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El Gobierno lanza un documento con 100 objetivos para apuntalar la gestión
02/12/2016 - 12:29hs

Bajo el nombre formal de "Reunión de Trabajo del Gabinete Presidencial",el presidente Mauricio Macri encabeza una jornada de trabajo de tres días en Chapadmalal junto a sus ministros con el objetivo de evaluar el primer año de gestión, limar las diferencias internas en el Gabinete y planificar la agenda de trabajo de los próximos meses.

En la austera residencia presidencial de Chapadmalal, el presidente reunirá a 22 ministros (y funcionarios con rango de ministro) , además de la vicepresidenta Gabriela Michetti, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. También participará María Eugenia Vidal, la única representante de un gobierno local.

A diferencia de los retiros que Cambiemos organizaba durante la campaña electoral -más motivacionales y abiertos-, esta reunión será estrictamente de trabajo y cerrada al primer nivel de funcionarios.

Sin embargo, Cambiemos no perderá de vista ese toque "maketinero" que le pone a la gestión pública. Al término de la reunión, definirá un documento de las 100 prioridades del Gobierno de cara a los próximos meses. Con esto, buscan salir del plano de las consignas y pasar al terreno de lo concreto.

Con esta jornada, el Presidente busca saldar las diferencias al interior del Gabinete y alejar los rumores de renovación que surgen a un año de su llegada al poder y en un clima signado por la falta de un repunte claro en la economía.

Según confiaron los organizadores, cada ministro dispondrá de unos minutos para exponer los logros del primer año y la perspectiva de cara a 2017. Por su parte, Macri brindaría el discurso ante su equipo el viernes.

El Presidente busca ajustar detalles de gestión en la previa a un año clave por las elecciones parlamentarias, y entre el gabinete es vox populi -según dejan trascender desde el oficialismo- su disconformidad con el desarrollo de obras de infraestructura y con algunos funcionarios del área económica, aunque el propio jefe de Gabinete, Marcos Peña, desmintió en declaraciones públicas que se piense en cambios de gabinete.

Pero más allá de la gestión, el telón de fondo del retiro es el nuevo calor que tomó el debate interno en el PRO por la relación con el peronismo y la posible ampliación del frente electoral, impulsado por Monzó en su cadena de entrevistas a varios medios -algo inusual en un dirigente que cultiva el perfil bajo-.

Monzó llamó a la necesidad de ampliar la "sustentabilidad política" de la coalición de gobierno y dijo que Cambiemos fue tan sólo "un esquema electoral con éxito", lejos de transformarse "en un cuerpo sólido como partido político", e instó a "no tener prejuicios para sumar dirigentes" del PJ.

La discusión interna sobre la relación con el peronismo ya había cobrado temperatura en el primer semestre del año, cuando debía definirse si alcanzar un acuerdo institucional con sectores del PJ y el massismo para aceitar el tratamiento de algunos proyectos legislativos, un pacto impulsado en ese momento por Michetti, por Federico Pinedo y por el ex senador radical y cofundador de Cambiemos, Ernesto Sanz, y que finalmente se firmó acotado al ámbito parlamentario.

Esa idea, llevada a un plano más amplio y extendida al Poder Ejecutivo, sigue en boga y es apoyada también por Vidal y Horacio Rodríguez Larreta, aunque resistida por asesores como Jaime Durán Barba, algunos dirigentes radicales y -en menor medida- por Peña, según dirigentes alineados a Monzó, que de todas maneras desmienten que haya negociaciones concretas con peronistas.

Para la visión de los que impulsan una integración de cuadros del PJ al Gobierno -que no significa una alianza electoral-, el oficialismo debe sumar dirigentes que hagan cambiar la suerte en los distritos. Por ejemplo, si se le da un ministerio a José Manuel De la Sota y a Omar Perotti, eso ya cambia Córdoba y Santa Fe.

Igualmente, el debate interno en el PRO sobre la relación con el PJ promete extenderse -faltan ocho meses para el cierre de listas- y estará influenciado por la relación en el Congreso, habida cuenta que en el año electoral el oficialismo espera que se tense la cuerda con el peronismo no kirchnerista y se modifique la buena sintonía exhibida todo el año, como ya se puso en evidencia con la reciente caída del tratamiento de la reforma electoral.