Casi la mitad de los centros comerciales en los Estados Unidos sufre problemas tanto en la caída del tráfico así como de sus ventas, una tendencia que aventura que buena parte de estos establecimientos podrían verse obligados a cerrar en los próximos años.

Según un informe publicado esta semana por Morningstar Credit Ratings, el 45% de los shoppings, 465 de los 1.035 complejos del país norteamericano, registra ventas débiles y sufre un declive en el nivel de ocupación.

El crecimiento del comercio electrónico es el principal motivo.

Dentro de los 465 centros con problemas, Morningstar identifica un total de 24 que no generan ingresos suficientes como para hacer frente a sus responsabilidades de deuda.

La consultora pone en cuarentena dentro de su lista de compañías con riesgo de pago. Hasta ahora se contabilizan 53 establecimientos que ya incumplieron.

Estos centros comerciales han dejado de pagar u$s3.400 millones y pueden generar hasta u$s1.880 millones entre sus acreedores, según las estimaciones que barajan desde Morningstar.

Según explicó Steve Jellineck, vicepresidente de la casa de análisis y uno de los autores del informe, el cierre de lo que se conocen como tiendas ‘ancla’, es decir, locales dentro del centro comercial que pertenecen a grandes cadenas minoristas como J.C Penney, Macy’s o Sears, “instigan una importante devaluación” para los recintos comerciales.

Otros factores a tener en cuenta son la pérdida de clientes frente a otros competidores cercanos o la opción de comprar en línea.

“La pérdida de múltiples inquilinos y la falta de reemplazo pueden acentuar un declive de forma rápida y profunda”, advirtió Jellineck.

Donde no parecen existir problemas es en los centros comerciales de lujo, alrededor del 29% del total. Estos recintos que cuentan con inquilinos de la talla de Bloomingdales, Neiman Marcus, Saks Fith Avenue o Nordstrom generan ventas de más de u$s470 por pie cuadrado (0,09 metro cuadrado).