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Guerra del posnet: bancos contraatacan para frenar el proyecto de ley que baja las comisiones de tarjetas
07/10/2016 - 16:13hs

Los bancos preparan su contraofensiva en la batalla que mantienen con las entidades que nuclean a los comerciantes.

Estas últimas vienen reclamando, desde hace tiempo, por el alto nivel de comisiones que debe afrontarse en las compras con tarjetas de crédito y débito.

Hasta ahora, vienen ganando la contienda y haciendo valer su poder de "lobby" en el Congreso.

De hecho, ya tiene media sanción un proyecto de ley que apunta a reducir esas alícuotas a la mitad. Concretamente:

- Del 3% al 1,5% en operaciones financiadas con tarjetas de crédito

- Del 1,5% al 0% para aquellas canceladas con débito.

Los bancos, decididos a dar pelea, vienen coordinando una estrategia que combina una cuota de diálogo con otra de amenaza.

Según confiaron a iProfesional altas fuentes de los mayores bancos privados:

- Aceptarían una reducción de esos porcentajes pero de un modo más gradual al establecido por el proyecto.

- Concretamente, del 3% al 2% en un lapso de hasta cuatro años para aquellos consumos abonados con crédito.

- Además, se ofrecen a realizar un reintegro pero bajo un sistema en el que el beneficiario no sea el comerciante sino el consumidor.

- En relación con el punto anterior, apuntan a que sea similar al que hoy en día brindan por compras realizadas con débito.

Por lo pronto, los bancos quieren dar esta pelea por comisiones pero sin que esto les signifique quedar como "los malos de la película" frente a los usuarios.

Más aun, quieren que persista en ellos la motivación por el uso de los plásticos, apelando para ello a tratar de mantener sus políticas de descuentos y beneficios.

La otra parte de la estrategia, la de la amenaza, consiste en explicarles a los legisladores que la aprobación del proyecto ya votado en el Senado significará -lisa y llanamente- ponerle fin a esas políticas de rebajas. O, en todo caso, a tener que espaciarlas en el tiempo.

Por cierto, "las promos" han contribuido a motorizar el consumo en años de "billeteras gordas" y a que no decaiga aún más en momentos recesivos.

En este sentido, un importante directivo de una entidad de capitales españoles asegura a iProfesional que "el consumidor hasta puede resultar perjudicado en caso de confirmarse la baja de las comisiones".

Ante la pregunta de este medio sostuvo que "estos aranceles ayudan a mantener los pagos en cuotas y las promociones".

Y añadió: "El peligro es que por detrás de un aparente beneficio para el público aparezca la imposibilidad de darle continuidad a los programas de descuentos".

Algo de esto ya se vio cuando los bancos decidieron hacer valer su poder de presión ante el Gobierno, al poner en duda su permanencia en el plan "Ahora 12".Con los números sobre la mesa

La intensidad de la disputa entre bancos y comercios se entiende con mayor claridad cuando se observa el desglose de las compras en los comercios.

Según datos aportados por la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa):

-El 45% se cancela con tarjetas de crédito

-Un 35% se pacta en efectivo

-El 20% se realiza con débito

En otras palabras, menos de $4 por cada $10 que reciben los puntos de venta son pesos contantes y sonantes.

Como si esto fuese poco, aparecen otras quejas, como por ejemplo la posición dominante de Visa y las condiciones "a veces leoninas" impuestas.

Desde la CAME afirman que el 70% de las ventas con tarjeta de crédito se realizan con Visa (controlada Prisma S.A.) y que, además:

-La firma provee el 60% de las terminales electrónicas

-Tiene bajo su órbita el 60% del procesamiento de los pagos

-Controla casi $7 de cada $10 de las transacciones con tarjetas

-Domina el 60% de las compras con débito

Otro de los argumentos esgrimidos por CAME es que en la Argentina los comercios afrontan comisiones más altas que en cualquier otro país.

"En Perú se paga una comisión por venta con tarjetas de crédito del 1,5%, en Brasil el 1,3% y en España e Italia, menos del 1%", afirman.

"El 3% que rige en la Argentina es el doble en comparación con el promedio del continente", reclaman desde CAME.

