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¿Seguirá la bicicleta?: con altas tasas y "seguro de cambio", ahorristas ganan hasta 30% en dólares
22/11/2016 - 17:15hs

La expansión del sistema de bicisendas en la Ciudad de Buenos Aires dio lugar a una mayor oferta de modelos de bicicletas. Ahora, los hay para todos los gustos y diferentes tipos de bolsillos. 

Desde las más básicas y baratitas –que rondan los $5.000- hasta aquellas fabricadas con materiales especiales, que incorporan multiplicidad de cambios y que superan cómodamente los $30.000.

Dentro de esta amplia gama, aparece una muy particular, ya que supo conservar su vigencia a través de los años incluso en momentos en los que la "bici" había entrado en decadencia.

Por cierto, no se la ve en los parques ni en las plazas. Más bien, rodando en las calles de la city porteña y aparcadas en la mayoría de las oficinas de los inversores

No ayuda a bajar de peso, pero sí a ganar un buen dinero con relativamente poco esfuerzo: se trata de la famosa "bicicleta financiera".

El modelo 2016, por cierto, viene con una serie de accesorios que permiten superar la performance de años anteriores en cuanto a rendimientos

Incluso, sólo unas pocas vueltas de "pedaleo" resultan suficientes para hacerse de buenas ganancias para lo que resta del año.

¿Qué pasó hasta ahora?La divisa estadounidense ha mostrado una marcada volatilidad a lo largo de este vertiginoso 2016. En particular, en la primera parte.

En febrero, llegó a elevarse hasta los $15,86, lo que generó alarma en el circuito cambiario, habida cuenta de que dos meses antes (diciembre 2015) se ubicaba en "apenas" $13,41. 

Luego, a partir de la fuerte alza de las tasas de interés propiciada por el Banco Central, se derrumbó a un mínimo de $14,30, en mayo.

Posteriormente, comenzó a subir en forma gradual hasta volver a tocar un registro cercano al de febrero, en gran medida impulsada por el cimbronazo que generó la victoria de Donald Trump (ver cuadro). 

El gráfico anterior muestra la evolución alcista en términos nominales (sin el efecto inflación) considerando los cierres de cada mes.

Ahora bien, si se le resta el índice de precios para analizar su recorrido en términos reales, la cosa cambia y mucho. De hecho, no ha sido de los mejores para los ahorristas con mentes dolarizadas

Si se considera la evolución del IPC de Capital Federal, en lo que va del año todas las cotizaciones -ajustadas por ese indicador- dan muy por encima del precio actual.

Así las cosas, quienes compraron dólares en febrero, hoy en día se encuentran con que lo pagaron nada menos que a $20 (en términos reales, traído su precio a valor de hoy). 

Es decir, casi un 30% más de los que cuesta el billete en la actualidad

Luego, como el tipo de cambio permaneció quieto, no así la inflación, esa pérdida se fue reduciendo. Quienes se hicieron de divisas a partir de mayo resignaron cerca de un 4% en el peor de los casos.

El siguiente cuadro muestra cómo fue la evolución del "dólar real" en el tiempo

En otras palabras, quienes se tentaron con comprar en los primeros meses del nuevo Gobierno lo pagaron muy por encima de los valores vigentes a partir de junio, tanto en términos reales como nominales

Es sabido que, para que la "bicicleta" funcione en forma aceitada se requiere de dos aspectos fundamentales:

-El "seguro de cambio" que pueda ofrecer el Gobierno. Es decir que, a raíz de las circunstancias, se vea obligado a mantener la cotización del dólar estable.

-Que entre las "herramientas financieras", el ahorrista disponga de una alta tasa en pesos que supere en varios puntos la suba de la moneda estadounidense.

En cuanto a este último punto, el "pedaleo" quedó más que garantizado a partir del elevado tipo de interés ofrecido por las Lebac, como así también del de algunas otras colocaciones.

Ganancias de hasta 30% en dólares

Surgen claras diferencias entre quienes compraron billetes verdes y los mantuvieron respecto de aquellos que se desprendieron, volcaron esos fondos a otra inversión y luego recompraron moneda estadounidense.

En cuanto a estos últimos, es decir, los que optaron por subirse a la "bicicleta financiera" pasándose a un plazo fijo, la máxima ganancia la obtuvieron los que hicieron este "pase" en febrero o marzo

En este caso, obtuvieron un rendimiento anualizado en pesos del 23% y del 18% respectivamente. 

Mejor suerte aún tuvieron quienes optaron por Lebac, ya que estos títulos siempre pagaron tasas por encima de los depósitos bancarios.

Para idénticas fechas, las ganancias en dólares rondaron casi el 30% y el 24% anual respectivamente.

Quienes, en cambio, vieron el negocio en pasarse a acciones de empresas, su mejor momento también lo tuvieron en el primer trimestre del año. En particular, sobre finales de enero.

En este caso, el rendimiento en dólares fue superior al 31%, para luego ir declinando hasta el 22% (en verdes) en los meses siguientes. 

Algo similar ocurrió con los que eligieron bonos que, en igual período, permitieron hacerse de ganancias del orden del 15%. 

