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Un tipo de cambio planchado y tasas de interés atractivas en pesos, genera que los inversores se vuelquen a las herramientas de ahorro en moneda nacional
21/10/2016 - 10:19hs

Este año, el Gobierno apunta sus cañones a estabilizar el tipo de cambio y reducir la inflación.

La estrategia del Banco Central también está impactando sobre el crédito bancario, según informa un estudio realizado por la consultora Ecolatina.

En primer lugar, al fijar una tasa en pesos de referencia positiva en términos reales (descontada la expectativa de inflación) "le pone un piso elevado a la tasa a la que los bancos prestan su dinero", indica el informe.

Así, el atractivo rendimiento de las Lebac, que hoy se encuentra en el 26,75% anual, actúa como una alternativa frente a los préstamos privados a la hora de colocar los ahorros captados por los bancos.

"Pese a la caída de la demanda de crédito por parte de las empresas, el sistema financiero local no enfrenta la necesidad de ajustar el costo de los préstamos", resume Ecolatina.

Y agrega que, a su vez, la misma política monetaria que "encarece el financiamiento en pesos a su vez alienta el endeudamiento en moneda extranjera".

En conclusión, el estudio considera que las tasas de interés reales positivas ofrecidas por las posiciones en pesos alientan el ahorro en moneda local "en detrimento de la dolarización de activos, ayudando a estabilizar la cotización del tipo de cambio oficial".

Además, los economistas afirman que producto de la "elevada" llegada de capitales externos por la colocación de deuda pública, "las expectativas de devaluación son acotadas, por lo que contraer un pasivo en moneda extranjera luce atractivo. Esto se refleja en la evolución de la composición de los créditos a lo largo de 2016".

A la vista de este comportamiento lo reflejan las reservas del Banco Central, que en plena temporada baja de exportaciones sojeras, superaron este jueves los u$s40.000 millones, el máximo de hace tres años y medio, justamente, por los ingresos de divisas de adquisición de bonos argentinos de inversores extranjeros.

Dólares vs. pesos

De acuerdo al informe, el stock de préstamos al sector privado en septiembre creció apenas 16,5% en relación al promedio de fines del año pasado, de modo que si se lo compara con la inflación del 32% en ese período hubo una contracción del crédito de alrededor de 12% en términos reales en los primeros nueve meses de 2016.

Es decir, pese a cierto repunte en los últimos meses, "la tendencia luce irreversible y el crédito bancario cerrará este año en rojo".

Aunque, en detalle, se observa un comportamiento claramente diferenciado según el tipo de moneda en que son pactados.

El crédito en pesos avanzó tan sólo 6,2% en los primeros nueve meses del año, lo que significa (descontado el efecto del incremento del nivel de precios) una caída en términos reales de casi 20% en lo que va de 2016, superando la contracción observado en dicho período de 2014 (-13%).

En contraposición, los préstamos otorgados en moneda extranjera pasaron de u$s2.900 millones en promedio a fin de 2015 a los u$s7.800 millones en septiembre último, informa Ecolatina.

Es decir, más que se duplicaron en los primeros nueve meses de 2016, luego de que cayeran cuatro años consecutivos tras la imposición del cepo cambiario.

Así, los préstamos en dólares pasaron de representar 5% del total del financiamiento en septiembre del año pasado, a casi 13% durante este año.

Aunque este indicador todavía se encuentra por debajo del 15% previo a la instauración del cepo cambiario a fines de 2011.

"El cambio en el mix de financiamiento se torna una consecuencia lógica de la política de tasas altas en moneda local impulsada por la autoridad monetaria para combatir la inflación y la virtual estabilización en el precio del dólar", analizan los economistas que realizaron el relevamiento.

Un dato a tener en cuenta es que el mes pasado los préstamos productivos en pesos se pactaron a una tasa superior al 30% anual, de modo que con una inflación esperada como máximo para el 2017 del 25% (el techo pronosticado por el mercado), ello implica un costo real positivo del 4% anual, "contraponiéndose a la experiencia del kirchnerismo donde en la mayoría de los años el costo del crédito en pesos era negativo en términos reales".

