Alec Oxenford fundó hace 17 años su primera empresa tecnológica, Deremate.com y ya va por la cuarta, Letgo, con la que aspira a conquistar el mercado estadounidense gracias al móvil.

Su tercer emprendimiento, OLX, nació en la India en 2006 y hoy es uno de los unicornios latinoamericanos, valorado en más de 1.000 millones de dólares, con 1.800 trabajadores y más de 100 millones de visitantes únicos por mes.

"Llegamos a ser número 1 en la India sin empleados allá cuando empezamos. Ahora sí ya hay 250 personas. Buenos Aires ha sido durante muchos años un hub de Internet, comparable a muchas ciudades europeas y la más importante de América latina sin duda", recordó.

El empresario (en la foto) destacó que en América latina, "de las 10 compañías de mayor valuación, seis nacieron en Buenos Aires". "No existe ninguna de esta escala en Brasil y México que son países mucho más grandes", destacó.

"También es importante que en Buenos Aires hay una gran comunidad judía. Son muy buenos en matemáticas y muy emprendedores. Israel es el país que tiene más emprendedores per cápita del mundo", afirmó.

"También creo que los ciclos de crisis recurrentes, cada 8, 10 años, fuerzan a la población a adaptarse. Somos sobrevivientes", sostuvo Oxenford

En cuanto a la competitividad porteña, señaló que "hay muy buenos recursos humanos. Un ingeniero hoy sigue ganando el doble en San Francisco. Eso sí, ya es más barato un ingeniero en Barcelona que en Buenos Aires".

Consultado por el diario español El País si la Argentina "tiene arreglo", Oxenford respondió afirmativamente, aunque advirtió que "va a llevar más tiempo de lo que algunos piensan. Por el populismo de los últimos 80 años. La población es muy intolerante a reducir su capacidad de consumo pero no le importa que eso genere inflación y déficit".

"La clase empresarial es más parte del problema que la solución", advirtió.

"Creo que hay una clase nueva, de industrias abiertas, que compiten en el mundo, como OLX, Globant, Mercado Libre, Despegar, Satellogic, pero al establishment empresarial típico argentino le encanta cazar en el zoológico: quiere protección total, comodidad, todo predecible, si es posible un subsidio. Para mí eso ni siquiera es ser empresario. La sociedad no debería permitir los beneficios extraordinarios que recibe un empresario si no corre riesgos también extraordinarios", diagnosticó.

Sobre la posible llegada de inversiones, advirtió que "no va a ser un tsunami, pero van a llegar porque por primera vez, desde que tengo conciencia, hay un gobierno armando una infraestructura consistente para los próximos 20 años".

"La población no sabe ver las causas y efectos. No se puede tener servicio público con el costo de Bangladesh y la calidad de Barcelona, pero la gente piensa que sí. Alguien se lo tiene que explicar", denunció.

"El pueblo argentino ha sido engañado durante mucho tiempo sobre cómo funcionan las cosas, va a llevar un tiempo cambiarlo. Pero igual soy optimista. Además no hay muchas alternativas, porque ya se acabaron todas las cajas", concluyó.