Las tendencias cambian con cada era humana. Y la era de la tecnología y las múltiples pantallas tiene las suyas. Una de ellas la percibimos a diario. O bien lo hacemos, o somos víctimas. Pero todos hemos notado esta tendencia.

Personas que, en medio de una conversación cara a cara, ponen su concentración en la pantalla de su smartphone. Esa acción, cuando se convierte en un hecho recurrente, es considerada phubbing.

El término phubbing nace la la conjunción de dos palabras en inglés: phone y snubbing, y que consiste en el acto de menospreciar o ignorar a la persona con la que estamos, digamos físicamente, y depositar la atención en el teléfono celular. No se trata de una conducta exclusiva de los más jóvenes, sino que atraviesa distintas generaciones y clases sociales.

Gustavo Bustamante, director de la Fundación Fobia Club, se lo explicó al diario Clarín: "La sensación es descripta como un impulso que no se puede controlar, bajo la promesa mental de que la persistencia en la tarea va a otorgar algún rédito. Esto deja al otro en un lugar de espectador que es muy ingrato. El que lo efectúa, por lo general, se pone fastidioso cuando se lo hacen otros, pero sin embargo, no puede dejar de hacérselo a los demás".

Fue a partir de la identificación de este fenómeno que surgieron campañas alrededor del mundo, intentando concientizar sobre esta práctica. En el sitio stopphubbing.com/ brindan información y cifras interesantes, como que si el phubbing fuese una plaga, actualmente estarían padeciéndola seis veces la población de China.

"Imagínese a las parejas del futuro sentadas en silencio. Las relaciones basadas en la actualización de los estados. La habilidad de hablar o comunicarse cara a cara completamente erradicada. Algo debe hacerse, y debe hacerse ahora", señala la web creada por el australiano Alex Haigh.

Si hay algo que ayudó a popularizar esta conducta, fue la proliferación de teléfonos inteligentes en el mercado local. Argentina está entre los 25 países con mayor cantidad de usuarios de smartphones. Así lo certifica Google Argentina, que cuenta más de 13.3 millones de usuarios de teléfonos inteligentes, lo que representa un alto porcentaje de penetración en el mercado total de telefonía movil.

El 84% de los celulares que se vendieron en el país durante 2014 fueron inteligentes, y todo apunta a que la tendencia que se sostuvo durante 2015, aumente en los años venideros, según un estudio de la consultora eMarketer. Más datos: América Latina (OM Latam) y la Mobile Marketing Association (MMA), señalan que el 24% de la población mayor de 16 años usa estos dispositivos.

Si estás leyendo este artículo, y no estás seguro de tener esta conducta, algunas apps pueden ayudarte a identificar cuánto y cómo usas tu smartphone: Moment, QualityTime o FaceUp, registran todo lo que el usuario hace con su teléfono, realizando un informe estadístico y ofreciendo opciones de advertencias por uso mayor al habitual.

Las relaciones sociales se van modificando, como así también las conductas. Está claro que el phubbing se ha convertido en un hábito molesto para un montón de personas que se resisten a estar constantemente conectados a una pequeña pantalla. No se trata de condenar. Mucho menos de relativizar. Señalar conductas concretas a partir del uso de las nuevas tecnologías, y analizarlas en su propio contexto, concluyendo pros y contras, nos brindará un panorama más definido.

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