En este contexto, a los comerciantes se les ha vuelto un problema el uso del postnet, a raíz del costo que deben afrontar.

Con estos números sobre la mesa, las entidades que representan a los pequeños establecimientos tomaron la iniciativa de buscar apoyo político.

Por el momento, el proyecto de bajar las comisiones viene "pisando fuerte" en el Congreso, habida cuenta de que en su paso por el Senado recibió aprobación absoluta.

"Todos los bloques parecen apoyar esta propuesta", afirma a iProfesional Fabián Castillo, secretario de la Federación de Centros Comerciales a Cielo Abierto.

"Creemos que antes de fin de año, va a salir esta ley", añade.

En la actualidad, los reclamos de los comerciantes se dividen en dos grandes grupos:

- El de la CAME, que propone una rebaja en las comisiones tal como lo establece el proyecto de ley.

- El de la CAC (Cámara Argentina de Comercio), que plantea que ese porcentaje debe surgir de la negociación de las emisoras de tarjetas con cada comercio en particular.

Castillo se encolumna en el primer grupo: "Los establecimientos tienen mucha menos capacidad negociadora que los jugadores más grandes".

Otro de los puntos en debate tiene que ver con las tarjetas no bancarias, que podrían verse afectadas por la baja de las comisiones.

A diferencia de las entidades financieras, su negocio depende exclusivamente de las operaciones de compra. En la actualidad, de las tarjetas que operan en el país:

- Cuatro son bancarias (Argencard, Cabal, Mastercard y Visa)

- Cinco son no bancarias (American Express, Diners, Naranja, Nevada y Tarjeta Shopping).

Por este motivo, el proyecto de ley incorporó una modificación tendiente a excluir a estas últimas, de modo tal que puedan continuar cobrando el 3 por ciento.

Menos ventas, más reclamosEn diálogo con iProfesional, Mario Grinman, secretario de la CAC explica que "si bien estamos de acuerdo con la media sanción, consideramos que al proyecto habría que incorporarle ciertos ajustes".

Principalmente, los reclamos de esta cámara se centran en:

1. Plazos más razonables: "Hoy las emisoras de tarjetas tardan entre 20 y 25 días en reintegrarnos el dinero de cada operación", indica Grinman.

2. Financiamiento: "Apuntamos a que el interés que se les cobra a los consumidores por pagos en cuotas sea más bajo, para así estimular el consumo", añade.

Grinman, al igual que los directivos de CAME, recalca que el mercado de las tarjetas está muy concentrado en Visa y esto termina perjudicando a los comerciantes.

"Tiene el 65% del share mientras que MasterCard cuenta con apenas posee el 12%", subraya, al tiempo que expresa que "es importante que ingresen nuevos jugadores al país".

Una duda que aparece es si la reducción en las comisiones bancarias puede realmente poner en peligro el mantenimiento de las promociones.

El interrogante cobra relevancia en un contexto en el que buena parte de la sociedad las considera como un "derecho adquirido".

Aparecen dos versiones:

- Están quienes sostienen que una reducción de las comisiones se reflejará en una baja en el precio de los productos y que no afectarán el sistema de rebajas.

- Y, claro está, la de los bancos, que hacen oír sus advertencias. Anticipan que si el proyecto se convierte en ley "los consumidores resultarán perjudicados".

Quienes coinciden con esta última visión argumentan que los precios de los productos no van a bajar sino que se terminará produciendo una redistribución de ingresos entre entidades financieras y comercios.

Agregan que "históricamente nunca una rebaja de costos ha dado lugar a una reducción en los valores al público".

Hay un punto en el que sí ambos "bandos" coinciden, al hacer referencia a una presión tributaria tan alta que ya se encuentra en sus máximos históricos.

"De los $100 pesos, al comerciante le quedan $90, al banco unos $3 y hay unos $7 de impuestos", apuntan desde uno y otro lado.

Claro que difícilmente se vaya a reducir el peso de los gravámenes en el corto plazo, en un contexto en el que el agujero en las cuentas públicas previsto para 2017 será de una magnitud del 4,2% del PBI.

Con esta opción "cancelada", resta entonces esperar la resolución del Congreso. A partir de ahí, cada una de las partes comenzará a readaptar sus estrategias comerciales.

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