iProfesionaliProfesional

El director general de la bodega dialogó con iProfesional sobre los próximos pasos de la compañía, tras algunos años de perfil bajo
01/12/2016 - 16:24hs

Hay una realidad: en los últimos años, la bodega Piedra Negra tuvo un recorrido zigzagueante en el mercado doméstico. A punto tal que hubo consumidores que le fueron perdiendo el rastro. 

A comienzos de 2012, la compañía –que originalmente había sido fundada como Lurton- sufrió un cambio de nombre por temas societarios. 

El problema es que, desde ese entonces la bodega, que mantuvo una fuerte presencia en los mercados internacionales, perdió visibilidad en el plano local, algo que reconocen desde la propia empresa. 

Decididos a recuperar terreno en la Argentina, los directivos de bodega Piedra Negra están abocados a relanzar la marca, a través de un plan que incluye diversas líneas de trabajo, como el lanzamiento de nuevas etiquetas o la mayor difusión del terroir sobre el que se fundó la bodega y que cada vez capta más atención de consumidores y sommeliers: Los Chacayes

En este contexto, iProfesional dialogó con Thibault Lepoutre, quien llegó a la Argentina en 2012 para hacerse cargo del área enológica pero que en 2014 pasó a hacerse cargo de la dirección general de la compañía. 

En un castellano fluido, este enólogo e ingeniero agrónomo, habló sobre los próximos pasos de la compañía, sobre el paulatino y lento cambio de estilo que le están imprimiendo a algunos de sus vinos y también sobre la región de Los Chacayes, uno de los próximos hotspots del Valle de Uco, tras la eclosión de subregiones como Altamira y Gualtallary. 

-Si un consumidor les pregunta qué pasó con Piedra Negra en estos últimos años, ¿qué le dirían? 

-Cuando se avanzó con el cambio de nombre, en el mundo se comunicó de una manera muy fuerte. En cambio, en el mercado interno, no hubo una estrategia definida. Y esto generó algo de confusión tanto entre consumidores como en el retail. Ahora, el objetivo de Piedra Negra es volver a tener una fuerte presencia en el mercado interno, sobre todo con los vinos de alta gama. Por eso, lo importante es que ahora estamos de vuelta. Somos una de las bodegas pioneras de Los Chacayes, en el Valle de Uco. Realmente, muy pocos establecimientos pueden demostrar una consistencia como la que nosotros hemos tenido en los últimos 15 años en esa zona. 

-¿Este relanzamiento en la Argentina estará acompañado por nuevos vinos? 

-Sí. Estamos trabajando en un nuevo blend de Malbec y Cot que va a estar en un nivel de precios similar al Piedra Negra pero va a ser distinto, menos clásico, con menos evolución y madera y más fresco, intentando reflejar de la manera más pura posible el terruño de Los Chacayes

-¿Se viene una Indicación Geográfica para Los Chacayes? 

-Exactamente. Hasta el momento es una marca propia pero que vamos a ceder al Instituto Nacional de Vitivinicultura para permitir que otras bodegas que estén en la zona puedan utilizarla. A diferencia de Altamira, Los Chacayes tiene la ventaja de tener límites administrativos. La idea de François Lurton es muy clara: no tuvo problemas para ceder la marca porque entendió que si más bodegas potencian la zona con buenos vinos, entonces Los Chacayes va a ganar en prestigio. El plan es crear la IG y a partir de ahí defender la zona a partir de un código de buenas prácticas. Calculamos que para marzo o abril del 2017 ya debería estar vigente. 

-¿Qué define a la región en cuanto a los vinos que allí se logran? 

-Con el Cot, por ejemplo, que lo trajo François hace varios años, se logran vinos de un color muy profundo, con una nariz floral muy fresca, mientras que en boca son densos, con cierta rugosidad dada por los taninos. No tienen la amabilidad y la suavidad de La Consulta o Altamira. Por eso durante la vinificación trabajamos mucho para no resaltar ese lado anguloso. El Malbec, en cambio, tiene una boca más jugosa, más amable, con taninos bastante redondos. Por eso, la complementación entre la rusticidad del Cot y la suavidad del Malbec, es muy buena. Porque hacer un vino 100% Cot daría como resultado un ejemplar un poco brutal

-Con el relanzamiento, desde la bodega se habla de mostrar vinos un poco menos intervenidos. ¿Va a cambiar el estilo? 

-No hablaría de un cambio en todas las líneas. Si un vino como Piedra Negra de golpe lo hacemos fresco y ligero, tal vez lo entienda un periodista especializado o un sommelier, pero no es algo que espere el consumidor, que estará buscando otra cosa. Por eso, queremos ir evolucionando hacia ejemplares más frescos pero creando nuevas etiquetas o líneas y no modificando radicalmente las que ya tenemos en el mercado, porque si no estaríamos confundiendo al consumidor. No hay que perder de vista que la bodega tiene una imagen de vinos relativamente clásica, con su concentración y evolución. Por eso, el objetivo es encontrar un equilibrio y no que todos nuestros vinos sean crudos y frescos

-¿El crecimiento en el mercado interno va a ser cualitativo y también cuantitativo? 

-Actualmente estamos produciendo unas 2 millones de botellas al año. El 90% de ese total lo exportamos. El plan es incrementar un poco la producción, pero no demasiado. Lo más importante será apostar más por la alta gama. Seguiremos haciendo el Pinot Gris, que realmente es barato por lo que ofrece, pero con el objetivo de disminuir el share de los vinos entry level y darle más volumen a los de la punta de la pirámide. 

© Por J.D.W. - Editor Vinos & Bodegas - [email protected]

Temas relacionados