El presidente Mauricio Macri recibirá este miércoles a los gobernadores provinciales, muchos de los cuales conspiraron contra el proyecto más auspiciado del líder del PRO, la reforma política para que se estrene el voto electrónico en los comicios de 2017.

En Casa Rosada aún se mantiene el disgusto, pero reconocen que el vínculo con los mandatarios es necesario, sobre todo, porque todavía resta la discusión en el Congreso del proyecto para modificar el Impuesto a las Ganancias, previsto para que se realice en sesiones extraordinarias.

La excusa oficial será el lanzamiento de un "compromiso contra las adicciones", en la quinta de Olivos como escenario, y con la presencia –además- de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.

"Está difícil que salga la reforma. A la larga se llega, si no es para el 2017, será para el 2019. Pero algunos gobernadores van a pagar el costo político en la campaña, sobre todo en aquellas provincias que se negaron a dar el debate en el recinto. Para nosotros, que somos minoría y tenemos sólo 5 gobernadores de 24, fue una apuesta audaz", le dijeron desde el Gobierno a Infobae.

En este sentido, los apuntados son Sergio Casas (La Rioja), Juan Luis Manzur (Tucumán), Domingo Peppo (Chaco) y Gildo Insfrán (Formosa), que mantenían un vínculo más fluido con el Ejecutivo, y que se suman a Carlos Verna (La Pampa) y Alicia Kirchner (Santa Cruz).

Peppo justificó la resolución que consensuaron los senadores y los mandatarios peronistas.

"Creo que es necesario el cambio hacia una reforma política, pero en lo esencial nosotros planteamos darle garantías a la gente y a los partidos políticos, porque ante dudas se requiere una mirada especial", aseguró el gobernador en diálogo con Radio 10 y agregó: "Nosotros venimos impulsando un proceso de reforma desde mucho antes".