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El macrismo está negociando una ampliación del Acuerdo de Complementación, justo en momentos en que en ese país se prevé un impacto con la llegada de Trump
16/11/2016 - 11:25hs

México atraviesa momentos díficiles. La victoria de Donald Trump en las elecciones de los Estados Unidos significa una gran incertidumbre para esta gran economía.

No sólo por las amenazas del próximo líder de la Casa Blanca respecto de las futuras políticas migratorias, sino también porque durante su campaña había anticipado que iba a castigar al ingreso de productos de ese origen, especialmente a los autos, con mayores aranceles. 

De hecho, apenas se supo que Trump se había impuesto sobre Hillary Clinton, el peso mexicano se debilitó un 11% y alcanzó su nivel más bajo en décadas. 

Es que la economía mexicana muestra una fuerte dependencia respecto de Estados Unidos, donde coloca nada menos que el 80% de todas sus exportaciones

Hablando en plata, esto significa cerca de u$s300.000 millones al año, cerca de cinco veces las ventas al mundo realizadas anualmente por la Argentina. 

De ese total, unos u$s75.500 millones están explicados por envíos de autos. De modo que el mínimo cortocircuito o roce diplomático que se produzca entre ambas naciones, pondrá en juego un importante volumen comercial. 

En un contexto en el que EE.UU. amenaza con dar un giro hacia el aislacionismo y que varios países podrían verse afectados por un exceso de stock de productos industriales, el Gobierno de Macri se propuso reforzar el plan de reinsertar a la Argentina en el mundo. 

Con ese objetivo, el secretario de Comercio, Miguel Braun, está en México para ampliar el Acuerdo de Complementación Económica bilateral. 

El ACE funciona como un tratado de libre comercio a escala más reducida, ya que permite determinar preferencias arancelarias pero no de manera masiva sino para determinados bienes

Desde Cancillería informaron que México es el séptimo socio comercial de la Argentina y que cuenta con una población de más de 120 millones de habitantes.

“Llevamos años de atraso en el acceso al mercado mexicano y hoy el contexto internacional es favorable para que podamos avanzar rápido. Nuestro objetivo es lograr un acuerdo más amigable para las empresas argentinas, haciendo más clara y accesible su operatoria. Tenemos el desafío de ampliar los beneficios mutuos e incluir nuevos bienes para impulsar la diversificación de los intercambios comerciales", indicó Braun. 

"La profundización y ampliación del acuerdo representa para nuestro país la posibilidad de acceder a uno de los mercados más grandes de Latinoamérica, miembro de NAFTA y de la Alianza del Pacífico", agrega el comunicado de Cancillería. 

Sin embargo, luego del gran error político y diplomático que implicó poner todas las fichas en un triunfo demócrata, ahora el sector empresario no oculta su inquietud por esta estrategia de abrir más la economía cuando el mundo podría asistir a un giro proteccionista

Especialmente, cuando el país con el que se está negociando es México, que podría ver afectada su industria ante cualquier traba futura que imponga la administración Trump.

Además, porque el presidente electo ya anunció que iba a exigir una renegociación del acuerdo NAFTA, lo que seguramente deteriorá las preferencias que tenía México para colocar su producción en ese país

“Realmente no entendemos cómo el Gobierno está avanzando con un plan para facilitar las importaciones con México cuando todavía no se conocen las medidas que tomarán los EE.UU. y cuando la diferencia de costos que tenemos con ellos es abismal”, afirma un directivo de la UIA, que pidió estricto off the record. 

Para Gonzalo Dalmasso, de Abeceb, una crisis con Estados Unidos podría gatillar un redireccionamiento de la producción de autos hacia el mercado argentino. 

La razón, según el experto, es que “los costos laborales de la industria automotriz nacional son tres veces más altos que los de México. Si le sumamos el factor productividad, entonces la diferencia es mucho más desfavorable”. 

“Sería muy oportuno comenzar a monitorear posibles daños colaterales por la nueva administración de Trump. Pero nos preocupa porque a cada lugar que van, los funcionarios macristas prometen un Tratado de Libre Comercio”, agregó el empresario industrial consultado.

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