En cambio, ahora las líneas de financiamiento en moneda extranjera se negocian a una tasa nominal cercana al 4% en dólares, de modo que descontada la expectativa de devaluación en los mercados de futuros (a un año vista es 20% superior), "ello arroja una tasa en pesos del 25% anual, 5 puntos porcentuales por debajo del costo de los préstamos negociados directamente en moneda local", resumen desde Ecolatina.

Además, los expertos mencionan que en un contexto en que los depósitos privados en dólares se expandieron fuerte ya que pasaron de u$s9.000 millones a fin de 2015 a u$s13.000 millones en septiembre de este año. "Tras la exitosa remoción del cepo cambiario, los bancos respondieron aumentando la mayor oferta crediticia".

"En un contexto donde los préstamos en pesos se retraen, el abaratamiento relativo de los créditos en moneda extranjera resulta una buena noticia en tanto ofrece nuevas oportunidades de financiamiento para aquellas firmas que puedan acceder a éstos", sintetiza la consultora en su informe.

Mientras que los crédito en pesos a empresas cayó nominalmente (retrocedieron 2% en los primeros nueve meses del año), el incremento observado en los préstamos en moneda extranjera estuvo explicado mayormente por el otorgamiento que hubo a personas jurídicas.

Es decir, desde fines de 2015 el stock de préstamos en dólares a empresas se triplicó, y su participación en el financiamiento en moneda extranjera trepó de 65% a 80% en septiembre de 2016.

Los economistas de Ecolatina aclaran que estas líneas otorgadas "en divisas contienen un riesgo que es inexistente en los créditos a tasa fija en pesos", ya que un alza en el tipo de cambio podría encarecer el repago de estas solicitudes en billetes estadounidenses.

Al respecto, los analistas no esperan "desplazamientos bruscos" en la cotización del dólar desde ahora hasta fines de 2017.

"Sin embargo, una suba mayor a la esperada en las tasas de interés internacionales que frene el ingreso de capitales, o una caída de nuestros términos de intercambio que profundice el déficit de cuenta corriente, podrían erosionar la aparente estabilidad cambiaria reinante en la actualidad", resumen los expertos.

Igualmente, los expertos sostienen que la probabilidad de un descalce de monedas continúa siendo bajo ya que, pese a que el BCRA relajó un poco los requisitos para acceder a este tipo de financiamiento, "sólo las empresas con ingresos asociados al dólar pueden conseguir crédito en moneda extranjera", sinceran desde Ecolatina.

En la actualidad los préstamos en dólares representan 60% de los depósitos en la misma moneda efectuados por el sector privado, cuando previo a la imposición del cepo este ratio ascendía al 80%.

"Aunque ante una incertidumbre cambiaria los depósitos suelen mostrar una gran volatilidad, las colocaciones en el sistema bancario en dicha moneda prácticamente duplican a los préstamos otorgados, por lo que no parece haber un apalancamiento que comprometa la salud de la plaza financiera local ante una suba inesperada del dólar", concluyen.

Créditos en deuda

El informe indica que existe un notable crecimiento en las líneas en moneda extranjera, algo que "se asemeja más a una normalización del mercado que a un boom, puesto que aún no se recuperaron los niveles pre-cepo".

Igualmente, el escrito de Ecolatina sostiene que el "crédito total no ha tenido un buen desempeño, especialmente si se analiza el financiamiento a empresas (adelantos y documentos)".

De hecho, pese a los esfuerzos del Gobierno por fomentar la inversión, en la actualidad los préstamos al consumo siguen superando a aquellos dirigidos a compañías.

"Si bien la política de tasas de interés real positiva impulsada por las nuevas autoridades es necesaria para aumentar el ahorro interno, ello no implica un incremento automático de la inversión", resume el informe.

En consecuencia, la condición para el surgimiento de mayores proyectos productivos depende de las perspectivas de incremento de la demanda.

"En un contexto en que el costo del financiamiento es positivo en términos reales, se necesita de un horizonte de crecimiento sostenido de la producción en el mediano plazo para poder repagar el crédito tomado", dictamina Ecolatina.

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