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Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo, elogió los "procesos de corrección" que implementó el gobierno de Macri 
30/09/2016 - 12:16hs

Un alto ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió el jueves las reformas pro-mercado del Gobierno argentino, horas antes de finalizar la primera visita de consulta al país sudamericano en una década.

La misión del organismo internacional es un signo del cambio que significó la asunción en diciembre del presidente Mauricio Macri, que está aplicando un ajuste sobre la economía local.

"Las condiciones iniciales y los cambios en cuanto a la parte macroeconómica y los ámbitos regulatorios macroeconómicos y de hacer negocios en Argentina claramente tienen las características para impulsar el proceso de inversión", señaló Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.

El funcionario afirmó que el crecimiento de la inversión será lento pero "de magnitud muy importante en los próximos años", favorecido por el actual apetito global por inversiones que generen retornos sustancialmente superiores a los que se ven en el mundo. "En este sentido, es una oportunidad importante", sostuvo.

Sin embargo, advirtió que "bajar la inflación a un dígito puede llevar entre 4 y 10 años, según surge de la historia".

Pero reconoció: "Lo que vemos es que es importante que estos procesos de corrección, tanto en la reducción de la inflación en la región, así como en su conjunto en el plano fiscal, se vayan llevando a cabo teniendo en cuenta impactos sus la economía real".

Werner se reunirá con el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, para cerrar su visita a la Argentina. 

La última vez que el FMI vino al país en lo que se conoce como misión de consulta del artículo IV -que para los países miembros suele efectuarse anualmente- fue en julio del 2006, durante el Gobierno de Néstor Kirchner, que cortó los lazos con la entidad.

A su vez, el FMI está siguiendo de cerca la revisión y transformación que realizó Macri sobre la agencia oficial de estadísticas, INDEC, cuyos datos fueron marcados como poco confiables por el organismo durante la gestión de Cristina Fernández.

El mes pasado el FMI dijo que probablemente levante en noviembre su declaración de censura sobre las estadísticas de Argentina, ante los progresos en la confiabilidad de sus cifras, que incluyen una nueva medición de la inflación.

Pero Argentina aún tiene muchos problemas por delante, en medio de una recesión económica y una inflación galopante. Este mes el Gobierno dijo que el déficit fiscal en 2017 será más alto que lo previsto y un informe del INDEC señaló que casi un tercio de los argentinos es pobre.

Sin embargo, el FMI seguramente se muestre favorable en su reporte formal sobre Argentina, que será publicado este año.

Ni el organismo ni el Gobierno son ajenos a la alta sensibilidad política de la visita del FMI, al que muchos consideran al menos parcialmente responsable por la crisis económica que siguió al masivo default de deuda del 2001.

"No tenemos por qué hacerle caso al Fondo Monetario, pero tampoco tenemos por qué ocultar nuestros números al FMI ni a nadie, porque no tenemos nada que ocultar", dijo recientemente el ministro Prat-Gay.

El Gobierno espera que la economía cierre este año con una contracción del 1,5 por ciento y que registre un crecimiento de 3,5 por ciento en el 2017.

"Coincidimos con la visión (...) sobre la recuperación que se está viendo en los últimos meses de este año y obviamente, sobre todo, el año que viene, con un crecimiento positivo importante de la economía argentina", dijo Werner a periodistas.

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