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El Gobierno apuesta a un acuerdo de último minuto con los gobernadores para aprobar su proyecto y frenar el de Massa                      
05/12/2016 - 01:45hs

Las rondas de llamados y chats son permanentes. Todos hablan con todos. Incluso aquellos que hasta ahora casi no podían hablar entre sí. Todos los canales están abiertos, incluso el fin de semana. Así se negocia minuto a minuto en Diputados el proyecto para cambiar el Impuesto a las Ganancias.

El Gobierno apuesta todas las fichas a que su proyecto no se caiga y está en contacto permanente con los “diputados de los gobernadores”. Son los diputados peronistas que están atados políticamente a gobiernos que perderían hasta $25 mil millones si se aprueba un proyecto alternativo.

Básicamente el Gobierno propone un aumento de 15% en el mínimo no imponible (es decir, la base desde la cual el salario paga Ganancias) y luego una modificación total de las alícuotas (es decir, el porcentaje que se paga de Ganancias una vez superado ese mínimo). Dice que los números no le dan para más.

En el debate en comisión se consiguieron cuatro dictámenes que van a ser debatidos este martes en el recinto. Los dictámenes se votan en orden según la cantidad de firmas que obtuvieron.

Primero va a ser el turno del proyecto del Gobierno; si se rechaza, se pasa a votar el del Frente para la Victoria; si se rechaza se vota el de Sergio Massa y si este tampoco consigue mayoría se vota el de la Izquierda. Difícil que este último (que propone eliminar el impuesto) pueda ser aprobado. Si todos los proyectos son reprobados, el impuesto a las Ganancias queda tal como está y habrá que esperar al año que viene a ver si se ponen de acuerdo con los cambios.

“Nosotros aspiramos a seguir convenciendo diputados”, dice Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto y hombre clave del oficialismo en la negociación. “Creemos que nuestro proyecto favorece a los sectores medios sin poner en riesgo la situación fiscal ni de la Nación ni de las provincias”, agrega. Y explica con un ejemplo que, con su proyecto, un casado con dos hijos que cobra $36.000 apenas pagará $224 por mes gracias a la actualización de escalas.

La gran distancia entre el oficialismo y el massismo se basa en el monto del mínimo no imponible. Con el 15% de aumento que propone el Gobierno, quedaría en $34.500 para casados con dos hijos. Ese aumento, dicen los massistas, no alcanza ni para cubrir la inflación de este año. Y encima, en ese proyecto, no se propone cómo ni cuándo se actualizarán los mínimos.

“Con el del Gobierno, más trabajadores terminarán pagando el impuesto, especialmente a medida que vayan aumentando los sueldos por paritarias el año que viene. No se puede aprobar un proyecto que no cambie el mínimo no imponible”, dice el diputado massista Marco Lavagna, a cargo de las negociaciones por parte del Frente Renovador.

El problema es que el Gobierno no quiere ni hablar de discutir el mínimo no imponible y Massa no parece dispuesto a aceptar un proyecto que no contemple la suba de los mínimos. La diferencia es filosófica y de marketing político. Y ninguno quiere ceder en ese punto.

Eso sí, ni Massa ni Cambiemos apoyarán el proyecto del FpV. “No les vamos a dejar el rédito político a los que mantuvieron 10 años las escalas congeladas”, dicen, palabras más palabras menos, unos y otros.

Todas las miradas están puestas en los diputados que responden a los gobernadores. Los mandatarios saben que el proyecto de Massa es mucho más caro para ellos.

Hay que recordar que aproximadamente la mitad de lo que ingresa por impuesto a las Ganancias va a parar a las provincias. Un exgobernador y actual diputado peronista le dijo a TN.com.ar. “No estamos tan lejos. Estamos hablando con todos los bloques y vamos a llegar a un acuerdo”. “¿También con el oficialismo?”, preguntó TN. “Con todos los bloques”.

Mientras tanto, el Frente para la Victoria está doblemente contento. Más allá de lo que pase el martes en el debate en el recinto, ellos sienten que ya ganaron su batalla dentro del peronismo. Por un lado, por primera vez en un proyecto importante, Cambiemos firmó dictamen casi en soledad (Massa y el Bloque peronista que lidera Diego Bossio no acompañaron al oficialismo); por el otro, el dictamen del Frente para la Victoria quedó segundo en votos y dejó tercero al de Massa.

Sienten que esto pondrá en evidencia al jefe del Frente Renovador. Vale recordar que si se rechaza el proyecto del Gobierno, el que se votará segundo será el del FpV. Si el massismo y los otros peronismos no lo apoyan, podrán echarles en cara durante años que fueron ellos los que bloquearon la mejora para la clase media. Juegos de la política.

De todos modos, en el FpV creen que los “otros peronismos” terminarán negociando a último momento. “Esto lo cierra Massa con los ministros como hizo todo el año”, dicen. En Cambiemos sueñan con lo mismo. Quizás alcanza con que unos cuantos diputados del Frente Renovador se abstengan o no vayan a la sesión. Igual necesitan 129 votos (mayoría especial de la mitad más uno de la Cámara); Cambiemos con algunos aliados llega a 100.

En uno u otro escenario, todos saben que los acuerdos finales se darán en el momento. En la sesión del martes (que quizá se extenderá hasta el miércoles) en medio de una jornada que promete ser muy caliente.