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En una entrevista con iProfesional, uno de los más altos ejecutivos regionales del gigante tecnológico repasó las nuevas oportunidades de negocio
26/10/2016 - 10:43hs

“La Argentina es un país bastante crítico para Microsoft en Latinoamérica”, afirmó Tyler Bryson, el vicepresidente del grupo de Ventas, Mercadotecnia y Servicios del gigante del software mundial para la región y con influencia en miles de socios de negocio del mayor fabricante global de software.

En una entrevista exclusiva con iProfesional, Bryson (en la foto) repasó las oportunidades de negocio que se abren para la empresa cofundada por Bill Gates, el hombre más rico del mundo, en la Argentina luego del cambio de gobierno en la Casa Rosada en diciembre de 2015.

La entrevista tuvo lugar este mes durante el Latam CXO Forum en la ciudad de Miami, EE.UU., donde, como informó iProfesional en esta nota, unos 500 ejecutivos de los principales clientes de Microsoft se informaron de la estrategia de la compañía para la transformación digital de la región.

Bryson tiene su oficina en Fort Lauderdale, a pocos kilómetros de Miami, desde donde administrar los negocios en la región, incluyendo las nueve subsidiarias de Microsoft y 80 mil socios de negocio.

Este licenciado en la Universidad Brigham Young y con maestría de la Escuela de Wharton de la Universidad de Pennsylvania, es responsable de impulsar las estrategias de mercadotecnia comerciales y de consumo, además de los servicios y los procesos empresariales en apoyo a las unidades de negocio y los socios de Microsoft. 

Bryson cuenta con más de 20 años de experiencia en la industria de software. Antes de su puesto actual, fue supervisor de mercadotecnia y operaciones en la subsidiaria de Microsoft en la India.

-¿Qué lugar ocupa la Argentina en la estrategia de Microsoft Latinoamérica? -La Argentina es un país bastante crítico para Microsoft en Latinoamérica.

Parte de la mayor innovación viene por parte de algunos de los partners y clientes de ahí a lo largo de estos años, y con la llegada de la nube no ha sido diferente. 

Hemos trabajado para crear un ambiente donde podamos formar fuertes relaciones con el gobierno, y poder mostrar algunas ideas de cómo el gobierno y las empresas pueden trabajar juntos para el bien público, por lo que existen diversos programas en los que hemos trabajado con el gobierno.

Algunos ya los hemos anunciado y hay otros que anunciaremos cuando ya estén listos y que hablarán acerca de nuestra asociación en el mercado, pero estamos listos para hacer mucho más en la Argentina. 

-¿Cuál es su visión de la Argentina luego del cambio de Gobierno en diciembre de 2015?-He notado que los gobiernos han propuesto nuevas ideas en las que podemos trabajar y estamos muy emocionados por eso. 

Mientras terminamos este nuevo periodo tenemos que hacer las cosas de forma diferente al momento de aprovechar las tecnologías. De esta forma en los siguientes dos años podremos tener un gran impacto en Argentina donde cambiemos la vida de las personas. 

Estuve en Perú en septiembre y noté que ya hubo otro cambio presidencial por lo que creo que tendré que acostumbrarme a eso.  Sin embargo tienen el mismo espíritu de proveer a la gente la oportunidad de asociarse con el sector privado y continuar con el crecimiento.  

-En el Latam CXO Forum se mencionó un estudio de IDC sobre las cinco etapas de la transformación digital, y según el cual el 70% de las organizaciones en América latina están apenas en las etapas iniciales. ¿Por qué se registra este atraso?  ¿Cuál es la estrategia de Microsoft para acelerar el paso a las siguientes etapas?-Encontramos que en Latinoamérica existe una brecha en cuanto a velocidad de adopción pero que comienza a adoptar una transformación digital. 

Creemos que esa brecha tiene que ver con el enfoque interno que mucho de los economistas en Latinoamérica han tenido durante la crisis, la cual ha sido un ambiente de muchos retos solo para operar e innovar. 

Y aunque esta brecha está presente podemos ver las necesidades y vemos que los clientes y los gobiernos se alinean para nuevas innovaciones por lo que creemos que la brecha durará muy poco tiempo.

Latinoamérica debe ver hacia adelante porque hay algo importante sobre la nube, ya que ella puede pagarse por sí sola y brindar dinero para innovaciones.

Esto quiere decir que cualquier cliente que haya invertido en la vieja infraestructura, bastante difícil y costosa de mantener, con la nube podrá bajar esos costos, tener una mejor escalabilidad económica, y con esos ahorros poder decir: “¿Ahora qué hacemos”? Pienso que Latinoamérica está muy ansioso por tener fondos para la innovación. 

Estuve tres años en la India antes de estar aquí, y (allá) hay una diferencia en cuanto a velocidad para la transformación ya que esta parte del continente ha dado un salto de no tener tecnología hasta la nube.

