Desde octubre, la Verificación Técnica Vehicular será obligatoria en la Ciudad de Buenos Aires para:

- Autos de más de tres años de antigüedad

- o con un kilometraje superior a los 60.000 

- Para todas las motos que excedan el año de uso.

Para ello, hay que saber dónde están las plantas que efectuarán la revisión, cuánto sale, qué requisitos se deben cumplir y quiénes están exentos.

En cuanto a los horarios, las inspecciones se realizarán de 8 a 18 horas, de lunes a viernes, y los sábados de 8 a 13 horas, en las siete plantas habilitadas en las comunas 4 y 15, que se encuentran en las siguientes direcciones:

- Cuatro en Barracas (Vélez Sarsfield 566, Santa María del Buen Ayre 1001, Herrera 1995 y Osvaldo Cruz 1711)

- Una en Pompeya (Av. 27 de Febrero 5483)

- Una en La Paternal (Tronador 115)

- La restante en Villa Ortúzar (Donado 973)

El costo del trámite es de $680 para los autos y $255 para las motos.

En ambos casos, el precio final reúne el valor de dos boletas ($605 y $75 para los autos; y $180 y $75 para las motos).

Para reservar el turno se deberán abonar el total por vía electrónica con tarjeta de crédito o bien con la impresión de la boleta de pago en Pago Fácil o Rapipago.

Estarán exentos del pago los jubilados, pensionados o mayores de 65 años cuyos ingresos regulares no superen el haber mínimo jubilatorio y sean propietarios de un vehículo cuyo valor se limite el mínimo indicado para el pago del impuesto a la radicación de vehículos de la Ciudad.

Al solicitar el turno, deberán especificar su condición en el formulario y en la planta de verificación exhibir el último comprobante de haberes.

También los discapacitados podrán hacer el trámite de forma gratuita presentando su número de certificado de discapacidad.

Además, si el propietario dispone de varias unidades se lo beneficiará con la exención del pago de un único vehículo.

En tren de gestionar una distribución equitativa de vehículos, el último número de la patente designará el mes de la verificación. Octubre estrenará la legislación con las matrículas finalizadas en cero.

Las terminadas en 1 deberán concurrir en noviembre; para diciembre y enero, el cronograma interrumpirá su regularidad.

Serán dos meses destinados para aquellos que no hayan podido realizar la verificación en el mes correspondiente.

Se reanudará en febrero, mes en el que serán inspeccionados autos y motos cuyos dominios terminen en 2.

El orden continuará en 2017 su ritmo natural: marzo, 3; abril, 4; mayo, 5; junio, 6; julio, 7; agosto, 8, y septiembre, 9.

El trámite se puede solicitar a través de la línea telefónica 147 o por medio del sitio oficial del Gobierno de la Ciudad, sobre el apartado de la Verificación Técnica Vehicular.

Desde ambos canales, cada propietario podrá seleccionar una de las siete plantas verificadoras, la fecha y la hora según la disponibilidad de cada establecimiento.

A la casilla de mail ingresarán dos correos: uno con un código de reserva y otro con el link para pagar.

Una vez que se haya abonado el costo total del trámite, el usuario recibirá un mail con la confirmación del turno seleccionado.

Ante una cancelación o modificación, el pago quedará registrado para cuando sea solicitado uno nuevo.

En fecha y hora, el usuario deberá acreditar en la planta asignada la titularidad del vehículo y su identidad.

Los modelos con GNC tendrán que presentar la documentación habilitante del equipo de gas. No será obligatorio que el dueño del auto sea quien realice la verificación.

El proceso demandará menos de 15 minutos y el conductor no necesitará descender de la unidad. El conjunto de técnicos supervisará la salud del vehículo.

Lo que supervisarán en cada estación será primero para las partes visuales y de sonido. Se medirán las luces bajas, los giros, luz de marcha atrás, luz de freno, bocina y escape, el estado los cinturones, matafuegos, balizas y el limpiaparabrisas.

Después se pasará a la segunda instancia, la de las máquinas que evalúan la suspensión de eje delantero y trasero, y el frenado (el freno delantero, el trasero y el de mano).

Luego tocará la fosa donde se verá todo el tren delantero, la profundidad de neumáticos, chequearán pérdida de líquido de freno, de combustible o de aceite. Y también en el eje de atrás, donde se revisarán fugas del escape. La última instancia es la del control de gases, según Infobae.

La mayoría de las plantas cuentan con seis líneas. En Barracas, hay una que dispone de doce espacios

Finalizado el proceso, el reporte final se dividirá en apto, condicional o rechazado. 

Los vehículos aprobados recibirán una oblea de un año de vigencia y un certificado con un informe técnico: ambas documentaciones comprobarán la aprobación de la VTV.

En caso de no presentarlas ante un control policial, los propietarios serán multados con $965 pesos, el equivalente a 100 unidades fijas (UF).

Si se extravía el certificado, se rompe el parabrisas, se daña o pierde la oblea, deberá presentarse en la misma planta verificadora con denuncia o exposición policial y con un costo de 75 pesos se repondrá la documentación.

Una verificación condicional sugiere que en el vehículo se detectaron uno o más defectos leves, que estarán detallados en el informe de inspección.

Esas imperfecciones tolerables pueden ser que no funcione una luz de stop, una luz baja, que el freno de mano no cumpla su función o que la profundidad del neumático no sea la correcta, que la goma esté desdibujada o desalineada. En un plazo de dos meses, el usuario deberá resolver el problema y volver a verificarlo sin cargo ni turno.

Los rechazados tendrán la prohibición de circular. Tendrá una tolerancia de 60 días para reverificar el vehículo sin tener que pagar otra vez el trámite.

La multa por no acreditar la aprobación de la VTV ascenderá a 400 UF: $3.860.

Las autoridades recomiendan programar con anterioridad los turnos y concientizar sobre la importancia de conducir con el instrumento vehicular en condiciones óptimas.