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Estuvo preso y vivió con su hijo en las calles de San Francisco, hasta que se convirtió en un exitoso financista cuya historia inspiró un film
06/12/2016 - 14:56hs

Mientras Chris Gardner dormía junto a su hijo en los pisos de un baño público en Estados Unidos, nunca pudo imaginar que su historia se convertiría en una taquillera película de Hollywood.

Fue a comienzos de los años 80, cuando Gardner tenía 27 años y vivía con su hijo Chris en las calles de San Francisco, California.

Empleado con sueldo mínimo en un programa de capacitación en una empresa de corredores de bolsa, no tenía suficiente dinero para pagar el depósito de un alquiler.

Dormían donde podían: el baño de una estación de tren, parques, refugios en iglesias o debajo de los escritorios de la oficina, después de que todos se hubieran ido a casa.

Se alimentaban en comedores para personas sin hogar. Y Gardner usaba el poco dinero que tenía para pagar una guardería para su hijo mientras él iba al trabajo.

A pesar de las adversidades, Gardner prosperó en su trabajo. Tenía un instinto natural para vender activos, y al final del período de capacitación, Dean Witter Reynolds (DWR), le dio un empleo de tiempo completo.

Ya con medios para su alquilar una casa para él y su hijo, su carrera ascendió rápidamente. En 1987 abrió su propia compañía de inversiones, Gardner Rich.

Hoy en día, Gardner tiene 62 años, una fortuna estimada en u$s60 millones, viaja por el mundo dando charlas motivacionales y patrocina una serie de organizaciones de beneficencia para los sin techo y contra la violencia hacia las mujeres. Más aún, su autobiografía fue convertida en una película.

El hecho que Gardner tuvo una muy difícil niñez y que estuvo en la cárcel poco antes de su pasantía en DWR puede explicar por qué Hollywood se interesó en la autobiografía que escribía y que se convirtió en un éxito de ventas titulado "The Pursuit of Happyness" ("La búsqueda de la felicidad").

La película del mismo nombre se lanzó en 2006, protagonizada por Will Smith, quien recibió una nominación al Oscar de Mejor Actor por su interpretación de Gardner.

En retrospectiva, Gardner asegura que "no cambiaría nada" de su vida. "Tuve que pasar dolores de niño para que mis hijos no tuvieran que sufrirlos", expresó.

"A los cinco años tomé la decisión que mis hijos conocerían a su padre", agregó. "El resto de mi destino me llegó porque tomé las decisiones correctas", dijo en declaraciones relevadas por la BBC.

Madre inspiradora

Gardner nació en Milwaukee, en estado de Wisconsin, pero nunca conoció a su padre. Fue criado en medio de la pobreza por su madre Bettye Jean y un padrastro alcohólico que lo maltrató físicamente.

También pasó un período de tiempo en un hogar adoptivo después de que su madre, en un ataque de desesperación, intentó matar a su compañero.

A pesar de las dificultades en su niñez, Gardner aseguró que su madre fue una inspiración: "Tengo una de esas madres enchapadas a la antigua que me decía todos los días, 'Hijo, puedes ser o hacer cualquier cosa que quieras'. Y le creí y quedé convencido 100 por ciento".

Añadió que un día, de niño, estaba viendo un partido de basket universitario en TV y comentó que uno de esos jugadores llegaría a ganar un millón de dólares. "Mi madre declaró: 'Hijo, un día tú serás el que gane un millón de dólares'. Hasta que ella dijo esas palabras, la idea nunca había cruzado mi mente", contó el multimillonario.

El millón de dólares no llegó inmediatamente y, después de graduarse de la escuela secundaria, se enroló cuatro años en la Marina de EE.UU.

Después de recibir una baja honrosa en 1974, Gardner se trasladó a San Francisco, donde empezó a vender equipos médicos. Su vida cambió por completo cuando un día vio a un hombre estacionando su Ferrari rojo y Gardner le preguntó a qué se dedicaba.

El hombre era un corredor de bolsa llamado Bob Bridges y, después de conversar un poco con él, Gardner expresó un interés en incursionar en ese ámbito. Se reunieron otra vez y Bridges le ayudó a Gardner lograr una entrevista para una pasantía.

Sin embargo, en los días antes de la entrevista en DWR, Gardner fue arrestado y encarcelado por no pagar sus multas de estacionamiento. Eventualmente pudo llegar a la entrevista pero sólo vestido en la ropa que tenía puesta cuando lo arrestaron, que incluía un par de zapatillas y un chaleco.

A pesar de su facha desaliñada, su empuje y entusiasmo fueron suficientes para ganarle el puesto.

Reevaluación

Seis años después del estreno de la película, la vida de Gardner cambió otra vez en 2012, cuando su esposa murió de cáncer a los 55 años.

Eso provocó un reevaluación de lo que quería hacer con su vida y, después de tres muy exitosas décadas en finanzas, decidió efectuar un completo cambio.

"En unas de las últimas conversaciones que tuvimos ella me dijo: 'Ahora que podemos ver lo verdaderamente corta que puede ser la vida, ¿qué piensas hacer el resto de tu vida?'", contó Gardner.

"Cuando tienes una conversación así, eso cambia todo. Yo he dicho que cuando no estás haciendo algo que te apasiona, estás comprometiendo tu ser todos los días", afirmó, según cuenta la BBC.

Al darse cuenta de que no quería seguir trabajando en la banca de inversión, se reinventó como un orador motivacional y autor. Ahora pasa 200 días del año viajando por el mundo dando charlas a auditorios llenos en más de 50 países.

Gardner cree que él es prueba contundente contra la teoría de que todos somos producto de nuestro entorno. "De acuerdo con esa escuela de pensamiento, yo debí haberme convertido en otro pobre diablo alcohólico que golpea a su esposa y maltrata a su hijos", replicó.

En cambio, dice que tomó sus propias decisiones positivas gracias al amor de su madre y el apoyo de otras personas: "Escogí la luz, de parte de mi madre y de otros con los que no comparto una sola gota de sangre, y la acogí con brazos abiertos".

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