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La cúpula gremial cenó con el líder del Frente Renovador, José Manuel de la Sota y Felipe Solá. Hablaron de endurecer posturas en 2017
01/12/2016 - 12:06hs

Desilusionada frente a la iniciativa presentada por el oficialismo, la CGT unificada se comprometió a apoyar el proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias del Frente Renovador.

La promesa fue pronunciada anteanoche, durante una cena en el Sindicato de la Sanidad, en la que los gremialistas recibieron a los diputados Sergio Massa y Felipe Solá y al ex gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota.

Frente a ellos se sentaron los miembros del triunvirato que conduce la central obrera, el anfitrión Héctor Daer, Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento) y Carlos Acuña (empleados de estaciones de servicio), junto a Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra), Armando Cavalieri (Comercio), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Rodolfo Daer (Alimentación) y Carlos West Ocampo (Sanidad).

Los gremialistas les recordaron a sus invitados que el ideal que persigue la CGT es que ningún trabajador bajo convenio pague Ganancias, pero que saben que esa alternativa sería inviable para el fisco. Coincidieron, con Massa, en que una propuesta de ese tipo finalizaría en un veto presidencial. Sería una derrota política para Mauricio Macri, pero los trabajadores no percibirían un centavo.

"La CGT se comprometió a apoyar el proyecto de Massa, porque está más cerca de lo que quieren los gremios que la iniciativa del Gobierno", confirmó Gerardo Martínez. Agregó que los gremialistas valoraron el gesto del tigrense de acercar su proyecto para hacer partícipe a la central obrera. El Gobierno, que había prometido lo mismo, olvidó ese trámite.

Massa resaltó que su proyecto es viable para el fisco y que, a diferencia de lo que sostiene el Gobierno, no desfinancia a las provincias. De hecho, el tigrense recibió ayer un aporte del gobernador de La Pampa, Carlos Verna, para cambiar la forma de imposición del impuesto al juego: atacar el IVA de la venta de fichas y no la ganancia de las máquinas, para afectar menos la coparticipación de las provincias.

Hubo más coincidencias en el asado de la CGT: por un lado, la necesidad de garantizar la paz social, especialmente en el final de año y, por el otro, la voluntad de ajustar las tuercas en 2017. Para los sindicatos, el clima del primer trimestre será crucial para definir un curso de acción frente al Gobierno. Para Massa, esos meses coincidirán con el inicio de la campaña electoral.

Tampoco faltan las desconfianzas. Massa vio a los gremialistas desilusionados con Macri, pero agazapados, esperando. Algunos sindicalistas creen que el diputado es demasiado benévolo con Cambiemos: que su imagen y su estructura se benefician con esa actitud.

De hecho, la presencia de De la Sota y Solá en la cena no fue casual: los gremialistas elogian los reflejos políticos del tigrense, pero más de uno desconfía. En la cena quien sostuvo la conversación fue De la Sota, coincidieron desde ambas orillas. Massa habló más en el cierre,señala La Nación.