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El polémico ex juez fue empleado judicial desde 1977. Acorralado por distintos pedidos de juicio político en el Consejo, el juez renunció en abril pasado
23/10/2016 - 17:03hs

En su última declaración jurada como juez, Noberto Oyarbide no enumera anillos de diamantes ni otros objetos suntuosos, pero sí exhibe llamativos espacios en blanco que generan sospechas en la Justicia.

De altísimo perfil durante mucho tiempo y recientemente jubilado, se desempeñó 22 años como magistrado federal. 

El fiscal Jorge Di Lello, pidió investigar el incremento patrimonial de Claudio Blanco, pareja de Oyarbide, y el del financista Ariel Roperti, ambos sospechados de ser testaferros del ex juez.

La causa investiga su presunto enriquecimiento ilícito.

Oyarbide declaró bienes por $1,8 millones en 2015. Sus inmuebles son un departamento de 77 m2 en Recoleta cotizado en $800.000, que adquirió en 1995, y una parcela en Jardín de Paz, de Pilar, sin valuación fiscal, que compró en 2001. 

Hace 15 años que el magistrado no adquiere ninguna propiedad. Declaró también una cuenta sueldo en el Banco Ciudad con $114.000, dinero en efectivo por u$s 65.000 y $110.000.

El juez no declaró bienes muebles, no tiene auto ni informó obras de arte, anillos, ni equipos de tecnología o los muebles de la casa.

Es exactamente el mismo patrimonio que en los últimos 15 años

En su última declaración jurada, firmada el 30 de abril, días después de renunciar tras de haberse desempeñado durante 40 años en la Justicia, Oyarbide sólo modifica la actualización sobre la cotización de su departamento.

Fue empleado judicial desde 1977. Después de una larga trayectoria, lo nombraron juez en 1994. Acorralado por distintos pedidos de juicio político en el Consejo, el juez renunció en abril pasado.

El fiscal José María Campagnoli inició una investigación de oficio cuando le informaron que Oyarbide solía pasar sus mediodías en la parrilla El Mirasol, en Puerto Madero. 

En un reservado especialmente acondicionado para él, el juez habría recibido a invitados entre candelabros de cristal, muebles de Luis XVI y una frapera tallada que le regalaron sus colegas de Comodoro Py. 

En el reservado -separado por una cortina bordó- también había una araña y pinturas. El fiscal interrogó a los mozos, que dijeron que Oyarbide pagaba todos sus almuerzos.

A raíz de esa denuncia, el fiscal Di Lello pidió investigar el crecimiento patrimonial de Blanco, la pareja de Oyarbide, un ex árbitro de básquet que constituyó distintas sociedades en los últimos años, después de conocer al ex magistrado.

Campagnoli señaló que desde 2010 Blanco se convirtió en empresario: integra las sociedades Cuasares, Consorcio Creba y Krakenlab.

Campagnoli señaló que el trío se completa con Roperti, señalado como la persona que se cruza con socios y empresas de la pareja de Oyarbide. 

La ex esposa de Roperti, María Cavallaro, declaró en una entrevista que el trío se conoció en Los Mirasoles y que, merced a esa amistad, Blanco y Oyarbide llegaron a ser padrinos de sus hijos.

 Y, según testimonia La Nación, dijo que tras relacionarse con el ex juez, su ex marido expandió su patrimonio. Se mudó a un lujoso departamento del hotel Faena de Puerto Madero.

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