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El PRO no tiene los 31 votos necesarios para aprobar la iniciativa en la Legislatura y buscará el respaldo de aliados a nivel nacional
04/10/2016 - 13:38hs

La iniciativa del PRO para crear otro shopping en Caballito lleva 8 años de demora y ahora el macrismo intentará revivirlo, pero depende del apoyo de ECO, la alianza porteña liderada por Martín Lousteau, o del partido Confianza Pública, de Graciela Ocaña, para conseguir su aprobación en la Legislatura.

El proyecto del empresario Eduardo Elsztain, dueño de IRSA, se presentó sin éxito en 2008, 2011, 2013 y 2014.

Si bien el plan de obra sufrió varias modificaciones para adaptarse a los requerimientos de distintos sectores políticos, el oficialismo no tiene los 31 votos necesarios para aprobarlo y sigue precisando del respaldo de otros bloques.

Este año buscan conquistar, primero, a los diputados de ECO. Si fracasan, pasarán a coquetear con el bloque Confianza Pública.

Para cumplir con la demanda de los vecinos, el PRO podría incluir en el nuevo proyecto la construcción de un jardín de infantes, un centro de salud y/o un espacio verde alrededor del shopping.

El nuevo proyecto incluye la exigencia del gobierno de que IRSA construya 50.000 metros cuadrados subterráneos de estacionamientos para 2.000 autos y que la empresa también se haga cargo de la obra para la apertura de la calle Bogotá que atraviesa el terreno -hoy cerrada-, para reducir el impacto de la circulación de vehículos. Solo esa obra cuesta un millón de dólares.

El shopping es resistido por vecinos del barrio agrupados en la asociación SOS Caballito y por las bancadas de izquierda, peronistas y hasta la Coalición Cívica, aliada a nivel nacional del macrismo.

Según denuncian los vecinos, la creación del shopping "produciría un impacto en los comercios minoristas de la zona, además de la posibilidad que colapse aún más la red de servicios (agua, luz, gas, cloacas) y de su intervención en el tránsito, puesto que se encuentra a 100 metros del estadio de Ferro", entre otras problemáticas.

De esta preocupación se hicieron eco varios bloques opositores.

Desde el Frente Para la Victoria anticiparon que no acompañarán y que seguirán la demanda de los vecinos para más espacios verdes porque "eso revalorizará las propiedades", además de pedir "un centro de salud y un jardín de infantes".

Otro que dirá no al proyecto oficial es Adrián Camps, del PSA quien afirma que la venta del predio en cuestión fue irregular por parte de IRSA.

En el mismo sentido, si bien últimamente se muestra mucho con el oficialismo, e incluso recientemente realizaron un timbreo a nivel nacional en conjunto con el PRO, la Coalición Cívica porteña tampoco acompañaría.

En la misma línea, el Bloque Peronista, que se dividió del FpV, también demostró que no será del todo conciliador con el oficialismo como se creía, y tampoco aportaría sus votos en una primera instancia.

Al ser una ley de doble lectura, requiere una audiencia pública previa a su sanción definitiva, por lo que considerarán la postura de la gente antes de apoyar o no en la segunda instancia.

En este contexto, el PRO apelará al consenso con el socialismo y el bloque radical Suma+, que en la Ciudad conforman ECO, espacio identificado con Martín Lousteau.

La votación en el proyecto del shopping, a favor o en contra, se transformará en otro mensaje del Embajador en los Estados Unidos para tantear si competirá en las legislativas del año que viene o bien si se decide por las ejecutivas del 2019 directamente.

La relación con este espacio se calienta a medida que transcurren las sesiones.

La más reciente fue con la puesta en valor del Autódromo, proyecto que el PRO tuvo que bajar el jueves pasado por negativa de ECO y con el que insistirá este jueves.

En el caso de no contar con el apoyo de Lousteau, el oficialismo apelará a una antigua aliada, Graciela Ocaña, quien preside el bloque Confianza Pública.

Tampoco hay certezas sobre lo que hará la "hormiguita" el año que viene. Según Urgente 24, algunas versiones la ubican peleando la Defensoría del Pueblo de la Nación, otras jugando con el Frente Renovador.

Lo cierto es que, con sus tres legisladores, brindaría los votos necesarios para que de una vez por todas se concrete la iniciativa que impulsa el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta.

Las negociaciones deberán correr por cuenta del legislador Agustín Forchieri, primo del Vicejefe de Gobierno, Diego Santilli y que preside la Comisión de Planeamiento Urbano, donde el proyecto aguarda su tratamiento.

Desde el oficialismo porteño son optimistas sobre los votos para lograr por fin, el tan postergado shopping.

En tanto, desde IRSA afirman que invertirán entre 130 y 150 millones de dólares.

Además, dijeron que durante la construcción se emplearía a 5.000 personas, y otras 2.000 trabajarán allí cuando abra el shopping.

También aseguran que, si se repite el esquema de los otros 15 centros comerciales con los que cuentan (Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Rosario, Neuquén, Salta y Santa Fe), el 70% del personal sería gente del barrio.

El edificio estaría en la Avenida Avellaneda y Fragata Sarmiento. Después de la aprobación del proyecto, la obra podría estar inaugurada recién para 2019.

IRSA controla otros siete centros comerciales en la Ciudad, pero el de Caballito no sería la primera vez que la empresa tiene complicaciones para construir.

En el Dot y el Distrito Arcos, también tuvo que superar los embates de recursos judiciales que frenaron los proyectos. Para el shopping a cielo abierto de Palermo debió esperar su inauguración dos años, por un fallo judicial, a pesar de que ya había cerrado acuerdos con comercios que se instalarían.

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