iProfesional

La comunidad empresaria rechaza al postulante republicano por razones que afectan sus negocios. Pero el magnate tiene un apoyo solitario y de peso
07/11/2016 - 21:15hs

Silicon Valley, el epicentro de la industria de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en los Estados Unidos, eligió el bando en el cual ponerse ante las elecciones presidenciales de este martes al no ocultar su rechazo al candidato republicano Donald Trump.

Los líderes de las empresas tecnológicas inundaron de dólares la campaña de la postulante demócrata Hillary Clinton, e incluso muchos no dudaron en participar directamente en ella.

Steve Wozniak, Ev Williams, Jimmy Wales y Pierre Omidyar, cofundadores de Apple, Twitter, Wikipedia y eBay, respectivamente, figuraron entre los firmantes de una carta abierta en la que se advierte que la llegada de Trump a la Presidencia sería “un desastre para la innovación”, como informó iProfesional en esta nota

El magnate republicano propuso "cerrar" una parte de Internet por razones de seguridad, y criticó a Apple por fabricar sus productos en el extranjero y a Amazon por evadir impuestos.

“Trump representa lo opuesto a lo que ellos (en Silicon Valley) proponen: recibir a los inmigrantes, un orden mundial cosmopolita”, subrayó en un análisis Geoffrey Skelley, del Center for Politics de la Universidad de Virginia.

Para Melinda Jackson, profesora de ciencias políticas en la Universidad de San José, Trump “da la impresión de mirar hacia atrás (...) cuando en Silicon Valley todo gira en torno a la innovación”.

Mientras Google afirma que su misión es hacer que toda la información esté disponible en forma libre y Facebook dice que quiere conectar a todo el planeta, Trump promete construir un muro en la frontera con México.

Mark Zuckerberg, director y cofundador de Facebook, llamó en abril a los creadores de aplicaciones para la red a “elegir la esperanza y no el miedo” y ayudar a construir puentes antes que muros.

Otro fundador de Facebook, Dustin Moskovitz, y su esposa, anunciaron que donarían u$s20 millones a la campaña de Clinton y al Partido Demócrata tras afirmar que en caso de un triunfo de Trump el país “retrocederá”.

Apple renunció este año a financiar y dar soporte logístico a la convención republicana, invocando las declaraciones de Trump sobre los inmigrantes, las minorías y las mujeres.

El director de la empresa fabricante del iPhone, Tim Cook, quien había figurado en la lista de candidatos a la vicepresidencia en la fórmula demócrata, como informó iProfesional en esta nota, y Laurene Powell, la viuda de su emblemático predecesor Steve Jobs, organizaron una campaña de recolección de fondos para la fórmula demócrata.

“Las raíces de los Clinton, en particular de Hillary, son profundas” en Silicon Valley, subrayó Jackson.

Entre los más férreos opositores a Trump figura el cofundador de LinkedIn, Reid Hoffman, que prometió u$s5 millones a asociaciones de ayuda a veteranos de guerra si el magnate republicano acepta revelar sus declaraciones de impuestos.

Trump también está inmerso en una violenta disputa con el presidente de Amazon, Jeff Bezos.

Bezos utiliza su diario, The Washington Post, que adquirió hace tres años, como “una herramienta de poder político contra mí” y para que “los políticos de Washington no graven a Amazon como deberían”, denunció el empresario.

En su réplica, Bezos le dijo a Trump que tenía lugar para él en un cohete de Blue Origin, otra de su empresas, para que se vaya al espacio.

Un apoyo solitario para TrumpEl millonario Peter Thiel es uno de los grandes emprendedores tecnológicos del Silicon Valley. Cofundador del sitio de pagos Paypal y el primer inversor externo de Facebook, es parte de ese puñado de nuevos íconos empresarios, jóvenes y visionarios.

Pero Thiel no está bien visto entre sus pares, porque es la única figura de la famosa región californiana que se pronunció en forma abierta a favor de Trump. 

Incluso después de los últimos escándalos en lo que se vio envuelto el candidato republicano por sus dichos denigratorios contra las mujeres, Thiel anunció una donación de u$s1,25 millones a su campaña.

La inusual posición política de Thiel en un ambiente abrumadoramente demócrata es todo un desafío para los empresarios exitosos de Silicon Valley que hacen un culto de la tolerancia a las diferencia.

Algunos emprendedores se negaron a seguir haciendo negocios con Thiel, cuya fortuna se estima en u$s2.700 millones.

Por ejemplo, Ellen Pao, ex presidenta de Reddit, cortó todo vínculo entre su proyecto de promoción de la diversidad Include y la incubadora de “startups” Y Combinator (YC), que tiene entre sus socios a Thiel.

Paul Graham, uno de los fundadores de YC, defendió en su cuenta de Twitter la idea de mantener la sociedad con Thiel, de quien dijo que es "excéntrico pero honesto" y lo comparó con "los estadounidenses de izquierda que, confundidos, idolatraban a Stalin en las décadas del 30 y 40".

Thiel fue un simpatizante de Trump desde que éste lanzó su carrera a la presidencia. Incluso fue delegado californiano por su candidatura y habló en la Convención Republicana

De hecho, fue el primer orador en proclamarse “orgullosamente gay” en una convención republicana.

¿Balanza inclinada de Google?¿La ideología de los usuarios, y lo que hagan a partir de ella resulta indiferente para un buscador como Google?

La pregunta, que cobra más sentido en tiempos de campañas electorales, fue motivo de un estudio de científicos del Instituto Americano de Investigación y Tecnología del Comportamiento en Vista, California (EE.UU).

Los investigadores comprobaron si esa objetividad que se le presupone al buscador era tal o si por el contrario puede influir en el voto electoral.

El estudio, que puede consultarse aquí, afirma que el algoritmo de Google, lejos de mostrar los resultados de forma automática, posiciona mejor a un candidato que a otro. 

Es el llamado efecto de manipulación de los buscadores, conocido también como SEME (search engine manipulation effect).

Para demostrar el SEME, los investigadores, encabezados por el científico Robert Epstein, estudiaron a cinco grupos de votantes indecisos con diversas características demográficas de Estados Unidos y la India. 

La prueba en este segundo país coincidió con las elecciones generales de 2014 y descubrieron que los resultados de búsqueda sesgados podían influir en un 20% de los votantes que no lo tenían claro.

Según Epstein, la naturaleza del algoritmo de Google es poner a un candidato delante de otro, por lo que podría haber determinado “hasta el 25% de los resultados de procesos electorales de todo el mundo”.

El científico cree que los resultados de Google podrían desplazar el voto de estas elecciones estadounidenses hasta un 2%. 

Un porcentaje que no parece demasiado alto, pero que supone unos 2,6 millones de votos; una cantidad que puede decantar la balanza hacia Clinton o Trump.