifiesto que el Deutsche (que guarda en su "CV" el haber sido aquel que financió el milagro de la recuperación alemana de posguerra) es ahora el prestamista de mayor riesgo mundial.

¿Qué dice Ángela Merkel?

Las alertas sobre el DB alcanzaron sus máximos niveles en las últimas jornadas, a raíz de informaciones de la prensa alemana que apuntan que el Gobierno de Ángela Merkel se negó a concederle al banco la ayuda solicitada.

Más allá de esta negativa, la cuestión es si las autoridades correrán el riesgo de no prestarle asistencia y dejar su suerte librada al azar. 

Por ahora, tratan de calmar los ánimos del mercado alegando que no hay motivos para pensar en un escenario de rescate

Precisamente -a partir del "no" de Merkel- el establishment está cada vez más preocupado ante una eventual debacle del gigante bancario. 

La prensa ha dejado trascender que la situación del Deutsche se ha convertido en uno de los temas que concita mayor grado de atención.

Para Andreas Uterman, director de Inversiones de Allianz Global Investors,  "el Gobierno de Merkel no tendrá más remedio que salir al rescate, si las cosas se siguen complicando". 

"No compro lo que se dice en Alemania en relación a que el país no desearía entrar si los problemas llegan realmente a Deutsche Bank", asegura, al tiempo que añade que "este banco es muy importante para la economía alemana". 

¿Qué dice la "joya alemana?

Como es habitual en esta fase de una crisis, los directivos tratan de minimizar la gravedad para así evitar mayores corridas

También se muestran confiados en que el monto de la multa terminará siendo mucho más bajo.

Por otro lado, buscan convencer de que tienen las herramientas necesarias para salir del pozo y darle pelea a esa millonaria sentencia que lo deja de rodillas.

"En ningún momento se le ha solicitado a Angela Merkel que intervenga en la investigación", expresan.

Además, niegan las afirmaciones publicadas en el sentido de la grave crisis que atraviesa y desmienten que existan planes de ampliación del capital

El tiempo dirá si esto es tan así, si Estados Unidos le rebajará la multa o si, por el contrario, aparecerá un "Lehman Brothers europeo" que haga temblar nuevamente al mundo.  

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