El Siglo XXI trajo aparejados una serie de cambios profundos en nuestra sociedad. La irrupción de las tecnologías digitales, primero con las computadoras, luego con internet, seguido por las .com y las redes sociales, y hoy las apps y los smartphones. Todos estos sucesos tecnológicos hicieron que estemos viviendo en una época de cambio constante.

Roxana Morduchowicz es Doctora en Comunicación, y se dedica a investigar y escribir sobre la relación de niños y adolescentes con las tecnologías: sus consumos culturales, el vínculo con las pantallas (tv, computadora y celular), y la incidencia de Internet y las redes sociales en su vida diaria.

Es por ello que es una voz autorizada para reflexionar sobre los efectos del impacto de las TIC (Tecnologías de la información y comunicación) en la sociedad en general, y en los más chicos en particular.

- Según los resultados de tus últimas investigaciones, ¿cuáles son los principales cambios que existen en los chicos como usuarios de pantallas?RM: El principal cambio es que se trata de una generación fundamentalmente visual, que vive en un mundo de pantallas. Las tecnologías e Internet han transformado la manera en que se informan, escuchan música, miran películas, se entretienen, aprenden, se informan y se relacionan con los demás.

El concepto de espacio y tiempo es diferente, igual que la noción de público y privado. En suma, es una generación para la cual su vínculo con las pantallas ha modificado su vida diaria.

- ¿Cuáles son las principales preocupaciones que tienen los adultos, como padre y/o docentes, al respecto?RM: Como sucedió cada vez que apareció una nueva tecnología en la historia, los adultos sienten temores e inquietudes respecto de las transformaciones que pueden generar. Platón cuenta en ‘Fedro’ que, con la aparición de la escritura, los adultos creyeron que se perdería la memoria porque nadie necesitaría recordar lo que se podía escribir.

La generación de la radio pensó que con la televisión se perdería la imaginación. Los adultos de hoy temen que las tecnologías, más precisamente las pantallas, aíslen a los chicos, les hagan perder su vida social, los contacte con desconocidos, los separe del mundo real, etc.

Los miedos son normales, pero no deben paralizar. Los temores son sobre los usos que hacen los chicos de las tecnologías. Por eso es tan importante que los adultos orienten, acompañen, estén al tanto y dialoguen.

-¿Qué estrategias existen para que las familias puedan educar a sus hijos en el entorno de las pantallas y las redes?RM: Lo importante es estar al tanto del uso que hacen los chicos de las tecnologías. Es frecuente que los padres pregunten a sus hijos "¿cómo te fue en historia?" o "¿qué tal la prueba de matemáticas?". Sin embargo, pocos preguntan "¿qué hiciste hoy en Internet?". Pocos padres saben cómo usan las tecnologías sus hijos, qué sitios web visitan, qué páginas web prefieren, con quiénes se contactan,etc. Se trata de estar al tanto sin invadir la privacidad de los chicos.

- ¿Crees que los adultos están acercándose y comprometiéndose con lo digital? ¿O lo digital sigue siendo terreno exclusivo de los chicos?RM: Cada vez más los adultos, padres y docentes, se comprometen con estos temas. Las pantallas se multiplican en el hogar. La imagen de la televisión como única pantalla en el comedor de la casa, toda la familia reunida para mirar juntos un mismo programa desapareció.

Las pantallas están en cada habitación y los consumos son individuales y personalizados. Así que los padres se acercan cada vez más a este mundo de tecnologías que hoy incide tanto en la construcción de la identidad de sus hijos.

- ¿Cuál/es son los desafíos a futuro respecto al impacto social de las tecnologías digitales?RM: Los desafíos son los de siempre: acompañar, orientar, explicar, contener. Es importante dialogar con los chicos sobre estos temas, los usos no responsables de Internet, las situaciones de riesgo que puede generar un uso no seguro de la web, pero también hablar del enorme potencial que tiene Internet para el aprendizaje, la educación, el entretenimiento y el vínculo con los demás. El desafío es el mismo de siempre: estar al tanto y dialogar. 

En suma, vemos que las claves o las respuestas que padres y docentes buscan acerca de qué hacer con los chicos y lo digital, implica la construcción de un vínculo abierto y sincero, basado en el diálogo, la escucha y la construcción de reglas consensuadas de uso. Es decir, no imponer nuestras lógicas y conceptos, sino co-crear junto a los chicos nuevas formas de convivencia social-digital.

Tomar las riendas del asunto, hacerse cargo de la problemática, e interiorizarse como adultos en lo digital, hará que padres, docentes ,tutores, etc. sean fuentes de consulta o referencia, en el caso que los chicos tengan algún tipo de conflicto en las redes que requiera de intervención de un adulto.

Así también, se podrá fomentar el uso racional de aplicaciones o redes sociales, y también desarrollar el pensamiento crítico respecto de los contenidos. El objetivo debe ser el de lograr así tener un uso responsable, innovador y creativo de las herramientas digitales.