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Prat Gay se jacta de su bono en pesos al 15%, pero crece el temor por el "neo-endeudamiento"

Prat Gay se jacta de su bono en pesos al 15%, pero le llueven crí­ticas y crece el temor por el "neo-endeudamiento"
16/10/2016 - 05:08hs
Prat Gay se jacta de su bono en pesos al 15%, pero crece el temor por el "neo-endeudamiento"

Es el nuevo debate de la economía argentina. 

El hecho de que ahora todos le quieran prestar plata al Estado y que el Gobierno responda con un "festival de bonos", ¿es para festejar o para preocuparse?

El equipo económico entró en euforia tras las emisiones de dos títulos -a siete y diez años respectivamente- en pesos y a un interés fijo del 15,5% para el de mayor duración.

La "curva invertida" -es decir, mayor tasa para los títulos que vencen antes- da cuenta de cuál es la expectativa del mercado. Concretamente, la de una inflación que irá en descenso.

"No hay en la historia argentina una emisión a 10 años en pesos bajo legislación local", festejaba un funcionario de la Secretaría de Finanzas.

"Logramos un excelente resultado, tanto en términos de volumen como de tasa", aseguraba.

El ministerio de Hacienda se hizo de $76.387 millones, si bien podría haber tomado más, ya que recibió ofertas por $90.317 millones.

Esto, a pesar de que unas pocas semanas atrás había hecho otra colocación nada menos que por $50.000 millones.

Un orgulloso Alfonso Prat Gay escribió en su cuenta de Twitter: "Pensar que no hace mucho a la Argentina sólo le prestaban Chávez (a tasas usurarias) o la Anses (a tasas ruinosas para nuestros jubilados)".

Sin embargo, este festival de bonos -que el ministro de Hacienda exhibe como una condecoración y como un reconocimiento a un equipo que restauró la confianza-, está muy lejos de contar con una apreciación de consenso.

Por el contrario, ni bien Prat Gay publicó su mensaje llovieron las críticas por la nueva política de endeudamiento. Esta vez, no se trató de las típicas "chicanas" de alto contenido ideológico, como cuando se le reprochaba el acuerdo con los fondos buitres.

La mayoría de las quejas provino de economistas que asisten con preocupación al incremento de la deuda pública y que temen que se esté recreando un escenario parecido al de décadas pasadas.

Empiezan las críticasCon las últimas emisiones, la "cuentita" es la siguiente:

- Prat Gay lleva colocados $172.300 M

- El stock de deuda asciende a $493.700 M

- Esto totaliza unos $666.000 millones

Esta última cifra es lo suficientemente alta como para encender las alarmas. Sobre todo porque las señales que emite el equipo económico van en el sentido de que profundizará esta línea.

La combinación de dinero relativamente barato que ofrece el mercado, junto con las necesidades fiscales de un Gobierno que necesita expandir la obra pública -en pleno año electoral-, traza un panorama de fondo que, para muchos analistas, llegó para quedarse.

Desde ya que también hay elogios para el ministro. A fin de cuentas, en sus primeras emisiones sólo lograba colocar títulos a tasa variable y a plazos cortos, pagando un interés en pesos superior al 26%.

En comparación, ahora ese costo es menor. Pero esto, a su vez, es lo que profundiza las advertencias de los analistas en el sentido de "no caer en la tentación" de recurrir al fuerte endeudamiento como principal estrategia.

Gabriel Caamaño Gómez, de la Consultora Ledesma, afirma que un bajo tipo de interés viene a ser la contracara del atraso cambiario.

Además, expresa que el problema de fondo sigue siendo el déficit fiscal, "que resulta insustentable a la larga, con independencia de la tasa".

En tanto, el influyente Miguel Bein pronostica: "Vamos a empezar una carrera para subir la relación deuda/PBI en cinco puntos porcentuales por año".

En tanto, el siempre ácido José Luis Espert no deja dudas sobre qué opina del festejo de Prat Gay: "Los boludos PRO se la están dejando en bandeja a los Kavernícolas. Armaron equipo del JP Morgan para endeudarnos a morir. Más obvio imposible".

En cuanto al futuro, desde la consultora Economía & Regiones -de la que fue director el ahora ministro del Interior, Rogelio Frigerio- sus analistas formulan un pronóstico sombrío de cara al 2017.

"Se necesitará tomar más deuda que la prevista en el Presupuesto y el stock (de deuda) del sector público nacional terminaría en aproximadamente 53% del PBI", advierten.

Argumentan que habrá necesidades de financiamiento por un 15% del producto bruto interno, sumando las obligaciones financieras de la Nación y provincias.

Además, remarcan que no sólo no habrá una disminución del déficit fiscal sino que el "rojo" aumentará tres décimas, hasta llegar al 8,8% del PBI.

"Va a ser financiado mayoritariamente con deuda pública, que será colocada tanto en el mercado internacional y doméstico", completan.

Ganancias en dólaresMientras todo esto es discutido en el gremio de los economistas, los inversores hacen sus números.

Si bien, a primera vista, resulta difícil entender que acepten sólo un 15% en pesos cuando la inflación sigue bien por encima del 30%, la explicación es sencilla.

Y, como siempre, esto tiene que ver con el movimiento que ellos esperan para el dólar.

Sucede que, al medir sus retornos en esta divisa, el atractivo no sólo lo da la tasa sino -principalmente- si esta será mayor al alza que esperan para el billete verde.

¿Por qué? Porque si la primera corre por encima, entonces con lo obtenido (en moneda local) van a poder comprar más divisas estadounidenses, luego de haber liquidado esos bonos.

En ese sentido, la alta demanda de títulos en pesos deja en evidencia que no están considerando un fuerte salto cambiario como escenario más probable.

Más bien, esperan que la devaluación sea menor al tipo de interés.

De hecho, lo que se está observando es que en las últimas licitaciones el Gobierno no sólo logró atraer a inversores locales sino que también entraron del exterior los "buscadores de oportunidades".

"Proyectan una tasa fija muy superior a la devaluación y, por tanto, descuentan un interés real en dólares varios puntos porcentuales más alto que el ofrecido por las grandes economías desarrolladas", apuntan desde Economía & Regiones.

En igual sentido, el consultor Salvador Di Stefano -de fuerte prédica entre los productores agrícolas- considera: "El mercado cree que el tipo de cambio correrá por debajo de la tasa ofrecida".

El debate recién empieza, y no sería extraño que Prat Gay luego se viera obligado a transformar su orgullo en una postura defensiva.

Y que también deba explicar por qué eleva el endeudamiento con títulos que, casi con seguridad, deberá pagar otro ministro.

Lo cierto es que cada vez son más los que lo acusan de fomentar el festival de bonos y la "bicicleta financiera".

En un país con la historia económica como la de Argentina, no son precisamente advertencias livianas o que no deban ser tenidas en cuenta.

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