En la otra vereda, aquellos que se quedaron con dólares entre diciembre y marzo sin "bicicletear" perdieron a dos puntas. Básicamente por dos razones:

-El efecto combinado de una elevada inflación y un precio del billete en franco retroceso. 

-Por no haber optado por volcarse a una inversión más ventajosa e incluso de bajo riesgo, que les habría permitido ganar en promedio un 18% en esa moneda. 

¿La bicicleta seguirá rondando?Como era de prever, el temblor que generó la victoria de Trump sacudió a las acciones y bonos argentinos

Sus cotizaciones cayeron con fuerza en los días posteriores a que se oficializara su victoria, al tiempo que se produjo un salto cambiario en el mercado local. 

Todo esto, acompañado de una tenue reducción de las tasas de interés de las Lebacs que se ha trasladado a los plazos fijos.

Ante el nuevo escenario, la pregunta que se impone es si el mercado ve prudente seguir apostando a las tasas en pesos o si está yendo hacia una paulatina dolarización.

Para el economista Mariano Otálora, "todo indica que la tasa de devaluación se moverá por debajo de las tasas de interés en los próximos 6 meses".

Un factor clave que incidirá sobre la cotización de la divisa estadounidense es el ingreso producto del blanqueo, al tiempo que se abren interrogantes sobre qué tan benigno le resultará al Gobierno financiarse en el mercado de capitales. 

Una referencia que tienen muy en cuenta los inversores es el REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado). Se trata de un informe del Banco Central que compila las proyecciones de más de 50 consultoras sobre variables clave como dólar e inflación, entre otras tantas.  

Si se tiene en cuenta los datos que arroja este sondeo, la "bicicleta financiera" podría ir reduciendo su velocidad, dependiendo de los plazos.

Según el consenso de firmas locales e internacionales:

-El billete verde subirá cerca de un 20% (de $15,70 a $18,80)

-El rendimiento acumulado de las Lebac rondará el 24% anual. 

De confirmarse, quienes se desprendan de divisas, vuelquen sus fondos a estos títulos para luego recomprarlas seguirían obteniendo un resultado positivo, aunque más reducido. 

Distinto es el caso de los que se inclinen por un plazo fijo, ya que las tasas para el período rondarán el 19%. No obstante, en la medida en que la inflación baje se producirá una reducción paulatina y sostenida de los tipos de interés, lo que le restará atractivo a las inversiones en moneda local.

Para pasar el verano"Volcarse a colocaciones en pesos es una apuesta táctica y no estratégica", afirma el economista Gustavo Ber. 

En otras palabras, "debe ser analizada mes a mes, ya que la inversión de la curva de pesos favorece una renovación continua mientras la oferta de divisas se mantenga vigente", añade.

Su opinión coincide con la de Alejandro Bianchi, gerente de inversiones de Invertir Online: "En el contexto actual, signado por una muy elevada incertidumbre, invertir en Lebac a 35 días sigue resultando una interesante alternativa al menos para pasar el verano".

Al igual que sus colegas, el economista Nery Perchini, de Inversor Global, remarca la mayor volatilidad en los precios de los activos producto del triunfo de Trump.

Ante ello, recomienda "evitar la compra de acciones" y, en su lugar,  "posicionarse en bonos. En particular, en los de corto plazo".

Lucas Gardiner, director de Portfolio Personal, destaca que las buenas expectativas del ingreso de fondos verdes por el blanqueo hicieron que el dólar suba poco, en términos reales. Incluso, en medio del vendaval desatado sobre las monedas emergentes apenas se confirmó la victoria del republicano.  

Con este dato sobre la mesa, considera que las proyecciones para la moneda estadounidense no se han modificado al menos para el corto plazo.

"Aunque podría quedar por arriba de los $16 hacia fin de año, las tasas en pesos ofrecidas por algunos instrumentos igual siguen siendo atractivas", afirma.

"Sobre este punto, vemos que las Lebac de corto plazo le siguen ganando a la devaluación", remarca Gardiner. 

Para Gabriel Holand, CEO de HRGlobal, "la elección de la moneda en la que se va a realizar una inversión va a depender principalmente de si el ahorrista piensa a corto o a mediano plazo". 

En su visión, para los próximos meses siguen resultando conveniente las colocaciones en pesos, ya que se espera que el dólar se mantendrá contenido.

"Las Lebac más cortas siguen siendo muy atractivas por la diferencia que le sacan a la inflación esperada en los próximos 12 meses", indica Perchini. 

Los que apuestan al largo plazo

Ya en el terreno de las acciones, desde Puente afirman que la reciente corrección bajista de las cotizaciones (sobre todo en sectores ligados al crecimiento) ofrece puntos de entrada atractivos para quienes confían en una recuperación económica en 2017.

Considerando la actual volatilidad de los mercados, para un inversor de perfil conservador desde la city recomiendan una menor exposición a bonos y acciones.

Consideran que lo más aconsejable es posicionarse en los diferentes fondos comunes de inversión, tanto en pesos como en dólares que ofrecen los principales bancos.

En cambio, si está dispuesto a asumir un riesgo mayor, lo ideal sería el armado de una cartera balanceada entre pesos, dólares y acciones". 

¿Cuánto de cada uno? Según Otálora, "un 45% en bonos en moneda local, un 35% en títulos en dólares y un 20% en papeles de empresas". 

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