Desde principios de año el teléfono celular de Federico Tiscornia -hermanastro del ex juez Guillermo Tiscornia- estaba interferido por la Policía de Seguridad Aeronáutica (PSA) por orden del juez federal Luis Rodríguez en una causa por tráfico de drogas.

Pero Rodríguez venía que en las transcripciones especialistas de la PSA escribieron varias veces en los informes “contenedores sin interés para la causa” y que se omitía desarrollar todos los diálogos. 

Tiscornia solo era desgrabado cuando hablaba de ofertas de drogas y fiestas en hoteles cinco estrellas de Puerto Madero. Entonces, Rodríguez llamó a su colega del fuero en lo penal económico Marcelo Aguinsky, que tiene la causa por contrabando contra los hermanos Paolantonio, y le preguntó si era de su interés.

Aguinsky pidió los 600 CDs completos y solicitó a la dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado, dependiente de la Corte Suprema, la desgrabación de las conversaciones.

Luego Aguinsky pidió el auxilio de la Gendarmería y comenzó una serie de tareas de inteligencia que terminaron con las detenciones y allanamientos.

En tribunales se espera que se entreguen los prófugos como “El Mono” Minnicelli, quien no fue encontrado en su último domicilio por efectivos de la Gendarmería.

Pero las preguntas políticas claves son: ¿Laborda Barreiro que se había llamar “Lyon King” intentó meter en la maniobra a Gómez Centurión con la oferta de darle información sobre otras bandas?, ¿Por qué la PSA consideraba “sin interés para la causa” las conversaciones de Tiscornia sobre contenedores? y ¿la denuncia anónima que llegó a manos de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich contra Gómez Centurión fue armada por los perjudicados por el bloqueo de 300 contenedores? 

Gómez Centurión denunció que le hicieron “una cama” y que le habían colocado un micrófono en su casa para armar la denuncia. 

Tanto en "la cama" como en las maniobras de Laborda Barreiro están los empresarios que tienen los 300 contenedores bloqueados y que el juez ahora investigará más a fondo, indicó el diario Clarín.

Pero Aguisnky pidió la colaboración de Gómez Centurión para los operativos, en una señal de confianza del magistrado al funcionario suspendido por Macri y luego repuesto en su cargo.

En tribunales se espera que se ponga en marcha una purga mayor de la cúpula de la Aduana, de los despachantes y de los empresarios que manejan los depósitos fiscales.

El operativo demostraría que existe una estructura de funcionarios de carrera de la Aduana que facilita el contrabando más allá de si su jefe es Gómez Centurión o Ricardo Echegaray, aunque durante la gestión de este último al frente de la AFIP, casi no se hicieron denuncias de contrabando ante el fuero en lo penal económico.

Una frase de Barreiro Laborda a Federico Tiscornia, quien reclama plata para seguir con las operaciones, sintetiza la seguridad que el ex dueño de Lojack tenía sobre su influencia en la Aduana: “Federico, el hombre es esclavo de las palabras que pronuncia y dueño de las que calla. Vos pronunciaste y dijiste que te seguía recibiendo por tu hermano... No hay ningún problema, yo habló con él y vos después venís, charlas conmigo y después seguís tu camino. No vamos a cagar la amistad de tu papá y toda la historia porque según vos yo pongo el pie. Vos podés volar solo. Vos tenés vuelo propio, con tu apellido olvidate, podés mover toda la Aduana”.