Entre los correos publicados por Wikileaks, que algunas fuentes apuntan que fueron suministrados por el Gobierno de Rusia, se encuentra uno muy especial.

Fue enviado el 17 de marzo de este año por el presidente de la campaña de Hillary Clinton, John Podesta, y en él figura una lista de posibles candidatos para vicepresidente.

La lista es bastante reveladora porque en ella aparecen figuras muy destacadas del mundo empresarial.

Pero hay dos nombres que brillan por encima de otros: los de Tim Cook, director ejecutivo de Apple, y Bill Gates, fundador de Microsoft.

Aunque esta lista se realizó en un momento muy temprano de cara a la elección del número dos de la candidatura, pone de manifiesto el estrecho vínculo que existe entre algunos empresarios de Silicon Valley y Hillary Clinton.

Aunque también Donald Trump ha recibido algunos apoyos de empresarios del sector tecnológico, como es el caso de Peter Thiel, uno de los fundadores de Paypal.

Sin embargo, la relevancia de los nombres de Tim Cook y Bill Gates, también la esposa de éste último se encuentra en la lista, parece indicar que los demócratas buscaban una figura clave del mundo de la tecnología para lanzar un mensaje de que uno de los sectores económicos más importantes del país estaba de su parte.

No es la primera vez que el nombre de Cook aparece asociado a la política en los últimos meses.

Fue sonada su oposición al requerimiento por parte del FBI de que Apple colaborase para acceder a los datos de un iPhone que podría albergar pruebas de un asesinato.

También Cook fue noticia por la dura oposición mostrada a la decisión por parte de la Comisión Europea de multar a Apple por la tributación de impuestos en Irlanda. Una medida que Cook calificó como “basura política”.

Hasta el momento ni Cook ni Gates han realizado ninguna manifestación pública sobre que sus nombres aparezcan en esta lista.