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Sólo un puñado de marcas son las más importantes. Gracias a ello, existe una enorme influencia para determinar cómo se reparte la comida en el mundo
19/10/2016 - 13:57hs

Como consecuencia de la globalización emergente, son pocas, de hecho, un puñado las empresas multinacionales que controlan una parte importante del mercado mundial de alimentos.

Como resultado, tienen en sus manos una enorme influencia para determinar cómo se reparte la comida en el mundo. Y potencialmente están en capacidad de determinar acciones que ayudaran alivianar los problemas de hambre en el planeta.

Por eso, Oxfam, ONG basada en Reino Unido, lleva tres años adelantando una campaña pública titulada "Behind the Brands" o "Detrás de las marcas".

En ella, discute acerca de las políticas de compra de alimentos de estas grandes multinacionales, y la manera en que influyen en el mercado de la comida.

Las diez empresas objetivo de la campaña son Nestle, PepsiCo, Unilever, Mondelez, Coca-Cola, Mars, Danone, Associated British Foods (ABF), General Mills y Kellogg's, seleccionadas por encabezar mundialmente el volumen de ventas de las firmas en el sector de alimentos.

Todas las empresas que integran el monopolio son norteamericanas o europeas. Dominan los sectores de productos lácteos, gaseosas, dulces y cereales, entre otros. Desde ahí lograron construir imperios empresariales enormemente diversificados.

"Hay una ilusión de opciones. Vas a tu supermercado y ves todas esas marcas distintas, pero muchas son de propiedad de esas mismas diez empresas", dijo a BBC Mundo Irit Tamir, gerente de políticas y abogacía para el sector privado de Oxfam America.

Mercado concentradoEstas empresas operan en unos mercados globales en donde la producción mundial de ciertos productos está concentrada en un par de firmas.

Por ejemplo, sostiene Irit Tamir de Oxfam en la cadena de valor del cacao, tres de las firmas, Mars, Mondelez y Nestle, controlan cerca de 40% del comercio mundial en ese rubro.

Y apenas entre un 3,5% y un 5% del valor de una barra de chocolate le queda al pequeño campesino, indica un reporte de la ONG.

Mientras que en el sector de las gaseosas, Coca Cola y Pepsi se convirtieron en los dos mayores compradores de azúcar en el mundo.

Por ello, Oxfam ha planteado, a través de su campaña, un seguimiento a las políticas de estas megaempresas y el impacto que tienen sobre siete variables.

CalificacionesEl seguimiento incluye las consecuencias de esas políticas sobre la tenencia de la tierra, las mujeres, los campesinos y trabajadores, la transparencia, el clima y el agua.

Y así en Oxfam elaboran una especie de libreta de calificaciones de la responsabilidad social en la política de obtención de alimentos de estas diez grandes corporaciones.

Después, hicieron campaña para que las firmas mejoren el impacto que tienen en muchos sectores específicos.

"Le pedimos a las grandes empresas del sector del chocolate que trataran mejor a las trabajadoras mujeres", dice Irit Tamar a manera de ejemplo, según la BBC.

Las multinacionales buscan reducir su impacto ambiental. A las firmas de gaseosas, les pidieron que se aseguraran que no estuviesen tolerando conflictos de tierra alrededor de los cultivos de caña de azúcar que les suministra su materia prima, agrega Tamar.

Mientras que a las firmas cerealeras como General Mills y Kellogg´s fueron invitadas a buscar una reducción en el impacto sobre el cambio climático de sus actividades.

La buena noticia, sostiene Oxfam, es que muchas de las empresas reaccionaron a la campaña.

La evolución de esta "libreta de calificaciones" a lo largo de los tres años en que ha estado vigente la campaña, es notoriamente positiva.

En febrero de 2013, por ejemplo, la empresa mejor calificada de las diez grandes, Nestle, obtenía apenas 38 puntos de 70 posibles. Mientras que en 2016 el puntaje de la misma firma ha mejorado a 52 sobre 70.

TransparenciaLas acciones que, según Oxfam, adoptaron las grandes firmas van desde políticas para aumentar la transparencia corporativa a estrategias para reducir los daños ambientales de los cultivos que se requiere para cubrir la demanda de los productos que las multinacionales requieren.

El mercado de los alimentos está concentrado en cada vez más pocas manos.

Que estas grandes empresas de los alimentos parezcan estar adoptando políticas más socialmente responsables es un desarrollo muy positivo, pues muchos esperan que su poder no deje de aumentar en el futuro.

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