Creo que ese salto es más sencillo que ir de tener algo viejo a tener algo nuevo ya que la gente ya está acostumbrada a lo viejo, sin embargo la nube ayudará. 

¿Pero cómo es que ayudamos? Con dos cosas, una: tenemos un programa al que llamamos “Digital Transformation Program” que está diseñado para los clientes que están listos para empezar ese camino.

Este programa involucra arquitectos digitales, consultores en la nube, especialistas en el negocio de la industria y partners, de esta forma cuando nos reunimos con un cliente y este expresa sus ideas, nosotros trazamos un mapa para poder desarrollarlas. 

Este programa ha comenzado a ser lanzado y ya tenemos 50 compañías que han empezado a adoptarlo, y esperamos poder expandir este programa en el próximo año y esperamos que también involucre a Argentina. 

-En su presentación, usted describió la "revolución industrial 4.0", donde convergen el mundo físico con el digital.  ¿Cómo se encuentra América latina en la adopción de esa "revolución"?  ¿Cuáles países y sectores (por ejemplo, banca, telecomunicaciones, manufacturas) están más avanzados en esta adopción?-Hoy la cuarta revolución industrial es un requerimiento para la competencia a nivel mundial, y Latinoamérica tiene grandes compañías globales por lo que ya han comenzado a adoptar y adaptarse a las nuevas tecnologías. 

Creo que Latinoamérica tiene la oportunidad de ser líder en ciertas industria clave, y una de esas industrias es el negocio de la agricultura en conjunto con el uso de la tecnología para mejorar a gran escala la producción. 

Debemos crear universidades e inspirar a desarrolladores y empresas a asociarse con gobiernos para mejorar el rendimiento, para mejorar la vida de los granjeros tanto locales como multinacionales, y creo que este es un sector que tiene gran potencial para iniciar una transformación digital, y converger entre el mundo físico y el mundo digital. 

Otras industrias han comenzado a moverse muy rápido, el mercado minorista es un ejemplo ya que se ha transformado.

Los bancos buscan hacer tres cosas que son clave, como analítica para reducir los riesgos y gestionar su portafolio, ya la nube debe ayudarles a trabajar con datos grandes para poder minimizar riesgos y proveer un mejor servicio. 

Las compañías de Latinoamérica ya han comenzado a  experimentar con la nube para obtener análisis de riesgo a través de Big Data, por lo que es algo que no solo sucede en Nueva York sino en Perú o en Argentina. 

La última industria que creo se ha movido a gran velocidad hacia la transformación digital es la manufactura, y en especial vemos un gran progreso en lugares como México donde existe una cadena de suministro asociada con América del Norte.

Esta les ha exigido volver a idearla de manera fundamental además de que los proveedores ya exigen una cadena de suministro conectada de manera digital  y la nube ya permite que todo esto suceda.      

-Antes de Latinoamérica, usted trabajó para Microsoft en la India. ¿Cuáles son las diferencias y puntos en común entre esos dos mercados? ¿Qué lecciones aprendió en la India que aplica en América latina?-Una de las razones por las que quise venir a Latinoamérica fue aplicar lo que aprendí en India, y creo que una de las grandes diferencias que encontré entre India y Latinoamérica es que por ejemplo (allá) tienen una base tecnológica muy arraigada.

Además su mayor enfoque está en la educación STEM (acrónimo de los términos en inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics, Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

También cuenta con una gran cantidad de talento para el desarrollo, para las universidades, para la ingeniería. Un puesto de ingeniero tendrá 500 candidatos dentro de una compañía. 

En Latinoamérica es más difícil. “Quiero utilizar Big Data en mi empresa pero no encuentro el talento, porque las universidades aún no imparten este aprendizaje”, dicen algunos clientes. Las universidades de Latinoamérica deben adoptar tecnologías para poder brindar estas herramientas. 

Otra cosa que creo es similar es el ritmo de la movilidad, estuve en India por tres años y 100 millones de personas adquirieron un “smartphone” por primera vez, y por su puesto supe que ese fenómeno ya había sucedido en Latinoamérica.

Sin embargo, el cambio al dispositivo móvil modificó de forma dramática la relación entre el cliente y sus empresas, por lo que existen en ese caso algunas similitudes, aunque yo diría que estas son las lecciones por parte de India. 

Si aceleramos el paso hacia la innovación y brincamos hacia la nube nos volveremos más rápidos para poder competir a nivel global, y si protegemos nuestras industrias sin la innovación todo se vendrá abajo.

Eso lo vi en India con la movilidad, el talento y el desarrollo, y esa fue la razón de por qué diseñamos tres centros de datos de Microsoft en el país, porque quisimos asegurarnos de que ese salto tecnológico se esparciera por todo el mundo.

La Argentina y Latinoamérica deberían ser líderes en áreas donde ya tenemos bastante experiencia como la agricultura, y espero que podamos ser parte y provocar juntos ese cambio con el gobierno.

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